Ya sea que elijas ajos blancos o morados, cultivarlos es una excelente manera de adentrarse en las labores de la huerta y la siembra. Esta actividad es una de las más sencillas, lo que facilita la obtención de tus propios ajos de manera fácil y exitosa.

Cómo plantar ajos paso a paso

Si estamos pensando en dedicarnos a la jardinería, podemos utilizar un espacio en el jardín o una jardinera en la terraza, y montar nuestro propio huerto urbano y ecológico. En otro de nuestros artículos ya vimos cómo hacer un huerto urbano con pocos recursos. Ahora veremos que se pueden plantar ajos en él, ya que esta especie requiere de poco esfuerzo.

Para plantar ajos, necesitarás una jardinera o un espacio no muy grande en tu huerta, un poco de sustrato para macetas y una cabeza de ajo. Elige el tipo de ajo que prefieras, ya sea blanco o morado, y separa los dientes de la cabeza de ajo. Luego, llena una maceta o jardinera con tierra o sustrato y coloca los dientes de ajo, asegurándote de que la punta más fina quede hacia arriba. Haz surcos para plantar, manteniendo una distancia de unos 10-15 cm entre cada diente.

Riega la zona y, si estás plantando en el jardín, elige un lugar que reciba luz solar. En caso de utilizar una jardinera o maceta, colócala en un área bien iluminada.

En unas semanas, las plantas de ajo estarán listas, y podrás consumirlos frescos o dejar que se sequen. En este último caso, obtendrás las clásicas cabezas de ajo.

Cuándo se siembran los ajos

La planta de ajo no necesita ni mucho frío ni mucha humedad, y su cuidado no es nada exigente. Tiene dos épocas de plantación: de octubre a noviembre, y de enero a marzo. Poco a poco, veremos cómo van saliendo sus hojas. 

Si nos orientamos por el calendario lunar, y según el dicho popular, cuando la luna mengua se siembra todo lo que va hacia abajo, y cuando crece se siembra lo que va hacia arriba. Este conocimiento ancestral que tienen los agricultores no falla nunca, por lo que el ajo debe plantarse en luna menguante. No pasa nada si lo hacemos en otra época, pero saldrán mucho mejores y con más calidad si lo hacemos así.

Plantación de ajos

Por otra parte, el clima no tiene demasiada importancia a pesar de ser una planta de secano, pero si es más frío, el ajo nos saldrá más picante.

Cómo sembrar ajos

Las asociaciones se refieren al grupo de legumbres, frutas o verduras con las que se puede plantar, ya que favorece su crecimiento, o aquellas con las que no conviene que se siembre. No es recomendable cultivarlo con leguminosas y coles, o donde se hayan plantado anteriormente habas, espinacas o remolachas. Sin embargo, sus asociaciones favorables son la zanahoria, el tomate y la cebolla.

El suelo o la tierra en el que plantemos el ajo debe ser ligero, nada apelmazado y que siempre esté bien drenado. El ajo es muy sensible a la humedad, y no le sienta bien, así que no necesitaremos regar sus plantas en exceso, ya que se trata de una planta de secano, aunque hasta que se vayan formando los bulbos deberemos regar algo más frecuentemente, y mantener el suelo de plantación más húmedo.

No hay que regar en exceso, y mantener siempre la tierra con poca humedad, y lo más óptimo es que dé siempre el sol a la planta de ajo. Si la tierra tiene demasiada humedad y no drena bien, el ajo puede acabar echándose a perder, porque se pudre. Si lo hacemos bien – es muy fácil - no tardaremos mucho tiempo en ver los resultados.

Por último, la planta de ajo es muy fácil de mantener y no suele tener problemas de plagas, aunque debemos vigilar, puesto que hay especies de moscas o escarabajos que pueden invadir los bulbos, por lo que podemos aplicar algo de insecticida en su riego, que sea especial para las plantas. Esto se puede hacer a mediados de abril, que es justo cuando empiezan las temperaturas suaves.

Cómo sembrar ajos

Por otra parte, no debemos regar demasiado el ajo, porque en este caso, o bien se pudre, o bien saldrán flores amarillas y los ajos que recolectemos serán muy pequeños.

Cuándo se recogen los ajos

La recolección del ajo comienza a finales del mes de mayo, y suele extenderse hasta principios de agosto, luego tenemos un montón de meses para ver cómo va evolucionando nuestra planta de ajo, y cuándo está lista para que se pueda recoger. Lo que sí es recomendable es recolectar los ajos antes de agosto, porque lo mismo que al ajo no le gusta nada la humedad, la planta no soporta los meses secos y calurosos en exceso.

Respecto a los ajetes o al ajo tierno el cultivo es el mismo, y la planta también, la diferencia está en la recogida. El ajete es el tallo del ajo, antes de que éste madure y forme la cabeza. Si lo recogemos antes de que madure el ajo y se convierta en una cabeza de ajo, tendremos el ajete que podemos consumir antes, si no queremos dejar madurar la planta. Esta plantación es sencilla y barata, y quienes ya la han probado notan la diferencia entre un ajo comprado y un ajo de huerta ecológica, ya que su sabor es más intenso y los ajos salen más grandes y, una vez secos, duran más.