Las mascarillas se han convertido durante dos años en el complemento de nuestras vidas. Eran nuestra segunda piel, acompañándonos a todos los lugares. Y lo cierto es que nos han protegido de una pandemia mundial, pero también han tenido consecuencias en nosotros. Una de ellas la han sufrido los más pequeños, que están comenzando más tarde de lo normal a decir sus primeras palabras.

“Han pasado dos años y no es un tiempo muy elevado como para dar una evidencia científica que demuestre que el uso de mascarillas ha podido afectar, matizan David García y Cristina Rayo de la clínica ‘Logopedia Lucía’.

Aun así, explican que lo cierto es que a raíz de la pandemia han observado un incremento en el número de casos de niños que llegan con retraso del lenguaje. Normalmente, se sitúan entre los 2-3 años, cuando ya deberían comenzar a hablar; sin embargo, algunos hablan poco y otros ni siquiera han comenzado.

A la pregunta: ¿Por qué las mascarillas han afectado tanto en el desarrollo de los pequeños?, los logopedas responden: “Desde nuestro conocimiento, los niños aprenden el lenguaje por imitación. Ver al adulto con la boca siempre tapada provoca que no puedan imitar los gestos de los diferentes sonidos”.

Pero no solo son culpables las mascarillas sino el confinamiento que todos vivimos por el Covid-19: “El hecho de disminuir las relaciones sociales también ha afectado. Provoca que estén más solos, en una burbuja con su familia donde las situaciones comunicativas son más fáciles”, explican ambos.

Lo cierto es que esta situación hizo que todos nos tuviéramos que aislar del mundo durante unos largos meses. La vida cambió. Y ahora, con la progresiva vuelta a la normalidad, debemos intentar recuperar todos los hábitos que se han ido perdiendo por el camino. Uno de ellos, el llevar a los niños al parque, que ha supuesto un punto en contra en su desarrollo: “Han ido menos al parque, han socializado muy poco, eso se nota. El hecho de que entre ellos se comuniquen es importante porque es más difícil hablar con otro niño que con tus padres, que siempre entienden mejor lo que quieres decir”, aclaran los expertos.

Lo cierto es que en esta clínica ya han tratado a bastantes niños a lo largo de estos años con retrasos en el lenguaje. Muchos padres acuden, con desconocimiento, por no saber qué le pasa. Otros, que ya han tenido hijos antes, saben que no es normal que el niño no haya comenzado a hablar. Cada caso, es diferente. David y Cristina aseguran que hacen un trabajo muy dedicado a cada uno y siempre ven resultados, aunque bien es cierto que “depende de cada uno y de sus capacidades. Hay niños a los que les cuesta mucho menos empezar a hablar, cada persona es un mundo”.

Imagen de Cristina Rayo

Resulta curioso pensar que un niño va al logopeda porque no está desarrollando sus facultades de habla por las mascarillas y, justamente en estos espacios, es obligatoria llevarla. A problemas, soluciones o así lo ven David y Cristina. Ellos, en estos casos, no la utilizan. Se la bajan para poder hacer los ejercicios correctamente y que los niños sean capaces de observar los movimientos que hacen con la boca.

Mascarillas en colegios

Las mascarillas en los colegios son una incógnita. Pese a no ser necesaria en espacios privados, muchos docentes siguen utilizándola en las aulas. Sin embargo, lo que es bueno para protegerse del virus, no lo es tanto a la hora de estimular el lenguaje de los niños.

Los logopedas, por su parte, tienen sentimientos encontrados en este tema ya que es “una decisión complicada y personal”. Sin embargo, “sí que convendría quitársela en edades muy tempranas”, es decir, infantil.

Un paradigma que quizá cambie con el inicio del nuevo curso escolar.

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