El 30 de diciembre de 2020 ya pasará a la historia. Después de que el pasado domingo, 27 de diciembre, las primeras vacunas se administraran en Castilla y León en una residencia de Cevico de la Torre, este miércoles lo ha hecho ya en todas las provincias de la comunidad y se prevé que, desde ahora, ya no pare hasta lograr la ansiada inmunización de grupo. 

Desde primera hora el personal sanitario encargado de ello se encuentra vacunando en los primeros centros residenciales elegidos para ello, donde han explicado el funcionamiento y los pasos a seguir de la vacuna. 

De esta manera, en primer lugar, al estar la vacuna congelada, precisa de un tiempo de escongelación antes de reconstituirla dejándola a temperatura ambiente. Tras ello, la vacunación propiamente dicha, para lo que no hay un brazo preferente aunque, eso sí, en personas con poca masa muscular también se puede aplicar en el muslo. 

En este momento se debe tener cuidado con las personas con alergias conocidas previamente, si bien "no está contraindicado a no ser que sea a la propia vacuna" así como a la gente que toma anticoagulantes orales, para los que hay un protocolo especial. De hecho, en esta primera tanda no se vacunará a aquellos que estén pasando por una enfermedad aguda. 

Tras la administración de la vacuna se debe vigilar a los pacientes durante una media hora, aunque en principio no debería pasar nada. Sin embargo, como en cualquier otra vacuna, puede darse algún tipo de reacción. 

Con la vacuna, eso sí, no se alcanza la inmunidad, sino que es necesaria una segunda dosis que, como destacó el personal sanitario en los centros residenciales, se debe administrar a los 21 días de la primera, cuando también se vacunará a aquellos que no pudieron hacerlo en esta primera fase, por lo que habrá que regresar posteriormente para la segunda. 

La inmunidad, mientras, se alcanza entre el séptimo y el décimo día desde la puesta de la segunda dosis, por lo que es importante seguir manteniendo las medidas de higiene y las mascarillas hasta bastante después de vacunarse. 

La vacuna que se administra ya en Castilla y León es un medicamento que ha obtenido la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tras haber superado los análisis de calidad y seguridad, habiendo sido testada en más de 44.000 voluntarios de dieciséis o más años en su fase III, siendo las reacciones adversas observadas más frecuentemente la fatiga, cefalea, dolores musculares, escalofríos y fiebre, por ese orden, efectos similares a los de la vacuna de la gripe y que remiten con medidas sencillas o medicación habitual.