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"Dónde puedo tomar un arroz a la zamorana". Fernando Romay (23-9-1959, A Coruña) tiene el don de la naturalidad. La frase que encabeza es el final de la entrevista, pero refleja a la perfección su personalidad. Una persona cercana y campechana, que te traslada toda la confianza del mundo, a pesar de ser la primera vez que habláis.

La leyenda del baloncesto español llega este viernes a Zamora y lo hace para participar en el congreso Ahora Ilusión, organizado por Miguel de Lucas. Un encuentro donde impartirá una conferencia bajo el título 'El valor de la diferencia', donde hablará de "baloncesto, de mi vida, de empresa, de filosofía y de muchos valores".

Previamente, atiende a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León. Son unos pocos días antes de su llegada a Zamora. Fernando se encuentra de viaje, para variar. Este carismático gallego, conocido por su papel deportivo y televisivo, pero también por su característico sentido del humor, se ha recorrido España de arriba a abajo.

Cartel del congreso de Ahora Ilusión

A sus 65 años, su ritmo de trabajo no frena. Por dos motivos. Uno porque lo que hace, asegura, le "encanta". La televisión, el mundo del baloncesto, su papel en la Federación Española de Baloncesto. El otro, porque ha intentado quedarse en casa, "pero me hacen trabajar muchísimo más y es menos gratificante", admite con su icónica ironía.

Un humor que también lleva al contestar otra de las preguntas, en la que se le cuestiona sobre cómo es convivir con la fama desde bien joven, sin poder hacer nada sin que nadie te mire.

"A mí siempre me ha mirado la gente, antes de ser jugador del Real Madrid, siendo jugador del Real Madrid y ahora que he dejado de ser jugador del Real Madrid. Creo que es por mi belleza personal, con lo cual estoy acostumbrado", apunta.

Ahora bien, Romay es plenamente consciente de que es "ejemplo para los demás" y por eso siempre está pendiente de no hacer nada "que la cague". Se muestra como un fiel creyente del "buenrrollismo", por eso de que siempre esté con una sonrisa en la cara.

"Me he enfadado y tengo días malos, pero eso no tiene que pagarlo la persona que viene a pedirte un autógrafo o a saludarte, te lo tienes que comer tú solo", añade. El exjugador de baloncesto subraya que el juego trata de que "todo el que se va de tu lado se vaya con una sonrisa".

"Si ellos hacen lo mismo, estás llenando de sonrisas el mundo y con lo cual la vida es menos triste y hasta te parece bien hasta ver un telediario", apunta sacando a relucir, de nuevo, su sutil ironía.

"La perfección no existe"

Ocho ligas españolas, cinco copas del rey, una supercopa de España, dos copas de Europa... y así hasta rellenar unas cuantas líneas más. También una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984 y otra en el Eurobasket de Nantes de 1983.

A pesar de tener un palmarés digno de envidia, Romay guarda varias espinitas a nivel deportivo. "Siempre hay partidos que podía haber hecho más", puntualiza.

Estando "muy orgulloso" de todo lo que ha hecho, subraya que "normalmente te arrepientes de lo que no haces y no de lo que haces". Romay reconoce que hay cosas que no ha hecho que "a lo mejor" le apetecía hacer.

Pero estos son cuestiones que quedarán en lo más profundo de su ser, ya que prefiere que sean secretos guardados para él mismo. "No me preguntes cuáles porque no te lo pienso decir. Están en mí, en mí recuerdo y no te las pienso decir", incide.

De una época distinta a la actual, Romay todavía recuerda que cuando era jugador todo era "manufacturado". Él tuvo que enfrentarse a muchas de las cosas desde casa y en cuanto la salud mental tuvo mucho que ver su entorno.

Un entorno que extiende a lo laboral, familiar y afectivo, en referencia a sus amigos. Un cóctel que con él hicieron una "labor de psicoanálisis" para que no se creyese lo que no era por un lado y, por otro, para que siguiera trabajando.

"Me parece que el entorno es fundamental. Ahora mismo, tal y como están las ligas, la cantidad de sobre partidos que hay... la gente no tiene posibilidad de descansar, de relajarse en algún momento", explica queriendo atraer el debate de la salud mental a la actualidad.

Para Romay en España existe un problema de sobreesfuerzo en los jugadores profesionales y matiza varias cosas cuando se compara con la liga norteamericana: "Todo el mundo dice que los de la NBA juegan más partidos. Pero tienen más descanso y solo juegan una competición al año. Aquí tres o cuatro y están siempre en un grado de estrés tremendo".

Baloncesto de Castilla y León

Aprovechando su estancia en Zamora, Romay aprovecha para hacer una radiografía de la situación del baloncesto en Castilla y León. Empezando por el club local de la ciudad zamorana.

El histórico jugador del Real Madrid valora la buena situación del CB Zamora, recién ascendido a Primera FEB. Lo ve como un club "casi artesanal" que está "hecho por su presidente y su entrenador".

De alguna forma, asemeja al CB Zamora a otras épocas, en las que se veía a algunos equipos como trasladaban la "forma de ser" de sus presidentes. "Este club es un poco eso. Cosa que lo dota de una personalidad que a mí me resulta muy atractiva para poder ver", señala.

En Primera FEB también está el San Pablo Burgos, actual líder de la categoría. "Está demostrando que es un equipazo llamado al ascenso directo", valora Romay. 

Un pelín más abajo, viendo a ver si alcanza ese puesto que hoy ocupa el equipo burgalés se encuentra el Palencia Baloncesto, recién descendido de Liga Endesa tras una experiencia debut en la máxima categoría.

Ha sido este primer año en Liga Endesa el cual tiene claro Romay que "indudablemente" le va a servir para afianzar proyectos futuros. "Hay una máxima en el baloncesto, que es que las victorias agradan y de las derrotas se aprenden", recalca.

Para el gallego, es un "aprendizaje" para el Palencia el haber estado arriba y haber bajado, ya que "sabe lo que tiene que hacer". "Tiene que hacer un proyecto y sobre él llegar a subir. Hacer un poco lo mismo que ha pasado con Burgos, que ha hecho, ha estado, la primera vez no pudo ser y la segunda está demostrando un proyecto lo suficientemente consolidado para poder estar arriba".

En el otro lado de la moneda está el UEMC Real Valladolid Baloncesto, ahora en puestos de descenso. "Es difícil porque al estar dependiente del fútbol yo creo que se ha contagiado y le ha pasado lo mismo", aclara.

Romay valora el "proyecto sólido" que había con Paco García, con quien se "intentó el asalto" y no salió. "Ahora están volviendo a empezar y es lo que tienen que hacer", recalca.

El también televisivo Romay cree que el baloncesto de Castilla y León está, en cualquier caso, "muy bien representado", además de hacer "muchas cosas buenas en favor de sus equipos". Precisamente, es aquí donde ensalza de alguna forma la labor de la Federación de Castilla y León.

"Sacan cada vez mejores jugadores, mejores equipos. Yo que sigo los campeonatos de minis e infantiles, tanto de chicos como chicas, verdaderamente están teniendo mucho más protagonismo", avisa.

Real Madrid

Romay no deja tampoco escapar la oportunidad para hablar de su Real Madrid, equipo con el que hizo historia durante su etapa como jugador profesional de baloncesto.

Para el exjugador es una temporada de "transición", después de acabar el proyecto "de los Chacho y Rudy" y entre los que queda solo Sergio Llull, quien está "intentando guiar al resto de los jugadores".

El gallego apunta hacia la búsqueda del "camino", pero destaca que "sobre todo hay que hacer equipo". "A lo mejor a la primera no te sale, sería muy difícil, pero aún así el baloncesto ha pasado de ser un deporte de regularidad, a un deporte de oportunidad", aclara.

Este viernes Zamora recibe la visita de altura de Fernando Romay, quien conversará con los zamoranos en una conferencia en la que llama a divertirse, "pasar un rato de buen rollo y aprender los valores que tiene el baloncesto para la vida ordinaria".

"Vamos a hacer un poquito de magia con las palabras", sentencia antes de la cita con Ahora Ilusión, que tendrá lugar a partir de las 18:00 horas en el Teatro Ramos Carrión de la capital zamorana.

Cabe resaltar que para acudir a la conferencia de Romay hay que adquirir entrada o bono. Para el viernes, que también incluye después la inauguración oficial de Javier Pérez Andrés y la entrega del premio del congreso al doctor José Cabrera, el precio es de ocho euros.

Para el sábado, con las conferencias de Jon Andoni Duñabeitia, Ruth Beitia, Jero García, Anne Igartiburu y el programa de Espacio en Blanco, el precio es de 16 euros. Asimismo, se puede adquirir un bono para ambos días en la web de ahorailusion.com por un precio de 20 euros.