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El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, visita mañana Zamora para conocer de primera mano las obras de consolidación y restauración de la muralla, financiadas con más de 1,6 millones de euros.

A las 11.30 horas será recibido por el alcalde, Francisco Guarido, en el Ayuntamiento, y a las 12.30 recorrerán el tramo en la calle Mesones.

La visita se centra en uno de los proyectos más significativos de conservación del patrimonio en la ciudad. La muralla de Zamora, declarada Bien de Interés Cultural, es un símbolo de la ciudad y pieza clave en el urbanismo histórico.

Liberación de la muralla de Zamora

Urtasun podrá comprobar el avance de los trabajos en un espacio que durante siglos ha sido frontera defensiva, emblema arquitectónico y símbolo de la conocida Bien Cercada. Cabe recordar que el Ministerio de Cultura asumió la titularidad del monumento en 2021, planificando su rehabilitación a través de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Las intervenciones en este recinto amurallado se han intensificado en los últimos años, teniendo como punto de partida principal la recuperación del tramo del paseo de la Feria, en 2019.

Posteriormente, en 2021 se intervino en el lienzo situado en la avenida de Vigo, donde se eliminó vegetación invasiva y se reforzó la estructura. Mientras que en 2023 se completaron actuaciones en la zona de la plaza de Eduardo Barrón y los Jardines del Castillo.

Un aspecto fundamental en este proceso ha sido la liberación de los tramos ocultos por edificaciones privadas durante muchos años. El Ayuntamiento de Zamora ha tenido que llevar a cabo varias expropiaciones, especialmente en la zona de la avenida de la Feria y en el entorno de la puerta de San Andrés.

Estas actuaciones han permitido recuperar lienzos que durante décadas permanecieron ocultos tras viviendas, devolviendo continuidad al trazado histórico de la muralla y dejando una vista de este importante patrimonio zamorano.

Aún quedan pendientes algunas operaciones en zonas clave, como los tramos cercanos a la avenida de Requejo, donde varias construcciones impiden aún la conexión visual y física de la muralla.

También está en estudio la liberación de espacios en el entorno de la puerta de San Torcuato y en la ronda de Santa Clara, donde la presión urbanística del siglo XX redujo la presencia de los muros a simples restos fragmentados.

El objetivo de estas actuaciones ha sido siempre el mismo: consolidar los muros para frenar el deterioro, recuperar el entorno urbano y permitir que la ciudadanía se acerque a la historia de la ciudad.

La muralla, que conserva más de 2.000 metros de trazado, ha ganado visibilidad y accesibilidad con estos proyectos en los últimos años.

Por eso, el alcalde de Zamora ha señalado en anteriores ocasiones que la restauración de la muralla "no solo protege un bien histórico, sino que también abre nuevas posibilidades turísticas y culturales".