Tristeza y desolación. Eso es lo que se respira estos días en la localidad zamorana de Sesnández de Tábara, perteneciente al municipio de Ferreruela, por el fallecimiento del matrimonio marroquí que perdió la vida en el trágico accidente de tráfico de Beleña (Salamanca) en la mañana del pasado 26 de agosto.
Un siniestro vial por el que también resultaron heridos los tres hijos de la pareja, dos niñas de 5 y 13 años y un niño de 10, que actualmente se encuentran ingresados en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, a la espera de evolución.
La familia sufrió el accidente cuando volvía a su pueblo, Sesnández de Tábara, tras disfrutar de unas vacaciones en Marruecos, su país. Lo hacían en un coche con el que cayeron desde la autovía A-66 a la N-630, desde unos 6-7 metros de altura, en el kilómetro 363 de la citada carretera a su paso por Beleña y sentido Salamanca.
El padre, de 50 años, falleció en el acto. Quedó inconsciente dentro del turismo y a la llegada de los servicios de emergencias, estos confirmaron su fallecimiento sin poder hacer nada por su vida.
Por su parte, la madre, de 31 años, y los tres menores fueron trasladados de urgencia al hospital de Salamanca , en el caso de la mujer, en estado de extrema gravedad tras el brutal impacto.
Desde su ingreso, la mujer se encontraba en estado crítico y finalmente, falleció a las pocas horas, mientras que los tres menores aún permanecen hospitalizados.
Tal y como ha podido saber este periódico, los dos niños pequeños se encuentran "estables". Sin embargo, se teme por la salud de la mayor, dado que esta ha tenido que ser operada de un traumatismo en la cabeza.
Sin duda, una sobrecogedora noticia que se confirmó de manera oficial este miércoles y que ha dejado a los vecinos de Sesnández impactados y absolutamente desolados.
Un pueblo "triste y abatido"
Así lo ha confirmado en declaraciones a este periódico el alcalde de Ferreruela de Tábara, Ángel Román, quien ha afirmado que este "se encuentra triste y abatido" por el trágico accidente.
"Ha sido un golpe duro para todos, se les va a echar mucho de menos", ha apuntado una vecina, recordando que la familia residía en Sesnández de Tábara desde hace "por lo menos 15 años".
La razón es que se trataba de una familia "muy querida y conocida", que hacía mucha vida en la localidad y mantenía un trato excepcional con la mayoría de sus vecinos, con los que se dejaban ver en múltiples ocasiones, muchas de ellas tendiéndoles su mano.
La vecina ha revelado que ambos eran "muy colaboradores" con las inciativas del pueblo. Así, ha explicado que solían llevar juguetes y pastas al mercado medieval que el pueblo celebra el tercer fin de semana de septiembre en el marco de sus fiestas, y que los niños también participaban en todas las actividades programadas.
"Les costaba irse de vacaciones a Marruecos porque el pueblo se llenaba de niños y querían quedarse aquí", ha apuntado.
Además, ha recordado que, aunque el padre trabajaba en otro pueblo de albañil, "ayudaba mucho" a los vecinos arreglando sus fincas y jardines. "Eran solidarios, generosos y comprometidos, estaban muy involucrados con el pueblo y tenían muchos amigos. Siempre todo el mundo ha hablado muy bien de ellos", ha confesado.
Y es que, es tan buena la imagen que siempre se ha tenido de la familia, que ahora los vecinos han empezado a proponer diferentes iniciativas con las que poder colaborar en la repatriación de los cuerpos e incluso en el futuro de los tres menores, los cuales "podrían quedarse con un primo suyo que reside en Tábara", ha concluido la vecina.
Hoy, Sesnández llora la triste pérdida del matrimonio con el deseo de que al menos sus hijos se recuperen lo antes posible y regresen al pueblo al calor y el cobijo de su hogar. Una localidad que vive días de dolor y consternación por lo ocurrido a dos personas a las que, sin lugar a dudas, nunca olvidarán.
