Las zonas despobladas de Castilla y León y Galicia son lugares "mucho más inflamables" y con altas posibilidades de sufrir grandes incendios forestales. Así lo concluye el catedrático de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de León, Alfonso Fernández-Manso, durante la Jornada sobre la Proliferación de los Incendios Forestales en España, que organiza la Cátedra de Despoblación y Reto Demográfico Next Educación, dirigida por Manuel Campo Vidal, y apoyada por la Diputación Provincial.

Con el Teatro Ramos Carrión como escenario, este y otros expertos analizan la relación directa que existe entre las grandes extensiones de terreno con baja densidad de población y la probabilidad de que un fuego se convierta en un desastre. Zamora ha sido elegida como el lugar donde celebrar estas jornadas, precisamente, por haber sufrido los mayores incendios forestales que se recuerdan. Más de 60.000 hectáreas, que el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo, recuerdan que son "una pérdida irremplazable, que se llevaba la vida de tres personas, que estuvieron en primera línea para luchar contra las llamas y servir con valor a sus vecinos".

Este catedrático de Ingeniería Agroforestal cree que es necesario apostar por una transición ecológica que tenga como uno de sus puntos clave el regreso de población a estos territorios demográficamente deprimidos. Una tarea nada sencilla, en la que apunta que las instituciones y gobiernos tienen que "buscar incentivos para que la gente quiera venir a estos espacios". Una forma de revitalizar el mundo rural, que ayuda directamente a mantener los espacios naturales limpios y con menos probabilidades de sufrir grandes incendios.

En estas jornadas, también apuntaba que no todas las medidas de transición ecológica son válidas para este fin. De hecho, descartaba directamente a algunos de los proyectos eólicos, con grandes construcciones que ocupan miles de hectáreas de terreno, y que para este experto "agravan más el problema".

"Es evidente que algo falló"

Durante la inauguración de esta jornada, tanto Francisco Requejo como Manuel Campo Vidal coincidían en que hay que aunar esfuerzos para que lo ocurrido en España, y especialmente en Zamora, este verano "no vuelva a ocurrir". Algo que el propio presidente de la Diputación cree que las instituciones tienen como responsabilidad poniendo los medios necesarios y aprendiendo de lo sucedido.

Requejo insistió en que "es evidente que algo falló" durante la extinción de los incendios forestales de este verano en Zamora. Por ello, cree que las instituciones competentes tienen que realizar una "reflexión profunda" sobre sus actuaciones, desde un punto de vista técnico y humano.

En este contexto, también ha apostado porque se garantice la llegada de las ayudas prometidas a los afectados de forma rápida, con las competencias de cada administración velando por ello. No en vano, en esta jornada han estado presentes alcaldes de las zonas afectadas, ganaderos, organizaciones agrarias o representantes de la asociación La Culebra no se calla. Varios de ellos tomarán la palabra durante el evento para exponer sus necesidades y reivindicaciones.

Algo que el presidente de la Diputación ha valorado de forma positiva, porque cree que "los políticos no podemos perder la empatía y cercanía con la gente", y cree necesario escuchar a todos los sectores. Requejo cree que ahora se abre una oportunidad para "sentar las bases" para evitar desastres similares con "planes efectivos" de reforestación, cuadrillas de limpieza o detección rápida de incendios.

Si bien, sobre todo insistió en la creación de protocolos de respuesta rápida, "para atender tanto la extinción temprana de un incendio como, en el peor de los casos, cubrir las necesidades de los vecinos que se vieran desplazados de sus domicilios a causa de los fuegos".