Las estadísticas nos dicen que el 50% de las personas mantienen su relación tras saber que su pareja les engaña, pero ¿significa eso que lo han superado de verdad? Se dan casos en que la relación no solo sobrevive, sino que se refuerza, sin que la infidelidad se repita ni salga a la luz cada vez que hay una pequeña crisis. Así que sí, es posible superar una infidelidad, aunque el proceso es difícil, doloroso y complejo.

Infidelidad sexual vs. Infidelidad emocional

Cuando una relación de pareja se estanca y entra en fase de rutina, es bastante habitual que alguno de los dos fantasee con terceras personas, y es muy probable que estas fantasías lleguen a realizarse de manera puntual. Pero en la mayoría de los casos esas aventuras, ya sean una o varias, no pasan de ser escarceos ocasionales sin una importancia emocional importante y, en esos casos, la pareja engañada puede agarrarse a la idea de que solo ha sido un error aislado que no tiene por qué afectar a la relación.

Si el infiel parece arrepentido, es probable que sea perdonado. No obstante, en una parte de los casos esa infidelidad física puntual va más allá de un par de noches de locura y se convierte en lo que podríamos llamar una aventura seria, prolongada durante semanas, meses o incluso años.

En estas aventuras que se alargan es común que se acaben estableciendo vínculos profundos con el amante, y lo que se inició como una simple infidelidad de pareja a nivel sexual se convierta en una infidelidad emocional, una relación afectiva de grado variable que puede afectar profundamente a las relaciones de pareja.

¿Cómo superar una infidelidad?

Perdonar es la parte fácil, e incluso aquéllos que no siguen con sus parejas suelen conseguir perdonarlas.

Superar, en cambio, es un largo camino en el que se deben entender las causas de la infidelidad y enmendarlas, no solo en lo que refiere al infiel, sino también al engañado. En otras palabras, el proceso de superación real de una infidelidad es un examen a la relación en sí y a nosotros mismos, e implica decidir si vamos a poder volver a confiar en la otra persona o no, para actuar en consecuencia.

Descubre por qué te ha engañado

Saber lo que ha pasado es lo primero que hay que hacer si se pretende que la relación tenga una mínima posibilidad de sobrevivir, y cuando decimos escuchar no nos referimos solo a oír, sino a prestar atención a lo que la otra persona dice. Este es el momento en que el infiel asume su culpa. No hay que forzar las cosas, y si eso implica un periodo de descanso de la relación antes de intentar arreglarlo, que así sea.

Ni el infiel ni el engañado deberían acortar los tiempos si el otro no está preparado, porque hacerlo solo precipitará la ruptura.

Reparte la responsabilidad

Es el momento en que el engañado debe también asumir sus fallos y tener propósito de enmienda. No obstante, no hay que caer en el error de caer en la autoinculpación: sí, el engañado puede haber tenido sus fallos, y puede que la otra parte se haya sentido empujada por ellos a brazos de otra persona, pero la culpa es suya.

Si tiendes a asumir sus culpas como tuyas estarás sentando las bases para una relación tóxica en la que puede que tu pareja se sienta legitimada para seguir haciendo lo que quiera sin contar contigo.

Intenta ponerte en su lugar

Una vez ya se sabe qué ha pasado exactamente y porqué, toca tirar de empatía, aunque no será una tarea fácil, dependiendo del grado en el que te haya afectado la infidelidad, por ello, si quieres arreglarlo, tendrás que pensar con la cabeza fría.

El engañado debe interrogarse a sí mismo, preguntarse "¿podría yo haber hecho lo mismo?, en la misma situación, ¿podría haber engañado a mi pareja?". Es un hecho que no todas las personas engañan a sus parejas y que hay personas que no llegan ni siquiera a planteárselo jamás, así que, si la respuesta es "no, nunca lo haría", probablemente sea muy difícil volver con esa persona cuyos valores son tan distintos a los tuyos. Para esas ocasiones, ya hablamos en otro de nuestros artículos sobre cómo dejar a tu pareja sin hacerle daño, cuando el amor ya se ha acabado. 

No obstante, si las respuestas van desde el "sí, podría haber pasado" al "no estoy seguro/a", tu relación tiene una oportunidad.

Convierte el sufrimiento en tristeza e interiorízalo.

El engañado debe pasar un proceso de luto. Vuestra relación, que creías maravillosa, ha recibido un golpe mortal, y, aunque puedas resucitarla, primero debes llorar la pérdida, y tu pareja debe entenderlo. Seguir con la relación como si nada no haría más que acentuar el dolor, y eso no es bueno.

Asume que estáis ante una relación nueva

Finalmente, hay que reiniciar la relación. Aunque el engañado haya perdonado al infiel, aunque haya asumido su parte de culpa y esté dispuesto a rehacer el vínculo, hay que asumir que este está roto, y que la nueva relación no es más que eso, una relación nueva que debe iniciarse con premisas distintas a las de la anterior: para empezar, mientras probablemente en la relación anterior existió cierta confianza desde el principio, en la actual ésta no existe.

Las decisiones deben ser libres

Sea lo que sea lo que decidáis, tanto perdonar a una pareja infiel como continuar con una relación en la que se ha perdido la confianza son decisiones que deben ser tomadas desde la libertad individual.

Si os sentís presionados, posponed la decisión, respirad hondo y pensad que romper también es una opción, ni mejor ni peor que la de seguir, solo distinta. Y que aquello que decidáis, si lo hacéis después de haberlo pensado bien, será lo correcto.