La Guardia Civil, en el marco de la 'Operación Hoguera-Fraternitas', ha desmantelado un importante punto de venta de sustancias en una nava de la comarca burgalesa de La Bureba, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.

Se investiga a un joven de 19 años, A.O.A, por delito de desórdenes públicos y a otros tres, I.P.R. (27) y A.B.P.(25), S.H.G.(24), por un delito favorecimiento del tráfico de drogas, al tiempo ha identificado a 47 personas y levantado 40 actas denuncia a la Ley 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana y R.D 7/2020 por incumplimiento de medidas sanitarias por la COVID-19.

Los hechos se remontan al pasado mes de octubre y se enmarcan en una amplia investigación llevada a cabo por la Comandancia de Burgos, cuyos orígenes fueron unos episodios de desórdenes públicos detectados en una población de La Bureba.

A las quejas iniciales de los vecinos por gritos, escándalos y consumo de alcohol en vía pública, por grupos de jóvenes en hora nocturna y tras el cierre de establecimientos hosteleros, siguieron actos más violentos que tornaron en daños en mobiliario urbano, rotura de papeleras y señales, interrupción del tráfico, volcado de contenedores con la quema de uno de ellos y enfrentamiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

A este conato de violencia callejera se unía el grave quebrantamiento de las medidas estatales y autonómicas vigentes dictadas con motivo de la COVID- 19, por incumplimiento de horario, distancia social y uso de la mascarilla.

La Guardia Civil abrió una importante investigación que ha permitido la identificación de once jóvenes vinculados con los hechos reseñados y la imputación de un delito de desórdenes públicos a uno de ellos.

EN UN POLÍGONO INDUSTRIAL

Paralelamente a estos hechos, el Cuerpo desarrolló en este municipio un extenso dispositivo dirigido a la prevención de la seguridad ciudadana, mantenimiento del orden público y a verificar el cumplimiento de las normas sanitarias, lo que permitió localizar en un polígono industrial una nave en cuyo exterior se encontraban varias personas carentes de mascarilla.

En el interior del pabellón, que se encontraba compartimentado y acondicionado como punto de reunión lúdico festiva de jóvenes, se comprobó la venta al menudeo y el consumo de estupefacientes y alcohol. Así, fueron identificadas 36 personas saltándose el distanciamiento social o el uso obligatorio de la mascarilla.

En una de las estancias se localizó una caja metálica y en su interior marihuana dos básculas de precisión, bolsas y envoltorios y dinero fraccionado que demostraban la venta y el consumo de sustancias prohibidas en el local.

También se intervino un maletín, una caja metálica y una panera, dos cajas de herramientas y dos cajas fuertes de seguridad; en todos los contenedores se encontraron evidencias de cannabis, seis básculas y dinero.

Las pesquisas practicadas han aclarado que la nave estaba en régimen de alquiler, por lo que los arrendatarios han sido investigados por un delito de favorecimiento del tráfico de drogas.

Como resultado de esta amplia investigación no se han vuelto a detectar episodios similares ni disturbios en el municipio lo que, unido al desmantelamiento del punto clandestino de reunión -en el que se incumplían sistemáticamente las medidas de protección impuestas por la COVID-19- y de venta de drogas, ha repercutido positivamente en la sensación subjetiva de seguridad en la comarca.

Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Briviesca.