Publicada

Dar el paso de ser madre no siempre es fácil. Son muchos los factores externos que pueden interferir en esta decisión. A veces, la economía no permite mantener a uno o varios hijos. En otras ocasiones, no se ha encontrado a la persona perfecta.

Pero ¿qué ocurre cuando es tu propio cuerpo el que te impide quedarte embarazada? ¿qué sucede cuándo hay que recurrir a tratamientos para conseguir tener hijos? Decisiones y situaciones complejas que hacen todavía más difícil este camino.

Todo se retuerce un poco más cuando la palabra cáncer aparece en tu vida. Es el caso de Elena, quien recibió el diagnóstico de un cáncer de mama triple negativo a sus 34 años y, rápidamente, tuvo que tomar una decisión crucial en su vida para poder ser madre en un futuro: congelar óvulos.

Lo cierto es que, aunque sigue siento un tema tabú, permite a las pacientes oncológicas ser madres tras su curación o que una mujer que decide retrasar su maternidad no tenga que recurrir a la ovodonación cuando supera los 40 años.

Generalmente, los expertos recomiendan que este proceso se realice antes de los 35 años y que el número de óvulos guardados sea suficiente para tener elevadas tasas de embarazo en el momento que se deseen utilizar.

En el caso de Elena, todo tuvo que ser muy rápido. "No había mucho tiempo ni margen de maniobra. Para mí fue ver la luz porque era una oportunidad que tenía de cara al futuro", recuerda en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

Lo primero que le hicieron fue un análisis y, posteriormente, tuvo que inyectarse el tratamiento, mientras el ginecólogo te realiza un análisis y ecografías vaginales para comprobar cómo va el proceso. Se hace entre menstruación y menstruación. Y, en su caso, al tener poco tiempo solo pudo hacerlo durante un ciclo (tres semanas) porque tenía que empezar con la quimioterapia.

Recuerda la "suerte" que tuvo de que una de sus amigas ya hubiera pasado por una extracción de óvulos para poder ser mamá y, por tanto, ya sabía cómo funcionaban los análisis, ecografías y todo el tratamiento.

Congeló cuatro óvulos, que pueden parecer pocos, pero -con una sonrisa- reconoce que "ya son más que ninguno". Y es que con el poco tiempo que pudo realizar el tratamiento, no cabe duda de que fue todo un éxito.

Elena es consciente de que, pese a que haya podido congelar óvulos y tenga una posibilidad de ser madre, no siempre es factible. Son muchos los factores que influyen en estos casos, por ejemplo, "cómo ha ido el tratamiento, cómo estás físicamente o los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia".

Temas tabú

La maternidad y todas las fases por las que hay que pasar siguen siendo temas tabú para muchas personas hoy en día. Ya no solo el tener que congelar óvulos por una enfermedad, sino también cuando se habla de reproducción asistida y los procesos físicos y psicológicos por los que hay que pasar. 

"Sigue habiendo prejuicios. Parece que si no consigues ser madre de forma natural, el hacerlo de otra manera no es lo mejor ni lo más adecuado y que está mal. A todos nos gustaría, pero ¿si no se puede?", asegura.

Elena ya ha finalizado con el tratamieto y ahora está "superándolo poco a poco" y con revisiones periódicas. Para dar el paso de ser madre hay que esperar dos años desde que finalizas el tratamiento de quimioterapia. Pese a que ya ha cumplido ese periodo, aún no se lo ha planteado como una opción real. 

"Estoy físicamente más recuperada, pero todavía no es el momento. A medio plazo sí que me lo planteo. Tengo cuatro oportunidades y quién sabe si van a ser una, dos, tres, cuatro o ninguna", añade.

La protagonista quiere que su historia sirva de inspiración para otras mujeres que también pasan por la misma situación que ella. Hace años, una de sus amigas tuvo un linfoma de Hodgkin y no tuvo la oportunidad de congelar óvulos ya que nadie le informó sobre la posibilidad. 

Al cabo de los años, cuando fue a plantearlo, le dijeron que "era demasiado tarde". Por ello, quiere ayudar a todo el mundo que pase por una enfermedad para que sepan que existe la opción, "que lo planteen a los médicos porque se puede hacer y es una alternativa para ser madre en un futuro". Y así no tener que renunciar al sueño de muchas parejas o mujeres de poder formar una familia.