La Policía Local de Palencia ha vivido un fin de semana intenso, con varias actuaciones de todos los tipos. No en vano, se han denunciado a varios conductores por exceso de velocidad o positivo en pruebas de alcohol y drogas, incluido a un ciclista de 22 años por la calle Mayor Principal que circulaba hablando por el móvil, sin mascarilla y tenía sustancias estupefacientes. 

Sin embargo, la actuación más inverosímil se dio el sábado por la mañana cuando fueron avisados que se necesitaba la apertura de la puerta ya que dentro había una persona enferma, mareada y vomitando y que el médico de la ambulancia necesitaba entrar. Al llegar allí, eso sí, la dueña de la vivienda manifestó que no había avisado a nadie y que se encontraba bien. 

Las investigación realizadas pudieron comprobar que las mismas las estaba haciendo de forma maliciosa el hijo de la dueña.

Además, y en otro orden de cosas, esta pasada madrugada del lunes, también debieron acudir a la calle Menéndez Pelayo ya que una persona se encontraba tumbada en el suelo. Se trataba de un hombre de 37 años que pernoctaba en un hotel del que no se acordaba.