Los matrimonios por la Iglesia descendieron un 29,3% en los últimos cinco años antes de la pandemia, pasando de más de 51.000 en 2015 a menos de 37.000 en 2019, según se desprende de la Memoria Anual de Actividades de la Conferencia Episcopal Española, con datos de 2019.

En concreto, en 2015 se celebraron 51.810 matrimonios por la Iglesia; 50.805 en 2016; 46.556 en 2017; 41.975 en 2018 y 36.650 en 2019. Estos datos no tienen en cuenta aún el año 2020, cuando los matrimonios tuvieron que descender necesariamente debido a la pandemia del coronavirus, pues durante el confinamiento no se pudieron celebrar bodas y, posteriormente, se exigió un máximo de aforo.

Este descenso también se observa en los bautizos y primeras comuniones. En concreto, los bautismos han experimentado un descenso de un 23,9% en cinco años, pasando de 231.254 en 2015 a 175.844 en 2019; y las comuniones han caído un 14,8%, pasando de 240.094 en 2015 hasta las 204.618 en 2019.

"En lo que se refiere a la cuestión de bautismos y matrimonios, la disminución ahí está, se puede ver en las memorias de los sucesivos años", ha precisado el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, este martes 11 de mayo en rueda de prensa para presentar la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España 2019.

Esta Memoria, según ha explicado el también obispo auxiliar de Valladolid es "un deber de rendición de cuentas y de transparencia", ante el Estado y ante la ciudadanía pero "sobre todo, una expresión de agradecimiento".

En el documento, se desgrana a qué actividades van destinados los fondos recaudados por la Iglesia a través de su casilla en la Declaración de la Renta, que ascendieron a 301,2 millones de euros en 2019, un récord histórico, 16 millones de euros más que el año anterior.

Si bien, Argüello ha precisado que los datos que se presentan este año, correspondientes a la actividad de la Iglesia en 2019 son "prepandemia", por lo que prevén que sea en la Memoria del próximo año donde se observen los efectos de esta crisis, de las "limitaciones" impuestas por la pandemia, del "desafío singular por la situación económica derivada" de la emergencia sanitaria y del incremento de necesidades de la población.

"Está siendo un desafío grande y prevemos que en el porvenir, este desafío, si cabe, va a ser mayor", ha avisado el secretario general y portavoz de la CEE.

Un 78% de diócesis sometidas a auditoría

Entre las novedades de esta Memoria, la directora de la Oficina de Transparencia, Ester Martín, ha destacado que, por primera vez, han solicitado a todas las diócesis las declaraciones de los impuestos sobre Sociedades, en línea con las recomendaciones del Tribunal de Cuentas. Asimismo, ha puesto de relieve que, en los últimos 9 años, el 78% de las diócesis y más de 240 parroquias se han sometido a procesos de revisión externa.

Según los datos presentados, en 2019 el 65% de las diócesis españolas tuvo superávit mientras que el 35% tuvo déficit. En este sentido, Argüello ha precisado que en los casos de déficit, analizan si la situación se prolonga durante varios años o solo uno, pudiendo deberse, por ejemplo, a la edificación de un templo, para estudiar si existe una situación de especial dificultad.

También ha indicado que en las últimas décadas han observado un incremento de personas contratadas en los centros y colegios de la Iglesia, frente a quienes desempeñan su labor en ellos por vocación y gratuitamente.



Sin trabajo gratuito, la acción de la iglesia es insostenible 

Esto se debe, según ha dicho, a la necesidad de profesionales expertos en psicología o con formación jurídica, entre otros campos. Por ello, ha hecho una convocatoria a "no solo poner la X sino a ofrecer tiempo" porque "sin el trabajo gratuito, la acción de la Iglesia sería insostenible".

De los datos de la Memoria se desprende que el 79% de los recursos que llegan a través de la asignación tributaria se envían directamente a las diócesis (206,2 millones de euros en 2019). El 20% restante se destina a pagar la Seguridad Social del Clero (22,5 millones); aportaciones extraordinarias a las Cáritas diocesanas (6,4 millones); campañas de comunicación y Plan de Transparencia (casi 6 millones); o proyectos de rehabilitación y construcción de templos (3,9 millones), entre otros.

Además, según el documento, la cantidad destinada por las diócesis y parroquias de manera directa a la realización de acciones pastorales y asistenciales en 2019 fue de 229,1 millones de euros, lo que supone un incremento de 9 millones de euros con respecto al año anterior.

Más de 4 millones de personas atendidas 

En concreto, dentro de la actividad caritativa y asistencial, la Memoria recoge el trabajo realizado por la Iglesia en sus 9.163 centros sociales y asistenciales (un 71,7% más que hace 10 años), donde han atendido a más de 4 millones de personas en 2019.

Los centros para mitigar la pobreza son los más numerosos (6.336), donde atendieron a 2,1 millones de personas. En concreto, Ester Martín ha puesto de relieve que en 2019, más de medio millón de personas pasaron por los comedores sociales de la Iglesia, una cantidad que seguramente se verá incrementada en la siguiente Memoria correspondiente a 2020 debido a la pandemia.

Les siguen los centros de menores y para tutela de la infancia (436) donde acompañaron a 61.935 niños, niñas y jóvenes; los centros para promover el trabajo o los centros para la defensa de la vida y la familia.

137 centros de asistencia a migrantes 

También destacan los centros de asistencia a migrantes, cuya actividad ha crecido, sobre todo, por el incremento de la llegada de pateras a las Islas Canarias. Según ha precisado Ester Martín, centros como la Casa de Acogida de San Antonio de Padua en Tenerife, de Cáritas, recibe a centenares de inmigrantes cada año. En total, la Iglesia cuenta con 137 centros con 142.937 beneficiarios.

Igualmente, la Iglesia católica española ayuda a mujeres víctimas de algún tipo de violencia o en situación de vulnerabilidad a través de 127 centros repartidos por todo el país, en los que atendió a 24.000 beneficiarias en 2019.

Asimismo, la Memoria destaca la actividad educativa de la Iglesia, con más de 2.500 centros católicos, donde dan clase a 1,5 millones de alumnos y alumnas, y en los que trabajan unas 130.000 personas.

También detalla que hay casi 23.000 parroquias, más de 11.000 de ellas rurales; 16.960 sacerdotes; 37.286 religiosos y religiosas; 8.739 monjes y monjas de clausura; y casi 11.000 misioneros y misioneras. Según ha precisado Argüello, la pandemia ha afectado a muchos sacerdotes, religiosos y catequistas, y aunque la mayoría han sido asintomáticos, también algunos han fallecido.

En cuanto a las misas, la Memoria revela que más de 9,3 millones de personas asisten regularmente a misa, lo que supone un incremento con respecto al año anterior, cuando acudían 8,3 millones; aunque también representa un descenso con respecto a hace cinco años, cuando sumaban más de 10 millones.