Un colectivo de familias afectadas por la reducción de pediatras en Benavente ha convocado una concentración el próximo 5 de febrero a las 12:00 horas en la Plaza Mayor de la ciudad para reclamar la vuelta de los tres especialistas perdidos y que "le corresponden a nuestra comarca". 

En un comunicado emitido a los medios de comunicación indican que:

En el año 2017 la ciudadanía benaventana se movilizaba para exigir la presencia de al menos un pediatra de guardia, que pudiera atender a los menores sin tener que desplazarse al hospital Virgen de la Concha en Zamora capital. Cinco años después la situación no ha mejorado, al contrario, al igual que el resto de la Atención Primaria, la situación en pediatría es crítica.

Tras el concurso de traslados del año pasado, las tres plazas de pediatría con las que cuenta nuestra comarca (una para los pacientes de Benavente Norte, otra para los pacientes de Benavente Sur y una última, para los pacientes de la zona rural) quedaron vacantes, a partir de ahí se han dado múltiples situaciones. Finalmente, se cubrieron dos de las tres plazas. En ese momento, muchos fueron los que dieron la voz de alarma por la posibilidad de que la tercera plaza no se volviera a cubrir y las dos profesionales que se incorporaron acabaran viviendo una situación de colapso ante la imposibilidad de atender a tantos pacientes.

El pasado mes de enero una de las dos pediatras que atienden a nuestros hijos e hijas se fue a otra comunidad, quedando dos plazas libres y tan solo una especialista para atender el cupo de pacientes de las tres consultas. Ante esta situación, las familias que necesitan de esta especialidad no podemos quedarnos de brazos cruzados ni un minuto más.

Desde ayer, día 31 de enero ha comenzado a pasar consulta una pediatra del Hospital Virgen de la Concha en Benavente, entendemos que esta persona irá cambiando cada semana igual que ocurrió en la primavera del año pasado. Esta situación es un parche que no soluciona para nada el problema, pues las familias cada vez que acuden a consulta tienen que explicar a diferentes profesionales el cuadro clínico de sus hijos e hijas con un dificultoso seguimiento de la historia del paciente por parte de los diferentes profesionales. Además, en muchos casos los niños y adolescentes tienen dificultades a la hora de sincerarse con personas desconocidas.