La Junta de Castilla y León ha informado, este jueves 28 de enero, de 435 nuevos contagios en la provincia de Salamanca por COVID-19 y cinco fallecidos más, unas cifras muy altas que, sin embargo, siguen apuntando a algo de esperanza. 

Y es que hay datos que incitan a ello. En primer lugar, esta semana, a falta de que finalice no se ha llegado a los 500 casos que sí hubo la semana pasada en dos ocasiones por lo que el pico podría haberse pasado ya. De hecho, es casi un hecho porque eso se ha conseguido sin que el índice reproductivo básico descendiera de uno. 

Esto mismo se ha conseguido durante los datos de este jueves que, por primera vez desde diciembre, ya baja de la unidad. Ello quiere decir que una persona ya no contagia a otra y, por tanto, los casos dejan de ser exponenciales. El crecimiento se acaba y llega el turno del descenso de casos. A menor número, mayor bajada. 

De momento ha descendido a 0,99 pero la dinámica es positiva. No en vano, el último día por debajo de este número fue el 26 de diciembre, con 0,91, tras lo que empezó un ascenso vertiginoso que llevó posteriormente a un crecimiento sin igual de contagios. Eso sí, tardó unos días en trasladarse por lo que también ocurrirá lo mismo en el descenso para que sea claro. Sin embargo, este se producirá más pronto que tarde.

Esta es la evolución en el mes de enero en Salamanca del RT: