Al igual que los pequeños bonsáis, en Japón también se usan mucho los crisantemos porque es la flor imperial. También son flores muy queridas por los amantes de la jardinería, sobre todo por la cantidad de matices que tiene.

Cuenta con unas características muy especiales para adornar nuestro balcón, terraza, patio o jardín, al igual que los geranios de la que ya hablamos anteriormente. Una de las ventajas principales del crisantemo es que requiere muy pocos cuidados en comparación con otras plantas.

¿Cuándo se debe cultivar crisantemos?

Hay un aspecto muy importante para cultivar crisantemos que hay que tener muy en cuenta, es cuando cultivarlos. Teniendo en cuenta que se llevan muy mal con las heladas, lo más aconsejable son fechas determinadas. Acabando el invierno o al comienzo de la primavera son uno de los mejores momentos para su cultivo.

El invierno se puede aprovechar para reproducir nuevas plantas a través de esquejes o protegerlos en un espacio apropiado. De esta forma soportará mejor las frías temperaturas y podrán lucir fantásticas en primavera.

En otoño, las temperaturas comienzan a bajar y es cuando se deben proteger los crisantemos. Se pueden trasplantar a una zona de interior con una maceta o a un pequeño invernadero. Cuando esté llegando el final del invierno, se regarán abundantemente. Esto será una señal para anunciarles la llegada del calor. Gracias a esos riegos, nacerán nuevos tallos, lo que nos permitirá seleccionar los esquejes que se convertirán en nuevos crisantemos.

Lo que debes saber de la plantación de crisantemos

Aunque se pueda plantar en una maceta y tener el crisantemo dentro del hogar, lo mejor es el jardín, o en un huerto. Si pensamos sobre el crisantemo cuidados, debemos tener en cuenta la temperatura. Se suelen sentir cómodos en temperaturas que oscilen entre los 12 y 17 grados. Por eso, es muy aconsejable asegurarse de este tema antes de plantarlos.

En cuanto al terreno, no se recomienda plantarlos en tierra suelta o demasiado arcillosas. Si tu tierra es así, hay que remover la tierra con un rastrillo y combinar con abono natural. Debemos asegurarnos de que haya un correcto drenaje, con lo que evitar que encharquemos sus raíces.

La luz es otro aspecto a tener en cuenta. Si lo plantas en el jardín, debe estar en una zona donde solo dé la luz solar hasta media tarde. De esta forma se sentirá mucho más a gusto.

Una vez tengamos claros estos conceptos, hay que plantar. Lo primero que hay que hacer es cavar un agujero de unos 15 centímetros de profundidad. Lo ideal es que sea profundo porque sus tallos iniciales crecen bastante y deben tener espacio. Ahora hay que plantar cuidadosamente el crisantemo, procurando que las raíces puedan extenderse de forma natural.

Hay que plantar los demás crisantemos a poca distancia entre ellos. En cambio, si se desea que se desarrollen al máximo hay que plantarlos a una distancia de al menos 40 centímetros. Esto hará que el crisantemo pueda crecer hasta 1,5 metros de altura.

¿Cómo cuidar un crisantemo?

Una vez nos hayamos asegurado de que el terreno esté compactado, debemos regarlo. Solamente debemos regar por las mañanas, si es posible antes de que salga el sol. Si se riega por la noche, es posible que el terreno no se seque y pueda ser un imán para los hongos.

Si se desea aumentar su crecimiento, se recomienda podarlo una vez cada dos meses. Si se hace esto durante los primeros ocho meses, se acelerará la producción de flores más adelante. Debemos abonarlos al menos una vez al mes hasta que se lleve a cabo la primera floración. Esto suele suceder a principios de otoño. En caso de plantarlo próximo a esta estación, hay que seguir abonando hasta que llegue la próxima estación.

Otro consejo, cuando llegue el invierno, se recomienda esparcir serrín en la zona donde están plantados. Esto protegerá a los crisantemos de las heladas o del frío. Se recomienda no regarlos en invierno. Si el invierno en tu zona es extremadamente frío, siempre se pueden proteger con láminas específicas para plantas de jardín. En caso de que se tengan en un patio, terraza o balcón, será suficiente con meter las macetas dentro del hogar.

Cuando llegue la temporada de verano, se recomienda abonarlos dos veces al mes. También se aconseja evitar regarlos cuando el sol esté en su punto más alto. Esto es un gran error porque podemos hacer que se sequen por completo.

En caso de que no hayan florecido después de un año, es prácticamente seguro que ha sido por falta de luz. Cuando se dice que no debe estar en una zona del jardín donde les dé el sol directamente no nos referimos a que esté en penumbra absoluta. Si sucede esto, hay que suspenderle el riego durante un par de días, lo que estimulará su deseo de reproducirse.

Si hablamos de reproducción, los esquejes se dan muy fácilmente. Un momento ideal para reproducirlos es este y se debe hacer en la primavera.

No podemos olvidarnos de tener muy en cuenta el control de plagas y enfermedades. En caso de que se encuentren hongos, hay que ver cuánto y dónde han afectado a la planta y aplicar algunos remedios caseros como el sulfato de cobre.