S. Calleja



Nunca la ciencia antes había pisado el acelerador tan a fondo no sólo para desarrollar vacunas frente al COVID-19, sino también para frenar la expansión de un virus y sus secuelas. Sólo en Castilla y León y en seis meses, ha provocado que 334 investigadores se vuelquen en obtener resultados a corto plazo para ser implantados de manera inmediata en la práctica clínica, y contribuir a contener la propagación de la enfermedad y a proteger a la población.

Este fue el objetivo que se marcó la convocatoria extraordinaria y urgente de ayudas de la Gerencia Regional de Salud para financiar proyectos de investigación en enfermedad COVID-19 que se desarrollaran en los centros de Sacyl, y que se traduce hoy en 61 investigaciones vivas de muy diversos ámbitos, que ya se están aplicando en algunos centros o que están sirviendo de guía al Comité de Expertos de Castilla y León en sus recomendaciones e indicaciones para tomar decisiones y en la lucha contra la pandemia.

La convocatoria se planteó con el objetivo de obtener resultados a corto plazo para ser implantados de manera inmediata en la práctica clínica. Por esta razón, una vez recibidas las memorias económicas y científicas de los proyectos, Sacyl solicitó a los investigadores principales de los proyectos financiados que aportaran las conclusiones.

En estos momentos, se han recibido 41 informes con las conclusiones más relevantes de los proyectos de los que 14 se centran en la identificación y caracterización de factores de riesgo y factores pronósticos de la enfermedad COVID-19; otro en factores ambientales y sociales de la propagación y la dinámica poblacional de la infección, a los que se unen dos sobre inteligencia artificial y análisis masivo de datos integrados orientados al control epidemiológico.

Además, tres grupos se han centrado en la caracterización virológica del SARS-CoV-2 y en analizar el rendimiento de las estrategias de diagnóstico microbiológico, y uno, en el diseño de algoritmos que permitan predecir el diagnóstico o la gravedad de la enfermedad con fines de estratificación y triaje asistencial.

También hay cinco proyectos sobre variabilidad y efectividad de las intervenciones diagnósticas, terapéuticas, de cuidados y seguimiento; uno que aborda la respuesta inmunológica al virus y la duración de la respuesta inmunitaria, junto a tres sobre nuevos modelos de atención desarrollados durante la pandemia y su impacto en salud y en la satisfacción de pacientes y profesionales. A estos se unen otros cuatro sobre identificación de necesidades de la población y profesionales no satisfechas durante la pandemia, y uno más se centra en el desarrollo de modelos de predicción sobre la posible evolución y la identificación de señales de alerta. También, hay seis que analizan el impacto de la enfermedad.

A la convocatoria concurrieron 715 profesionales con 133 proyectos, aunque al final sólo pasaron la criba 61 proyectos, con un total de 334 profesionales implicados, que recibieron una financiación global de 345.000 euros. De los 61 proyectos, 50 se corresponden con investigaciones desarrolladas en los ámbitos hospitalarios y de emergencias sanitarias, el 82 por ciento, y once, en el de Atención Primaria, el otro 18 por ciento.

En ellos están volcados 251 médicos, 28 enfermeras. y 55 profesionales de otras categorías. Hay 117 investigadores menores de 35 años; 281 investigadores pertenecen a Sacyl y 53 a otras entidades o empresas.

En cuanto al investigador principal, 55 son médicos, tres de ellos MIR: uno del Hospital Clínico Universitario de Valladolid; otro del Complejo Asistencial de León, y el tercero, de la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca. Además, hay un biólogo como investigador principal y cinco enfermeras, que trabajan en el Clínico y en el Río Hortega de Valladolid, en el Hospital Universitario de Burgos, en la Gerencia de Emergencias Sanitarias y en la Gerencia de Atención Primaria de León.

De los 61 proyectos, 29 proyectos se han llevado a cabo por equipos en los que todos sus miembros pertenecen a Sacyl, y 32 han sido proyectos en los que han colaborado profesionales de la Gerencia Regional de Salud con otras entidades o empresas.