Si te ha salido un nuevo trabajo de camarero y no sabes cómo afrontarlo por tu poca experiencia, ¡tranquilo! Recuerda que hay una primera vez para todo y para todos. También puede ser que ya tengas experiencia como camarero, pero quieras mejorar más aún, en ese caso este post también puede ser válido para ti. ¡Empecemos!

Cómo ser un buen camarero: claves

  1. La formación es un plus de profesionalidad: no es imprescindible, porque también hay buenos camareros con poca formación que se forjan a base de mucha práctica, pero sí que aporta una pequeña ventaja para ofrecer un servicio de calidad. Haz algunos cursos de formación en diferentes ámbitos: manipulación de alimentos, conocimientos sobre alimentación, algún curso de camarero, aprende buenos modales o mejora en idiomas (pueden llegarte clientes extranjeros y tanto a ellos como a tu jefe les encantará que sepas atenderlos en su propio idioma).
  2. Ten un perfecto conocimiento del establecimiento: apréndete de memoria la carta de comidas y bebidas, los ingredientes, los precios, si el agua está embotellada o no, etc.
  3. Sé amable con los clientes: trátalos de forma agradable, pero a la vez con prudencia y respeto. No te excedas en la confianza, al fin y al cabo, son en su mayoría personas desconocidas para ti. Y sí, sabemos que algunos clientes son difíciles de llevar… Ante eso solo podemos recetarte la paciencia.
  4. Controla el estrés: la ansiedad son malos compañeros de viaje para un camarero y pueden jugarte malas pasadas. En la hostelería es habitual que haya momentos en los que se te acumule el trabajo, pero debes mantener la tranquilidad, respirar y mantener un buen nivel de rendimiento.
  5. Pregunta antes de recoger: conocemos casos en los que un camarero ha intentado retirar un plato porque pensaba que el cliente ya había terminado y no era así. A no ser que veas los platos completamente vacíos, pregunta siempre si puedes llevártelos.

Algunos trucos 

Ahora te enseñaremos otros trucos que quizás no sabías y que pueden ser muy útiles para que los clientes (y, por tanto, también tus jefes) queden satisfechos con tu trabajo.

  • Preséntate con tu nombre. "Hola, soy Antonio y voy a ser quien os atienda esta noche" puede ser una gran forma de empezar. Transmitirás confianza al cliente y además le darás facilidades para llamarte cuando necesite algo.  De hecho, hay estudios y encuestas que demuestran que los clientes que saben el nombre del camarero tienen un % mayor de satisfacción que aquellos que desconocen el nombre. También ocurre con la cantidad de propinas recibidas. 
  • Pregunta al cliente si es su primera vez en el establecimiento. Si la respuesta es afirmativa, puedes ofrecer la carta y recomendar algunos de los platos o bebidas especiales, además de explicar cómo funciona el local. También da muy buena impresión recordar los gustos de los clientes habituales: si los filetes les gusta muy hechos o no, si el café les gusta caliente o templado, cuál es su postre favorito.
  • ¡No interrumpas la conversación! Hay que saber buscar el momento adecuado para intervenir. Quizás los clientes están comentando algo importante y no es buena idea interrumpirles. 
  • Saber llevar los tiempos. Hay clientes que comen o beben rápido y otros que se lo toman con más tranquilidad. Un buen camarero debe saber adaptarse al ritmo de los clientes y dejar que disfruten a su manera de su estancia en el establecimiento.

Consejos si eres camarero de barra

Si tu trabajo es de camarero de barra, a continuación, te enumeramos unos tips que pueden serte muy útiles:

  • Rellena los botelleros: comprueba de vez en cuando que hay las existencias suficientes para atender a la clientela y, en caso negativo, rellena e informa a los encargados.
  • Saber utilizar todas las máquinas: el lavavajillas, la máquina del café, la coctelera, etc. Debes controlar a la perfección cada una de las máquinas que haya en la barra. También es recomendable revisar de vez en cuando que estén en buen estado, mantenerlas limpias, etc.
  • Ten siempre material limpio: asegúrate de que siempre hay vasos, platos y cubiertos limpios. 
  • Lleva siempre tu propio abridor: es muy útil que lleves colgado tu propio abridor, así no tendrás que ir de un lado a otro de la barra cada vez que quieras abrir una botella.
  • Sobres de azúcar y sacarina en el bolsillo de tu camisa: también se puede dar el caso de que un cliente te pida un sobre de azúcar y estén en la otra punta de la barra. Para estos casos siempre es aconsejable llevar algunos en los bolsillos, lo que te ahorrará tiempo y movimiento y además agradará al cliente.
  • ¡Nunca estés de brazos parados! Si no tienes nada que hacer, coge una balleta y limpia la barra o las máquinas. Por supuesto, siempre es bueno tomarse unos segundos para descansar y respirar, pero sé inteligente y hazlo cuando no haya nadie mirando (ni clientes ni jefes).

Y para terminar… Intenta ser paciente, pero tampoco lo aguantes todo. Hay límites por los que es mejor no pasar. Nunca dejes que te falten al respeto o que te exploten. Si crees que algo es excesivo, coméntalo educadamente. Di que no estás de acuerdo y ofrece tu opinión de forma respetuosa, eso te hará ser un buen camarero.

Y si tienes la responsabilidad de la organización de eventos como fiestas o alguna comida de protocolo, repasa nuestro artículo de cómo poner la mesa correctamente según el protocolo.