World Water Monitoring Challenge es un programa educativo de alcance internacional que fomenta la concienciación pública para la protección de los recursos hídricos. Se basa en la participación de las personas, a partir de un estudio básico de sus propias masas de agua.

En él, participan numerosas comunidades, analizando a nivel local las condiciones de los ríos, arroyos, lagos, embalses, estuarios y otras masas de agua. Desde su inicio, en 2002, más de 600.000 personas han participado en  más de 100 países diferentes.En el 2007, por primera vez, España se sumó a este proyecto educativo internacional creando el Día Mundial del Control de la Calidad del Agua. ADECAGUA es la asociación que coordina esta campaña  a nivel nacional y proporciona el material para hacer los análisis.

Desde ADECAGUA, "se piensa que, para crear una conciencia social de respeto hacia los ríos y lagos, primero hay que conocerlos, y qué mejor manera que estudiando la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos asociados". CRYOSANABRIA unió  a esta iniciativa en 2014 monitarozando el río Tera desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Esla.



Realizando análisis básicos, se da a conocer, tanto a los participantes, de forma directa, como a la sociedad, de manera general, "algunos de los indicadores más comunes empleados en la valoración de la calidad del agua y se anima a la participación de las personas en el control de la calidad del agua de su entorno".



Metodología



Un equipo independiente de personas voluntarias de Sanabria tomó muestras del Tera, que es un río del noroeste de la Península Ibérica y es afluente del río Esla. Con una longitud de 139 km, el Tera drena una cuenca de 2.412 km², subcuenca del río Duero. 

Conclusiones



En el estudio se distinguen tres zonas con problemática diferente: la zona de la sierra y nacimiento del río Tera ; la zona de tramo medio del río Tera y Lago de Sanabria; y la zona de desembocadura del río Tera en el río Esla.



En la zona de la sierra los problemas de contaminación son escasos, y los que aparecen se deben principalmente a la ganadería, en verano sobre todo cuando suben más cabezas de ganado, vacas y caballos y con sus heces afectan negativamente y  a los coches 4x4 que transitan ilegalmente por la zona de un ecosistema tan frágil como son las turberas de la cabecera del río Tera.



En el tramo medio del Tera y Lago de Sanabria los problemas de contaminación se deben a la presencia humana y la mala gestión de tratamiento de agua y saneamiento. Estos problemas se ven acentuados en verano por la masificación turística en ciertas zonas lo que aumenta el vertido de aguas residuales sin tratar durante esta estación.



En la zona de desembocadura al problema del turismo hay que añadir el de la agroindustria, actividades del sector secundario sin controles ambientales, sal de las carreteras en invierno, introducción de nuevos seres vivos y la construcción de nuevas infraestructuras como la línea del Tren de Alta Velocidad que afectan  de forma negativa al contaminar los ríos con materiales de construcción.



Para finalizar mencionar que en los últimos años los ciprínidos conquistan las aguas de los salmónidos en Sanabria, o lo que es lo mismo, cada vez hay menos truchas, lo que afecta al ecosistema fluvial en general, por ejemplo se reduce la posibilidad de que la náyade Margaritifera margaritifera. Asimismo la gambusia (Gambusia holbrooki), que es un pez americano, muy agresivo para las especies locales, lo han encontrado ahora por primera vez en la cuenca del río Tera, en concreto, a orillas del Lago de Sanabria en un reciente muestreo. Todo parece indicar que podría llevar en la zona el tiempo suficiente como para haberse reproducido.