El Consejo Económico y Social ha presentado este miércoles el estudio 'Atención integral a las personas con problemas de salud mental que envejecen en Castilla y León', una iniciativa impulsada por la Federación Salud Mental Castilla y León.
El presidente del CES, Enrique Cabero, ha explicado que "nunca antes en la sociedad había habido la esperanza de vida que hay actualmente". Y que este hito siempre había sido "deseado y esperado".
Sin embargo, ha recordado que las personas mayores con problemas de salud mental necesitan "respuestas integrales, no solo sanitarias". Asimismo, Cabero ha ensalzado que durante los últimos años "se ha avanzado" pero que hay que "seguir creciendo".
El estudio presentado combina datos de más de 320 personas mayores de 45 años con problemas de salud mental, así como entrevistas y grupos de discusión con familiares y profesionales del sector.
El gerente de la Federación de Salud Mental Castilla y León, Ángel Lozano, ha explicado que, entre los principales hallazgos, el informe revela que las personas con trastorno mental grave experimentan un envejecimiento biológico "más temprano, una esperanza de vida más corta y una elevada prevalencia de enfermedades crónicas, con incidencia en las mujeres".
Además, han constatado que el 90% de estas personas sigue viviendo con sus familias, "muchas veces con progenitores de avanzada edad", y que un alto porcentaje de las personas mayores "lo hace en soledad, lo que incrementa su riesgo de exclusión social".
En este sentido, una de las principales conclusiones es que el colectivo afronta un envejecimiento "acelerado y desigual", que está marcado por el "aislamiento" y con un acceso "insuficiente" a los recursos especializados y un "fuerte impacto en el estigma social".
Los perfiles que han podido identificar durante el estudio muestran una "fuerte feminización" del envejecimiento en salud mental, "altos niveles" de desempleo o "ausencia de ingresos", gran dependencia de cuidados familiares y un "importante porcentaje de personas residentes en entornos rurales con dificultades para acceder a servicios especializados".
En Castilla y León hay "más de 30.000 personas con discapacidad por problemas de salud mental". El 77% de ellas tiene más de 45 años. Por lo que piden un "modelo integrado de atención".
El informe analiza también algunos factores de riesgo que dificultan un envejecimiento saludable. Entre ellos, destaca la comorbilidad física, los efectos de la polimedicación, la depresión, la ansiedad, la ideación suicida, el aislamiento social, la estigmatización y las desigualdades territoriales en el acceso a recursos.
Un estudio que sirve de "punto de partida imprescindible para avanzar en un modelo más humano, coordinado y centrado en las personas".
Por su parte, Lozano ha insistido en que la atención a la salud mental de las personas mayores "debe salir del ámbito sanitario y abordarse desde la comunidad a partir de una perspectiva de derechos humanos y justicia social".
Entre las propuestas de acción, el estudio plantea un modelo de atención integral y comunitaria con enfoque biopsicosocial y de derechos, el desarrollo de servicios de asistencia personal, la promoción de programas de envejecimiento activo, el refuerzo de la coordinación sanitaria en zonas rurales, el apoyo a familias cuidadoras.
Así como la atención específica a mujeres mayores con trastorno mental grave y la detección precoz del deterioro cognitivo y trastornos afectivos en mayores de 70 años.
