Publicada

La UTE compuesta por la zamorana Ingeniería Románica y la gallega Frisaqués, adjudicataria de las obras del Mercado de Abastos de Zamora, ha solicitado un modificado que podría suponer un incremento de hasta 775.000 más IVA sobre el presupuesto inicial.

La petición se debe a la aparición de restos arqueológicos no previstos y a un cambio en la conexión eléctrica requerido por Iberdrola.

El concejal de Promoción Económica y Protección Ciudadana, David Gago, ha explicado a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que la intervención se ha visto alterada porque los restos localizados no coinciden con lo que recogía el proyecto. "Lo que apareció se esperaba, pero no ha aparecido como se esperaba que apareciera", ha señalado.

El diseño inicial contemplaba la cabecera de la iglesia de San Salvador de la Vi y varias tumbas en una ubicación concreta. Sin embargo, los restos se han hallado a menos de un metro de la superficie, lo que obliga a replantear la bajada a la planta sótano, modificar barandillas y escaleras y construir una nueva estructura.

Según Gago, Patrimonio ha sugerido conservar las tumbas y adaptar el proyecto para hacer visitable la cabecera de la antigua iglesia. "No hay que modificar el proyecto en sí, sino adaptar esos yacimientos arqueológicos al proyecto del mercado", ha aclarado.

Sobre la cifra solicitada por la empresa, Gago ha indicado que las empresas en estos casos suelen plantear el máximo legal permitido en estos casos, equivalente al 20% del contrato. "Normalmente casi todas las empresas suelen plantear el máximo para no andar pillados", dijo. Así que con un presupuesto que finalmente se quedó en 3.875.000 euros, ese porcentaje rondaría los 775.000 euros, más IVA.

El concejal ha aclarado que este incremento no anula la rebaja obtenida en la adjudicación, de unos 950.000 euros, porque se trata de "obras sobrevenidas" que cualquier empresa tendría que acometer y que no forman parte de los cálculos iniciales.

Tumbas y una nueva conexión de la subestación eléctrica

El problema principal deriva de la aparición de entre cinco y seis tumbas en el área de intervención. La Comisión de Patrimonio deberá autorizar la propuesta de integración de estos restos en el proyecto definitivo. "Al final empiezas a trabajar en una obra de estas características y te encuentras con problemas. Y más con esta carga arqueológica", ha reconocido Gago.

El concejal ha detallado también que, además de esta cuestión, Iberdrola ha solicitado variar la conexión de la subestación eléctrica.

En lugar de enganchar a un centro de transformación previsto inicialmente, se requiere hacerlo en otro distinto por una cuestión de potencia, por petición de Iberdrola.

El proceso de tramitación incluye varios pasos. La empresa ha trasladado la propuesta al director de obra, que ya ha confirmado la necesidad de los cambios. Este informe se ha remitido al funcionario municipal de obras responsable del contrato, que deberá evaluar la viabilidad técnica. Después pasará a la Comisión de Patrimonio y, finalmente, al área de Contratación.

"En este proceso obras puede incluso rechazar parte del modificado, no porque esté en contra, sino porque proponga hacerlo de otra manera", explicó Gago. Puso como ejemplo que la subestación eléctrica podría reubicarse en otro punto de la ciudad.

Pese a todo, el concejal ha asegurado que este trámite no afectará al calendario general de ejecución. "Esto no implica que vaya a haber retrasos". Las obras podrán continuar en otras zonas mientras se resuelven los cambios. Solo si el modificado se alargara en exceso se podría quedar una parte pendiente al final.

El edil ha recordado que este tipo de modificaciones son habituales en grandes obras públicas. "Ahora mismo no hay ninguna obra que no haya sufrido un modificado, sea de la administración que sea", ha asegurado.