Agosto arrancó con calor, desplazamientos masivos… y una tragedia que ha salpicado de luto las carreteras de Castilla y León.
La operación especial de tráfico del primer gran fin de semana vacacional —activa desde el jueves 31 de julio a las 15.00 horas— se ha saldado con cinco fallecidos y más de veinte heridos en una docena de accidentes graves en la Comunidad.
Cinco vidas truncadas en apenas 72 horas. Cada una con su historia. La primera, la de un hombre de 64 años que no volvió a casa tras salir en quad por el monte, en Covanera (Burgos). Le buscaron durante horas y lo encontraron de madrugada, herido e inconsciente junto a su vehículo volcado. Los sanitarios ya no pudieron hacer nada por él.
Horas después, la tragedia golpeó de lleno a una familia que viajaba de noche por la A-62, a la altura de Sancti-Spíritus (Salamanca). El coche se salió de la vía y acabó en el arcén. Una mujer de 32 años murió. Viajaban cinco personas, entre ellas un bebé de cinco meses. Todos fueron evacuados al Hospital de Salamanca.
Ese mismo sábado, a plena luz del día, otro conductor murió calcinado al estrellarse contra un árbol en Villaralbo (Zamora). El vehículo ardió junto a la central hidroeléctrica del Duero. Nadie pudo sacarlo a tiempo.
Y como si fuera una pesadilla sin fin, a las 20.30 horas de ese mismo sábado, otro siniestro segó la vida de una mujer de 45 años. El coche en el que viajaba volcó en la A-66, a su paso por Guijuelo. El otro ocupante, un hombre de 51 años, fue trasladado grave al hospital.
Ya el domingo, de madrugada, un nuevo accidente cerró el capítulo más negro del fin de semana. Un hombre de 54 años falleció tras salirse de la carretera DSA-170, a las afueras de La Cabeza de Béjar (Salamanca). Quedó atrapado en su coche. Lo encontraron con vida, pero demasiado tarde.
Más de veinte heridos: jóvenes, mayores… y motoristas
Junto a las víctimas mortales, los datos de Emergencias del 1-1-2 reflejan una cadena de accidentes con un denominador común: la dureza de las consecuencias. Más de una veintena de personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
En Ponferrada, dos jóvenes de 21 y 22 años fueron atendidos tras una colisión por alcance. En Palencia, uno de los dos heridos en un choque en Villamuriel de Cerrato tuvo que ser rescatado por los bomberos. También en Salamanca, un conductor de unos 70 años perdió el control del coche tras sufrir una indisposición en plena A-62.
Las salidas de vía también dejaron su huella en León, donde un joven de 23 años fue evacuado en helicóptero tras un accidente en Villagarcía de la Vega. En Zamora, una colisión múltiple en la A-52, en Camarzana de Tera, provocó cinco heridos, entre ellos un menor de 13 años.
Tampoco se libró la comarca salmantina de Paradinas de San Juan, donde tres personas de entre 50 y 60 años fueron evacuadas tras un choque con vuelco en la CL-610.
Los motoristas se llevaron otra vez la peor parte. Un joven de 28 años está grave tras una caída en el puerto de San Glorio (León). En Martinamor (Salamanca), otro varón fue atendido con una brecha en la cabeza. Y en Soria, en Ojuel, tres personas acabaron hospitalizadas tras una colisión frontal.
El domingo tampoco trajo respiro. Un hombre de 62 años se accidentó en San Miguel de Valero. Poco después, otro motorista, de 21 años, caía con su moto en La Calzada de Béjar.
