Los cánones de belleza actuales dictan que lo atractivo es ser alto. No obstante, muchos de nosotros no lo somos, y eso significa no solo que no cumplimos con los estándares de belleza, sino que, a consecuencia de lo anterior, no nos sienta bien la ropa que está de moda, tenemos más difícil acceder a determinadas actividades y, en definitiva, podemos llegar a vernos "feos".

Cómo crecer de estatura: trucos

El crecimiento natural en los seres humanos se detiene al llegar a la edad adulta, de manera que la altura que tenemos entre los 15 y los 20 años es, sin entrar en detalles, la que vamos a tener durante toda nuestra vida... a menos que decidamos ponerle remedio: existen una serie de ejercicios que pueden destensar las articulaciones e incluso alargar ligeramente los huesos, logrando que crezcamos unos centímetros.

Si lo que se requiere es aparentar una estatura mayor, de cara a una mejora estética, hay sistemas más simples y menos trabajosos que los que llevan a crecer realmente, entre los cuales los siguientes:

  • Usar zapatos de tacón, con plataformas o alzas interiores, que nos proporcionarán más altura de forma instantánea.
  • Llevar prendas que estilicen. Normalmente los colores oscuros, las rayas verticales y la ropa estrecha resulta más estilizante.
  • Aprovechar las modas de peluquería. Los peinados con volumen, los tupes, los cardados... dan cierta apariencia de mayor altura.

Ejercicios para crecer de estatura

Los ejercicios consisten en estiramientos que separan los huesos y que, con suerte, nos harán crecer unos centímetros. Es recomendable que esta rutina se realice al menos dos veces por día, al margen de que sea una introducción a una sesión de entrenamiento o no. Tras ella podemos pasar a una serie de ejercicios específicos:

  • La cobra: Hay que acostarse boca abajo con lo pies juntos y estirados y las manos a ambos lados del cuerpo, y, desde esa posición, ir levantando el cuerpo, arqueando la espalda de manera que se mantenga siempre la zona inferior del vientre pegada al suelo hasta la altura del ombligo. Inicialmente, la fuerza debe hacerse con zona lumbar, pero cuando ya no puedas levantar más la cabeza puedes ayudarte con los brazos, doblando los codos de manera que empujes hacia arriba. En la posición final la columna vertebral ha de formar una línea curva que no debe doblarse con brusquedad en ningún punto, evitando centrar la presión en las lumbares. Mientras alzas la cabeza debes inhalar, y cuando empieces a exhalar debes acompañar la respiración de un movimiento gradual de retroceso hacia la postura inicial.
  • La vela: este ejercicio es algo más difícil que el anterior y puede que os cueste un poco dominarlo. Se empieza tumbado boca arriba en el suelo, con los brazos estirados a los costados del cuerpo y las palmas contra el suelo. Luego, se recogen las piernas, acercando las rodillas al pecho, y después se van elevando los pies hacia arriba, manteniendo ambas piernas rectas, hasta que sólo la cabeza, los hombros y los brazos reposen sobre el suelo. Para mantener el equilibrio se pueden doblar los codos y sujetar el trasero con las manos.
  • El puente: Tumbados boca arriba, con las piernas y los codos flexionados de manera que las manos reposen tras los hombros, con las palmas en contacto con el suelo y la punta de los dedos apuntado hacia nuestros pies, empujar hacia arriba y elevar el cuerpo hasta quedar completamente arqueados, como formando un puente.
  • Tócate los pies: Estando de pie, con los pies juntos y las piernas completamente estiradas, dobla tu cintura hacia adelante hasta tocar con la punta de los dedos de las manos los pies. Al principio puede que no llegues, pero si repites la operación a diario al final no sólo llegarás a tocarlos, sino que probablemente logres llegar a poner las palmas enteras en contacto con el suelo, o incluso, dependiendo de la flexibilidad de cada cuál, a colocar las manos por detrás de los pies.
  • Cuélgate de una barra: Colgarse de una barra ayuda mucho a estirar la columna y, por tanto, a crecer, independientemente de la manera cómo nos colguemos. Podemos hacerlo por los brazos, como si hiciéramos dominadas (y realizarlas o no, según nuestras capacidades lo permitan) o avanzar colgados de barra en barra, como en los parques infantiles, o podemos colgarnos de los pies. En cualquier caso, las vértebras se separarán, logrando el efecto deseado.
  • Salta la cuerda: Saltar a la cuerda, si se hace con las piernas juntas e intentando saltar lo más alto posible sin separarlas, ayuda a alargar los huesos de la pierna, logrando aumentar la altura en unos centímetros.
  • Apúntate a natación: La natación es uno de los deportes más completos que existen y, a la vez, es un deporte de muy bajo impacto, ya que al realizarse dentro de un entorno acuático no fuerza las articulaciones. La natación se puede realizar a todas las edades y, entre otros muchos beneficios, ayuda a estirar todas las extremidades, además de desarrollar la musculatura del torso.

Estos ejercicios pueden conformar una rutina que puede repetirse unas 3 veces por semana, pero que no requiere de muchas repeticiones para cada ejercicio, sino que la clave es coger la costura correcta y mantenerla. Hay que recordar que no se trata de ejercicios de musculación, sino que se trata de estirar los huesos para aumentar la altura.