El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Zamora, Diego Bernardo, ha confirmado que la tasa de basuras no subirá en 2026.
El Ayuntamiento mantendrá congelado el recibo de 70 euros al considerar que la normativa estatal y europea sobre residuos sigue sin ofrecer criterios claros para aplicar una tarifa que cumpla todos los requisitos legales.
Se refiere el concejal a la Directiva (UE) 2018/851, la cual obliga a que el pago por la gestión de residuos incentive la correcta separación y eliminación de los mismos.
España la incorporó mediante la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que exige a los municipios de más de 5.000 habitantes calcular la tasa en función del coste real del servicio.
Bernardo ha explicado que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha señalado en las últimas semanas que muchos ayuntamientos han incrementado notablemente su tasa de basuras, pero sin cumplir los criterios que exige esta ley. La normativa marca dos obligaciones: que el servicio no sea deficitario y que se incentive el reciclaje.
Según Bernardo, muchos de estos consistorios han decidido cumplir solo con una de las partes de la nueva normativa "que es que el servicio no sea deficitario", pero sin cumplir esa segunda parte.
El edil sostiene que ese tipo de modelos no favorecen el reciclaje porque "dos viviendas que tengan cuatro personas empadronadas, una puede reciclar más que otra".
Y añade que, según la OCU, varios consistorios han subido el recibo sin ajustarse al segundo criterio, lo que está generando reclamaciones, que no es en el caso de Zamora.
Bernardo afirma que la organización de consumidores "nos ha dado la razón", porque está defendiendo exactamente lo que el Ayuntamiento de Zamora dijo desde el primer momento: "no vamos a subir una tasa sin saber cómo hay que hacerlo".
El concejal de Hacienda dice que poner en marcha una fórmula provisional supondría arriesgarse a una cascada de reclamaciones posteriores si esa fórmula se declarara incorrecta.
El edil cifra en 1.325.000 euros el déficit actual del servicio. El presupuesto municipal contempla 3.400.000 euros de ingresos por la tasa, mientras que la recogida de residuos y el tratamiento en el CTR ascienden a 4.725.000 euros.
Bernardo insiste en que, si se aplicara una fórmula ajustada a la ley, "ningún ciudadano de Zamora pagaría menos de lo que está pagando ahora", porque sería necesario incrementar la recaudación en esa cantidad.
Aun así, el Ayuntamiento evitará subir el recibo. Bernardo sostiene que "cumplir es prácticamente imposible" porque la normativa no establece con precisión qué criterios deben primar.
Y recuerda que el consistorio advirtió desde el principio que actuar sin una guía clara podía obligar a rectificaciones sucesivas. Diego Bernardo se niega a subir la tasa para que "al año siguiente esté mal recaudada y lo tengamos que recolocar de otra manera".
Por ese mismo motivo, el concejal explica que varios ayuntamientos ya han solicitado a la Unión Europea instrucciones sobre cómo deben calcularse las nuevas tarifas.
Así que reitera que, por un lado están los ayuntamientos han tocado la tasa sin un modelo definido. Por otro, Zamora, que ha optado por esperar para evitar "perjudicar el dinero de los zamoranos".
El concejal ha recalcado que las reclamaciones a ayuntamientos proceden de aquellos "que han incrementado exponencialmente la tasa". Pero que en Zamora, aclara, el incremento aprobado en su día respondió a la normativa y no a decisiones arbitrarias, ya que se hizo "precisamente por lo que acaba de darnos la razón OCU".
Bernardo también expresa dudas sobre si una tasa es la herramienta adecuada para fomentar el reciclaje. El concejal afirma que no está "convencido" y considera que la subida estaría injustificada sin un método claro para vincular el recibo al comportamiento ambiental de cada hogar.
Por lo que, de cara a 2026, el Ayuntamiento mantendrá su posición y no subirá la tasa mientras no existan criterios oficiales, ya sean estatales o europeos.
Bernardo concluye que el Consistorio zamorano no está dispuesto a actuar "perjudicando" el bolsillo del ciudadano y recuerda que el presupuesto municipal debe manejarse con prudencia.
