La feliz noticia del tercer embarazo de la duquesa de Cambridge (35 años) ha sido recibida en el palacio de Kensington con preocupación. A la alegría propia que trae consigo este tipo de informaciones le ha seguido, casi inmediatamente, un sabor agridulce por el complicado embarazo que le espera a Kate Middleton en los próximos meses. Y es que, tal y como sucedió cuando esperaba la llegada de sus dos hijos anteriores, en esta ocasión ha de hacer frente también a un trastorno que le complicará sobremanera su día a día.

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Se trata de la hiperémesis gravídica, una afección genética que se produce en el 1% de los embarazos que no se limita a los normales mareos y vómitos propios del estado de buena esperanza, sino que llega a alterar el normal ritmo de vida de la mujer embarazada. A diferencia de las náuseas matutinas corrientes, en este caso no desaparecen tan fácilmente con el transcurso del tiempo.

La duquesa de Cambridge ya sufrió esta dolencia con sus dos embarazos anteriores e incluso tuvo que ser hospitalizada en la clínica King Edward VII. Por el momento, el palacio de Kensington ha anunciado que Middleton se encuentra guardando reposo en su residencia y únicamente ha tenido que cancelar el acto oficial que tenía previsto este lunes.

De agravarse, el trastorno en cuestión podría derivar en deshidratación, pérdida de peso, fatiga extrema, tensión baja y vómitos hasta 30 veces al día. De ahí que las tareas propias del día a día resulten imposibles de realizar para embarazadas como Kate Middleton. En ocasiones es preciso el ingreso hospitalario a fin de controlar, mediante tratamiento médico, los síntomas de la enfermedad, que provoca entre otras cosas la pérdida de electrolitos.

Mortal en los años 50

Kate Middleton también sufrió severas molestias durante sus anteriores embarazos. Gtres

En aquellos casos extremadamente graves, podrían existir incluso riesgos para el bebé como el hecho de nacer de forma prematura, con bajo peso o malformaciones por la pérdida de hidratación y de líquido amniótico. Incluso, según el Daily Mail, el embarazo podría verse afectado por la acumulación de toxinas en la sangre u orina al tratar de compensar la falta de alimentos o con un aborto espontáneo, además de cambios en el ritmo cardíaco. En la década de los 50, era la principal causa de muerte en las mujeres embarazadas que padecían la hiperémesis gravídica.

Kate Middleton no es la única famosa que ha sufrido esta dolencia durante su embarazo. También actrices como Kate Winslet (41) padecieron la enfermedad a lo largo de los nueve meses de gestación.