Los bebés pueden hipar en los meses de embarazo desde los 2 meses de edad en el útero. El hipo es muy molesto, pero no causa ningún dolor ni daños de ningún tipo en el bebé, por lo que no es un problema que deba asustar a las madres.

El hipo se produce por una serie de razones, que deberá detectar nuestros médicos, y también hay una serie de técnicas para saber cómo quitar el hipo al bebé. En nuestro artículo sobre cómo bajar la fiebre a los bebés pudimos ver las diferentes infecciones que suelen tener y que pueden afectar a su salud, ahora trataremos el hipo, un inocuo pero molesto problema.

Qué es el hipo del bebé y cuáles son sus causas

El hipo tiene un significado: es, según la RAE, el movimiento convulsivo e involuntario del diafragma, que se va repitiendo a intervalos regulares, y que fuerza a los pulmones a expulsar aire de manera brusca y entrecortada. El hipo de los bebés es de lo más habitual, y no hay por qué preocuparse, tan sólo es necesario ayudarles a expulsar el aire para que no estén molestos, así como aprender unas técnicas muy útiles para saber cómo quitar el hipo del bebé, incluso cómo prevenir que tenga hipo.

El hipo es algo muy habitual en todos los mamíferos, especialmente en los lactantes. Hay teorías que apuntan a que el hipo, durante el embarazo, puede producirse por haber tragado líquido amniótico. Todos los bebés, o prácticamente todos, tienen hipo, siendo más frecuento durante los primeros seis meses de vida. Su duración es larga, bastante más que en los adultos, y suele durar de 10 a 15 minutos.

Algunas causas apuntan a una indigestión del bebé, que tengan el estómago demasiado lleno, lo que puede causar una compresión del diafragma, y como consecuencia de esto, el hipo del bebé. En la mayoría de los casos, la indigestión va acompañad de gases, porque el bebé puede haberlos tragado mientras está siendo amamantado, o mientras toma el biberón, y por eso hay que aprender a sacarle el aire, después de que haga sus tomas.

El hipo también puede aparecer después de un llanto prolongado, una regurgitación, o cuando el bebé ha comido demasiado rápido. En todas estas situaciones, el bebé está tragando mucho aire, y esto es precisamente lo que provoca el hipo.

Cómo quitar el hipo del bebé

Cuando demos el biberón o demos de mamar al bebé, para prevenir el hipo y que suelte el aire que ha tragado, aunque en ese momento no tenga hipo, debemos ponernos un paño en el hombro, y una vez que haya terminado una toma, o cuando veamos que descansa, lo ponemos recto y le damos suaves palmaditas en la espalda. Comprobaremos que suelta bastantes gases.

En el caso de que se trate de un lactante, para hacer cesar el hipo, se le pueden ofrecer algunas cucharadas de agua, ponerle al pecho durante algunos segundos, o darle el biberón. Otro de los remedios caseros que funciona bien es acariciar suavemente la nariz del bebé, hasta provocarle un estornudo, lo que le relajará el diafragma y facilitará que se le pase el hipo.

Para prevenir que aparezca el hipo en el bebé, es muy recomendable alimentarle cuando se encuentre tranquilo, y antes de que esté ansioso y tenga demasiada hambre, porque en este caso, absorberá muy rápido y tragará más aire de la cuenta. Si el pequeño no toma pecho y ya puede tomar biberón, es importante que prestemos mucha atención a la inclinación del biberón, porque la tetina debe estar siempre llena de leche, para que no trague aire a través de la tetina.

Es importante controlar que el flujo de leche que sale es el adecuado: con el biberón boca abajo, las gotas de leche deben caer a un ritmo continuado. Comprueba que los agujeros de la tetina no sean demasiado pequeños, y agrándalos con cuidado si lo son. Si los agujeros son muy pequeños el bebé tendrá que hacer más esfuerzos para succionar, y al final acabará tragando aire, lo que le acabará provocando hipo.

En la actualidad, se comercializan biberones con tetinas anti-hipo.

Además, cuando vayamos introduciendo alimentos nuevos en su dieta, debemos controlar que el niño ingiera los alimentos masticando bien, y comiendo siempre lentamente, para que de esta forma trague la menor cantidad de aire posible.

Lo que no debes hacer para quitarle el hipo al bebé

Hay remedios caseros que se ha demostrado que no funcionan, como por ejemplo darle al bebé unas gotas de limón diluidas en agua. El limón es una fruta demasiado ácida para un niño tan pequeño, y no le sentará bien para hacer la digestión. Además, tampoco le quitará el hipo. Taparle la nariz suavemente para que respire por la boca y así pueda soltar el aire, tampoco es un remedio eficaz, aunque sea uno de los trucos tradicionales, está demostrado que no funciona, y además, haremos pasar un rato incómodo al bebé.

No le acuestes si no te has asegurado de que ha soltado bien el aire.

Si le pones tumbado en la cuna, y no lo ha acabado de soltar, se sentirá incómodo y le costará dormir. Además, puede que haya más posibilidades de que tenga hipo, porque acabará llorando y tragará aire. Y ten paciencia, porque a partir de los seis meses el diafragma del bebé madura y, salvo en casos excepcionales, los niños dejan de verse afectados por esta molestia de manera tan frecuente.