Castilla y León ya cuenta con una inyección de 38,24 millones de euros de fondos europeos que le permitirán avanzar en la reconstrucción de su sistema sanitario, muy tocado por dos años de pandemia pero que ahora quiere resurgir de sus cenizas. Son fondos que se destinarán a la transformación digital, al desarrollo sostenible y al reto verde, retos que también implican a la Consejería de Sanidad, donde la innovación organizativa y tecnológica cobra una importancia vital.

Los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de los Next Generation captados por el departamento que dirige ahora Alejandro Vázquez se dedicarán a cuatro grandes frentes, que abarcan los dos niveles asistenciales, tanto Atención Primaria como Especializada. Así, 37,3 millones se destinarán a reducir la obsolescencia del parque tecnológico de los hospitales y a ampliar el equipamiento de alta tecnología de los centros de Sacyl, el groso de la inversión de los fondos de Europa conocida por Ical.

Otros 667.362 euros serán para mejorar las herramientas de información destinadas a la vigilancia en Salud Pública, una de las patas del sistema cuyas carencias ha dejado en evidencia la crisis del COVID-19. A ello se une una inversión de 119.979 euros para continuar trabajando en la prevención del cáncer, y otra de 153.574 para avanzar y reforzar la formación de los profesionales.

Renovación tecnológica

Los 37,3 millones para renovación y ampliación de equipamiento de alta tecnología forman parte del Plan de Inversión de Equipos de Alta Tecnología (INVEAT), impulsado por el Gobierno de España, y que permitirá a Castilla y León ampliar y renovar casi 40 equipos diagnósticos y de tratamiento de patologías de alto impacto social.

Figuran entre ellos cinco aceleradores lineales, 14 TACs, dos resonancias magnéticas, siete gammacámaras, cuatro angiógrafos –uno de ellos para neurorradiología- y una sala de hemodinámica. Además, también se adquirirán otros tres PET-TAC, una resonancia magnética y dos angiógrafos.

El Plan INVEAT renovará el cien por cien de los equipos que tienen 12 años o más y, adicionalmente, los aceleradores lineales y los equipos de tomografía computerizada de diez u once años, en línea con las recomendaciones de las sociedades científicas.

Asimismo, se elevará, como mínimo un 15 por ciento, la tasa media de densidad de equipos de alta tecnología por cada 100.000 habitantes, con objeto de mejorar la equidad en el acceso en todo el territorio nacional, acercar el servicio a los pacientes y situar al Sistema Nacional de Salud, de forma progresiva, en la media europea.

Distribución

Por provincias, el plan permitirá a Ávila contar con dos nuevos equipos (acelerador lineal y TAC); otros dos para Burgos (TAC para Aranda de Duero y Miranda de Ebro); y once a León (un TAC para El Bierzo y un TAC, TAC planificador, tres gammacámaras SPETC-TC, dos angiógrafos vasculares, un acelerador lineal, una hemodinámica y un PET-TAC para el CAULE).

Por su parte, Palencia sumará un TAC; Salamanca ocho equipos (dos aceleradores lineales, un TAC planificador, una resonancia, dos gammacámaras, un angiógrafo vascular y un PET-TAC); Segovia un angiógrafo vascular; Soria un TAC; Valladolid nueve equipos (un acelerador, un TAC, una resonancia, dos gammacámaras y un PET-TAC para el Clínico, un TAC para Medina del Campo y un angiógrafo para neurorradiología y una resonancia 3T para el HURH); y Zamora cuatro (tres TAC y un angiógrafo vascular).