El verano es sinónimo de excesos para una buena parte de la población en lo que a alimentación se refiere.
Por lo general, el buen tiempo y las vacaciones llevan a un gran número de personas a beber más refrescos y bebidas alcohólicas, y también a comer alimentos poco saludables con más frecuencia que el resto del año.
Una realidad que puede llegar a resultar contraproducente, teniendo en cuenta que en la época estival es "fundamental" mantenerse hidratado y este tipo de cosas no lo favorecen en absoluto.
Así lo ha explicado en declaraciones a este periódico la nutricionista vallisoletana Laura Moya, quien destaca la importancia de cuidar la alimentación también en verano.
Preferiblemente, a través de alimentos más frescos y ricos en agua para fomentar la hidratación, tan importante en esta temporada en la que las altas temperaturas consiguen el efecto contrario. Porque "al sudar más, se pierde más agua".
La experta asegura que lo recomendado es "llevar una dieta baja en grasas y azúcares, y rica en frutas, verduras, legumbres, cereales y semillas integrales, y moverse".
Así, detalla que lo ideal es tomar tres frutas y dos verduras y cubrir el calcio suficiente de manera diaria, e ingerir dos pescados azules y legumbres al menos dos días a la semana.
Todo ello, sumado a una ingesta de agua continua a lo largo de todo el día, "garantizará una rutina alimentaria saludable y también la hidratación", afirma.
En este sentido, Moya aprovecha la ocasión para desmontar los falsos mitos que existen en relación a ciertos alimentos objeto de debate permanente, que separan a los que sí los recomiendan frente a los que, por el contrario, piensan que no son tan saludables como parecen.
Es el caso de la sandía y el melón. Y es que, mientras que algunos expertos defienden que la sandía tiene demasiado agua y puede provocar sobrehidratación, y que el melón es una fruta con muchas calorías, Laura asegura que "la sandía tiene un porcentaje de agua muy similar al del melón y que este se encuentra entre las frutas de menor densidad calórica".
Laura Moya, nutricionista
"Se cree que tiene muchas calorías y es de las que menos", sostiene. Por ello, en su caso las recomienda al 100%, aunque con moderación e intentando combinarlas con "otras variedades y colores" dado que "cada una nos aporta distintas vitaminas y minerales".
"No hay ninguna fruta prohibida o que no sea recomendable tomar. Todas son buenas. Lo importante es tomar tres al día y evitar aumentar el número de raciones", añade.
Asimismo, advierte de que "las bebidas azucaradas no favorecen la hidratación" y que aquellas que llevan alcohol "incluso deshidratan". Por ello, afirma que estas no son "las más adecuadas para hidratarse" y que en este caso no hay nada mejor que el agua.
"Mucha gente usa la cerveza como reposición del ejercicio y lo que realmente ayuda a recuperar es una bebida isotónica, porque los refrescos y las bebidas con alcohol dan calorías vacías y hacen el efecto contrario a la hidratación", revela.
La experta también ha desmontado el falso mito relacionado con el helado. Y es que, aunque muchos piensan que sí, "el helado no es digestivo". "Tiene azúcar y grasa, con lo cual, no ayuda a hacer la digestión", explica.
Con todo ello, su mejor consejo de cara al verano se centra en "intentar mantener en la dieta diaria los alimentos sanos que ayudan a la hidratación, eliminar los que deshidratan", como los citados anteriormente, "y controlar los excesos".
Porque, según advierte, "no hay nada milagroso" para depurar rápidamente el cuerpo. "La clave está en tener un hilo conductor saludable en todo momento y que los excesos sean moderados e integrados", concluye.