La Asamblea Ciudadana Valladolid por el Clima organiza este viernes, 17 de septiembre, una jornada reivindicativa para reclamar "ya" otra movilidad "necesaria" en la ciudad y reclamar a las instituciones políticas "serias" y "ambiciosas" en favor de la salud de los ciudadanos.

La jornada, bajo el título 'Otra movilidad es posible: menos coches, más salud', se desarrollará entre las 17.00 y las 22.00 horas en la calle Macías Picavea, han informado fuentes de la Asamblea, que conforman un grupo "abierto" de personas y organizaciones que trabajan desde hace tiempo en actos y movilizaciones con el objetivo de concienciar sobre la emergencia que supone el cambio climático y la necesidad de transformar de manera urgente la movilidad, el consumo, etcétera, para mitigar sus consecuencias que ya se están "sufriendo".

Así, han explicado que han querido organizar una tarde reivindicativa, al margen del Ayuntamiento, para exigir, tanto a este como al resto de instituciones, "medidas políticas serias y ambiciosas con objetivos transformadores y medibles respecto a la movilidad y al plan de calidad del aire, si de verdad les importa la salud de los ciudadanos".

Por ello, la ubicación elegida es la calle Macías Picavea, en la que esa tarde se restringirá la circulación de vehículos a motor, pero para la que demandan su "urgente peatonalización" como parte de ese plan "ambicioso" para la ciudad.

La Asamblea invitamos a toda la ciudadanía a ser partícipe de las actividades que celebrarán de manera propositiva, sobre las posibilidades de "otra" movilidad en Valladolid.

Así, ha señalado que abordarán el transporte, sus problemáticas y oportunidades, desde distintos ámbitos como el desplazamiento a los lugares de trabajo, las cuestiones relativas al género, la edad o las diversas capacidades o desde la perspectiva de usuarios de bicicleta o personas interesadas en usarla más allá del ocio.

Lugar de debate



También se tendrá un espacio para el debate colectivo del Plan de calidad del aire y las Zonas de bajas emisiones, ha añadido la Asamblea, que ha explicado que la mala calidad del aire y los incumplimientos "sucesivos" en Valladolid del objetivo legal para la protección de la salud respecto a los niveles de ozono y dióxido de nitrógeno (NO2) (tanto los registrados en la red oficial de control como en los controles alternativos) "exigen coherencia y urgencia" a la hora de poner en marcha medidas estructurales y permanentes para combatir la contaminación, disminuir el ruido y favorecer el bienestar de la población.

En este sentido, el colectivo ha agregado que el protocolo de emergencia para proteger la salud de la población ha tenido que activarse ya en más de 70 ocasiones desde su aprobación en abril de 2017 y el borrador del Plan presentado por el Ayuntamiento en la Agenda Local 21 resulta, a su juicio, "insuficiente" para abordar este "grave" problema.

La Asamblea considera que las zonas de bajas emisiones deberían ser mucho más amplias y contemplar el exceso de tráfico y la polución también en los barrios, con una apuesta real por la movilidad activa y el transporte público accesible para todos de manera inmediata.

En esta línea, ha explicado que la transición energética y el cambio en la movilidad forman parte, "inevitablemente", de un cambio global "que no puede dejar a nadie atrás" y ha apuntado que los principales causantes del problema, petroleras, energéticas, grandes transnacionales de la agroindustria, etcétera, "deben asumir su mayor responsabilidad en el coste de las soluciones, por justicia social y para que la población no perciba con rechazo y frustración las exigencias y el compromiso que este gran reto requiere".

Así, consideran que la posibilidad de reducir el número de coches o vehículos contaminantes que circulan por la ciudad conseguiría, entre otras cosas, salvar vidas y un necesario ahorro energético.

En definitiva, la Asamblea cree que "otra movilidad es posible" para mejorar la vida de residentes y transeúntes, fomentar el comercio de proximidad, disminuir el ruido, mejorar el descanso, disfrutar de un ocio más seguro sobre todo para los más vulnerables y, en resumen, "para recuperar el espacio público para los ciudadanos haciendo las ciudades más amables y vivibles".