Los mareos a la hora de viajar resultan muy comunes. Al margen del medio de transporte que utilicemos, siempre hay gente propensa a sufrir este tipo de problemas sobre todo con náuseas.

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El motivo por el que se produce es porque el cerebro experimenta una especie de confusión al recibir información contradictoria respecto al movimiento. Esto se percibe por tres vías como son la vista; el sistema vestibular, que se compone por el cerebro y partes del oído interno; y la propiocepción, que es la capacidad de percibir la posición de las partes del organismo.

Cuáles son los síntomas del mareo

Los síntomas del mareo son progresivos. La persona afectada empieza a padecer un ligero malestar indefinido, con la sensación de que precisa de aire fresco. Hay también una mayor sensibilidad a los olores y hacen acto de presencia los bostezos.

A continuación será el turno de la náusea, con la sensación de frío, sudores, dolor de cabeza, pesadez, sequedad bucal o exceso de saliva, entre otras cosas. En el caso de que no se pueda controlar el mareo se acabará con los vómitos, palidez y somnolencia. Si esto se prolonga durante varias horas es posible que la persona presente sudores fríos y vértigo.

Medidas para evitar el mareo

Hay varias propuestas para prevenir el mareo mientras se viaja. Para que la próxima vez tu experiencia en el bus, coche o tren sea más satisfactoria, deberías tener en cuenta estas recomendaciones.

Escoger un lugar adecuado para sentarse

En un vehículo lo mejor es ponerse en el asiento de copiloto para que nuestra mirada permanezca fijada en el horizonte. Cuando se trate de los niños, como es lógico, no podrán ir en la parte delantera del coche, por lo que ellos deben centrar la mirada en la ventanilla.

En el caso del avión, lo aconsejable es sentarse en los sitios más cercanos a las alas, ya que está considerada la zona con más estabilidad. Por su parte, para moverse en tren, trataremos de situarnos junto a la ventanilla y siempre en el sentido de la marcha del vehículo.

Aunque no resulte un viaje muy común, también es posible que en barco una persona pueda marearse. De ser así, lo conveniente es ponerse en una zona central para notar mucho menos las oscilaciones de la embarcación.

Prestar atención a la alimentación

Hay que ser muy cuidadosos con lo que se come, tanto antes como durante el trayecto. Para los viajes más largos, lo conveniente sería alimentarse y beber de manera muy ligera, sin excederse con las cantidades y evitando las comidas picantes y copiosas. Por su parte, para los desplazamientos cortos, aquellos que son más propensos al mareo deberían evitar consumir nada antes de emprender la marcha.

Evitar la lectura

En ocasiones son muchas horas las que pasan los viajeros en un medio de transporte, por lo que tratan de buscar distracciones en los libros, periódicos y móviles. Los expertos aconsejan evitar cualquier actividad que exija fijar la vista en un punto fijo. Lo adecuado para evitarnos el mareo es mirar hacia adelante a objetos lejanos.

En el caso de los niños, que suelen sufrir este problema con bastante facilidad, en vez de entretenerse con videojuegos o pantallas, habría que proponerles juegos más tradicionales, como la lectura de matrícula de los otros vehículos o los colores de estos.

Dormir

Mientras permanecemos durmiendo no hay posibilidades de sufrir mareos. Por eso no sería una mala opción llegar lo más cansados posibles al vehículo o medio de transporte para poder echar una cabezadita lo antes posible.

La importancia del aire

Cuando se empiezan a experimentar los primeros síntomas del mareo, lo que nos pide el cuerpo es aire fresco. También sirve a modo de prevención. Si es preciso no dudes en bajar las ventanillas siempre que sea posible o acércate al conducto del aire acondicionado.

En el mejor de los casos, lo preferible salir detener la marcha del vehículo y dar un pequeño paseo para tomar aire con tranquilidad y estirar las piernas. También habría que evitar los olores excesivamente fuerte y las altas temperaturas. Si es preciso refréscate bebiendo un poco de agua.

Técnicas para combatirlo

Hay gente que cuando empieza a notar los síntomas comienza a poner en práctica una serie de técnicas que les sirven de gran utilidad. Básicamente se trata de controlar la respiración y mantenerla a un ritmo sostenido y calmado. No es preciso inhalar o exhalar más hondo de lo habitual.

Otra táctica que puede resultar interesante pasa por escuchar música para que consigamos distraernos. No obstante, cuanto más viajemos, más nos acostumbraremos y adaptaremos con más facilidad a nuestro organismo a este tipo de movimientos.

Consumir medicación

Si todos los métodos que te presentamos con anterioridad no consiguen dar el resultado esperado, la última propuesta que te planteamos pasa por consumir algún tipo de fármaco. Consulta con tu farmacéutico que pastillas te pueden servir de utilidad. En ocasiones será preciso ponerse en manos del médico para que analice cada caso de manera particular según la situación.

Si quieres que tus viajes no se conviertan en toda una pesadilla y puedas disfrutar de ellos con total normalidad, no dudes en seguir todas las recomendaciones que te hemos propuesto. Detalles mínimos como el asiento escogido, la dirección de la marcha del vehículo o la alimentación previa pueden resultar decisivos para evitar este contratiempo.