Todas queremos estar guapas, y sabemos que una piel cuidada y limpia es un paso imprescindible para brillar. No obstante, a veces hay pequeñas imperfecciones que nos afean, como las manchitas, los granos o los puntos negros en la cara, y hay que aprender a lidiar con ellos, especialmente con los puntos negros, que aparecen cuando una menos se lo espera y hacen que nuestro rostro parezca sucio y con poca luz.

En un artículo anterior, ya vimos cómo eliminar el acné de nuestro rostro, ahora nos enfocaremos en quitar puntos negros y prevenir su aparición.

Qué son los puntos negros en la cara

Los puntos negros (llamados también acné comedónico o comedón) son básicamente granos que se han creado por exceso de grasa en la piel y que están abiertos, de manera que las células superficiales se oxidan y adquieren un color oscuro.

Aparecen sobre todo alrededor de la nariz, que suele ser una zona bastante grasa de la cara, en la frente y en el mentón, y la aplicación de productos de cosmética y maquillaje suele empeorarlos, ya que ensucia más la parte visible del grano. Por eso es importante eliminarlos antes de aplicar cualquier tratamiento de hidratación o el maquillaje.

Prevenir su aparición

Prevenir la aparición de puntos negros es tan sencillo como cuidar adecuadamente la higiene de la piel, lavando cada día la cara con agua templada y un jabón específico para tu tipo de piel y aplicando un tratamiento exfoliante al menos una vez por semana. Asimismo, hay que evitar todo aquello que pueda ensuciar la piel y tener mucho cuidado al desmaquillarse para evitar que queden restos de maquillaje.

Y recuerda que tener una piel sana pasa por tener una piel bien hidratada: hay que beber al menos un litro de agua al día y usar productos específicos para hidratar la piel.

Eliminar puntos negros con vapor

Una manera muy efectiva de quitar puntos negros es utilizar vapor, que abre los poros y permite la eliminación de la grasa oxidada que los obstruye.

Para aplicar ese vapor existen aparatos específicos, consistentes en una olla eléctrica y un punto de apoyo para la barbilla para que puedas apoyarte mientras se libera el vapor, pero no es imprescindible disponer de uno: basta con poner una olla de agua a hervir y colocar la cara sobre ella tras retirarla del fuego (siempre hay que esperar un par de minutos para evitar calores excesivos que puedan quemarte), con una toalla sobre la cabeza para que el vapor no se disipe.

Para potenciar el efecto del vapor, puedes añadir al agua un poco de mentol, como en los vahos que se hacen para desatascar los conductos respiratorios. El mentol ayuda a limpiar y a abrir los poros, y además deja un olor muy refrescante en tu piel. Una vez los poros se hayan abierto bien, empapa un algodoncillo con agua fría y frota el rostro con él. De esa manera conseguirás quitar la suciedad que obstruye los poros y que éstos se cierren por efecto del agua fría (y no se vuelvan a convertir en puntos negros al poco rato).

Mascarillas caseras para quitar los puntos negros

Aunque evidentemente existen productos específicos para la limpieza y eliminación de los puntos negros, desde las mascarillas de arcilla o algas a las cremas limpiadoras o exfoliantes, también se puede realizar con productos naturales que todos tenemos en casa y que obviamente siempre resultarán más baratos y accesibles que los productos cosméticos específicos. Entre esos productos están los siguientes:

  • Clara de huevo: se aplica sobre la cara lavada y seca. Tras la primera capa se cubre con una capa de papel higiénico, y luego se aplica otra capa de clara de huevo. Luego solo hay que esperar a que se seque y retirar suavemente de abajo hacia arriba, sacando con ella todas las impurezas.
  • Yogur con un chorro de limón: aunque no es tan eficaz como la solución anterior, también ayuda a limpiar las impurezas de la cara. Hay que aplicarlo sobre el rostro y dejarlo actuar durante unos 20 minutos antes de aclarar con agua templada.
  • Azúcar moreno: se trata de un exfoliante natural que se puede aplicar mezclado con aceite de oliva (con propiedades hidratantes) o con limón (que potencia el efecto limpiador). Basta con aplicarlo sobre la piel con un masaje suave, como si se tratase de jabón, y luego aclarar con agua templada.
  • Bicarbonato: este producto tiene un enorme poder de limpieza, y basta mezclarlo con agua y aplicarlo con una gasa o un algodoncillo para ir retirando la suciedad que obstruye los poros. Se puede usar a diario.
  • Leche y sal: la sal tiene una gran potencia de absorción, y actúa muy bien como exfoliante, aunque hay que tener en cuenta que es bastante más agresiva que el azúcar. Por eso es bueno crear una pasta arenosa con leche para que resulte menos corrosiva y se eviten irritaciones. Basta con aplicar la mezcla durante unos 15 minutos y aclarar.
  • Avena: verter en una licuadora una taza de avena y media taza de agua templada y triturarlo junto hasta que quede una mezcla espesa que puedas extender sobre tu cara. Dejar que se seque sobre tu piel y retirar con agua tibia y la ayuda de una toalla limpia.
  • Alcohol y polvos de talco: el alcohol tiene propiedades desinfectantes que van muy bien para los puntos negros. Mezclando un poco de alcohol con polvos de talco podéis conseguir una mascarilla con propiedades antisépticas que, tras 45 minutos, habrá terminado con los puntos negros. No obstante, para evitar que el alcohol reseque el rostro, es bueno aplicar una crema hidratante tras aclarar.
  • Tomate: tan sencillo como cortar rodajas de tomate y frotarlas sobre la zona donde suelen aparecer los puntos negros dos o tres veces a la semana.