Una investigación que acaba de publicarse en la revista ‘Communications Biology’, del Grupo Nature, aporta nuevos datos importantes sobre la evolución de la columna vertebral de los mamíferos carnívoros. El estudio, encabezado por la Universidad de Málaga, ha contado con la colaboración del Museo de Anatomía de la Universidad de Valladolid (UVa) y de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y ha descubierto la relevancia de la región toracolumbar en su adaptación locomotora.



El Museo de Anatomía de la UVa colabora habitualmente con grupos investigadores nacionales e internacionales, ya que dispone de la colección osteológica más extensa y completa del país. Esta amplia muestra de huesos de animales es clave para la realización de estudios paleontológicos de anatomía comparada como este.



“Los investigadores realizan disecciones en animales actuales y consultan el material osteológico que tenemos. Como ellos trabajan con animales extintos, con fósiles, tratan de inferir la morfología de ese animal comparándolo con los animales actuales”, explica a DiCYT Juan Francisco Pastor, profesor de la UVa y responsable del Museo de Anatomía.



En este trabajo concreto se han analizado meticulosamente 44 especies de carnívoros, la mayoría procedente del Museo de la UVa, y en total se han escaneado en 3D y analizado 1.097 vértebras. Asimismo, se han recogido los hábitos de cada especie –cómo se desplazan, si son capaces de subirse a los árboles, su comportamiento depredador, etc.- para estudiar en serie estructuras análogas.



Los investigadores plantearon la hipótesis de que los diferentes sectores de la columna vertebral de los mamíferos en general, aunque más específicamente de los carnívoros, –las vértebras cervicales, torácicas, lumbares, sacras y coccígeas- han sido muy estables a lo largo de la historia evolutiva.



“El más estable es el sector cervical, todos los animales tienen siete vértebras en ese sector, salvo dos especies de perezosos –de las cuales una tiene seis y la otro ocho o nueve vértebras- y los manatíes –que tienen seis-. El sector torácico y el sector lumbar sí presentan variaciones en las vértebras, pero esas variaciones se concentran sobre todo en la zona toracolumbar, la zona de intersección entre las vértebras torácicas y las vértebras lumbares”, detalla Pastor.



Un hecho, este último, que representa el principal hallazgo de este trabajo. “Los resultados demuestran la importancia de la región toracolumbar como una innovación que permite la versatilidad evolutiva de la locomoción de los mamíferos”, indican los autores en el artículo.



“Dependiendo de las adaptaciones del animal a su medio ambiente y a su forma de vida van a variar las vértebras, pero solo en ese pequeño sector”, subraya el investigador de la UVa, quien agrega que no se observan otras modificaciones en el sector alto de la columna torácica ni en las últimas lumbares. Un importante avance para comprender mejor cómo evolucionaron estos animales tan diversos.