La reina consorte de los Países Bajos está de baja. La semana pasada la argentina sufrió una caída en la localidad de Wassenar y el Gobierno holandés ha emitido un comunicado en el que informa del diagnóstico: ligera conmoción cerebral. La esposa de Guillermo de los Países Bajos deberá guardar reposo hasta nueva orden.

Los médicos volverán a examinarla y determinarán en los próximos días su vuelta a la actividad pública. De hecho, este viernes estaba previsto el tradicional posado oficial de verano de los reyes con sus hijas, Amalia, Alexia y Ariana. Máxima, que ya estuvo de baja el año pasado por una infección en los riñones, ha hecho acto de presencia aunque seguirá guardando reposo una temporada.

Posado de verano de los reyes de los Países Bajos con sus hijas. Foto oficial de la Casa Real

Aunque sea por unos días -el lunes acudió a la recepción oficial del presidente griego Prokopis Pavlopoulos con un llamativo vestido-, Máxima Zorreguieta se une así al club de las reinas y princesas apartadas de los actos oficiales por una 'baja médica', un reducido grupo al que no pertenece la reina Letizia.

Los reyes de los Países Bajos en la recepción al presidente griego y su esposa. Gtres

En el currículum regio de la esposa de Felipe VI no constan, al menos públicamente, recesos laborales por causas médicas. Si bien es cierto que una baja médica no sería nada favorable para la imagen pública de doña Letizia, lo cierto es que, de haber pausas de este tipo, no han trascendido a la ciudadanía.

Todo lo contrario. La Casa Real se ha cuidado mucho a la hora de hacer ver la dedicación de los actuales reyes para con su país. Uno de los casos más conocidos es la operación de nariz a la que se sometió en 2008 y que no pudo ocultar debido a la tragedia aérea de Spanair, que obligó a los entonces príncipes de Asturias a aparecer para apoyar a las víctimas y sus familiares.

Otra de las consortes que tiene el dudoso honor de pertenecer a este club es Charlene de Mónaco. La esposa de Alberto ha recurrido a alguna que otra excusa médica para ausentarse de determinados actos. Hace unos meses, fuentes de palacio aducían "problemas de espalda" para justificar que no apareciera en el Baile de la Rosa, uno de los eventos más importantes del Principado. La razón no convenció a los súbditos, que achacaban las cada vez más frecuentes ausencias de la 'princesa triste' a la mala relación con su cuñada Carolina.

Charlene y Alberto de Mónaco, en el Festival de Televisión de Montecarlo. Gtres

¿Qué tendrán las princesas?

No sólo las titulares de las coronas se cogen bajas médicas, también lo hacen las princesas herederas. 

El caso más claro es el de Masako de Japón, cuyo estado depresivo y melancolías constantes son vox populi en todo el mundoLleva más de una década de tratamientos médicos y psicológicos, y aunque la nipona parece haber levantado cabeza, sus apariciones siguen siendo escasas. Apenas abandona su país para acudir a actos oficiales. Ni siquiera su hija Aiko consigue levantarle el ánimo. Es, sin duda, la royal con la baja médica más duradera.

Aunque no la única. Y si no que se lo digan a Mette-Marit de Noruega, una de las más criticadas por sus compatriotas precisamente por esta cuestión.

En los últimos años la esposa de Haakon ha sido una de las princesas con la agenda oficial menos repleta de actos. Problemas cervicales, dolores de espalda, hernias y una posible depresión la han mantenido apartada de los compromisos y actividades que su cargo conlleva. De hecho, la agenda en solitario de Mette-Marit es más bien escasa, algo que no ayuda a una posible abdicación del rey Harald. Los noruegos no encuentran preparada a la princesa de origen plebeyo y confían en que el momento de la sucesión esté lejos. 

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