Rionegro del Puente, conocido en carballés como Rionegru, es un pequeño municipio de la provincia de Zamora que apenas supera los 234 habitantes, según el último dato del INE.
Sin embargo, su modesta población no impide que la gastronomía del lugar atraiga visitantes de toda España. "Un espectáculo de sabores y sensaciones", aseguran quienes lo han descubierto y dejan buena cuenta de su opinión en redes sociales.
Cabeza de la comarca de La Carballeda, Rionegro del Puente integra también las localidades de Santa Eulalia del Río Negro, Valleluengo y Villar de Farfón. El municipio se encuentra a 84 kilómetros de Zamora, atravesado por la autovía A-52 y las carreteras N-525, N-631 y ZA-111, que facilitan el acceso desde distintos puntos de la provincia.
El relieve es predominantemente llano, marcado por los ríos Negro y Tera. El primero desemboca en el segundo al sur del pueblo, donde se encuentra el embalse de Nuestra Señora de Agavanzal.
La proximidad de este pueblo a la Sierra de la Culebra, la Sierra de la Cabrera Baja y al Lago de Sanabria dota a la zona de una fauna rica y variada, con lobos, jabalíes, corzos y cigüeñas. Un espectáculo único para los amantes de la naturaleza.
El Camino de Santiago Sanabrés atraviesa Rionegro del Puente y su revitalización llevó a restaurar en 2007 el antiguo 'hospital de peregrinos' de la cofradía de los Falifos. Mantener su misión primigenia, acoger y atender a los peregrinos, conecta al municipio con siglos de historia y, cómo no, atrae visitantes al calor del Camino.
Pero si hay un lugar que ha convertido a Rionegro en un destino gastronómico es El Empalme. Situado en el cruce de las carreteras N-525 y N-631, esta venta del año 1711 ha ganado fama por su cocina casera basada en setas y carne de caza. Desde hace quince años luce un Sol de la Guía Repsol y se ha consolidado como un lugar de culto para quienes buscan un buen producto local y creatividad culinaria.
Gloria y Elías Martín son la pareja que regenta El Empalme desde hace cuatro décadas. Sus puertas siempre están abiertas a los productos de la provincia, destacando la carne de caza y las setas como protagonistas de su propuesta. Tal es su fama, que algunos de sus platos han deleitado tanto a Jefes de Estado, como a los comensales del Hotel Ritz de Madrid, y su experiencia atrae a aprendices de los restaurantes más selectos del país.
El Empalme
Las reseñas de quienes visitan El Empalme son unánimes en elogios. Javi asegura que es "un lugar a visitar al menos una vez en la vida" y recomienda acudir con la mente abierta para disfrutar de un menú degustación distinto en cada ocasión.
Susana describe la experiencia como "un espectáculo, una mezcla de sabores indescriptible, una presentación con mucho detalle, una calidad excelente". Óscar subraya la sensación de volver a otra época: "Entrar en El Empalme es regresar a otra época, la comida y el cliente vale lo que vale".
El éxito de El Empalme no reside únicamente en la comida. La calidez del trato y la dedicación de Gloria y su equipo, incluido Carlos, el camarero atento, hacen que cada visita sea única. "Siempre hay que reservar con antelación", aconsejan los clientes, quienes destacan la experiencia completa: desde la cocina hasta la historia del lugar.
Rionegro del Puente es un ejemplo de cómo un pequeño municipio puede transformar su riqueza natural y cultural en un atractivo gastronómico de primer nivel.
En apenas 230 habitantes, el pueblo combina historia, paisaje y sabor, ofreciendo un rincón de Zamora que, aunque desconocido para muchos, se convierte en una experiencia inolvidable. "Hay que venir una vez en la vida", coinciden quienes lo descubren.
