A continuación, les ofrecemos el discurso del alcalde de Zamora, Francisco Guarido, pronunciado durante la constitución del nuevo Ayuntamiento, con el que arranca la décimo primera legislatura de la Democracia:

Buenos días,

Gracias por vuestra asistencia a este pleno de constitución del

Ayuntamiento. Comenzamos un mandato más para algunos de

nosotros y el primer mandato para muchos concejales. Pero todos

estamos aquí para trabajar por nuestra ciudad, para impulsar mejoras

en beneficio de nuestros vecinos y para intentar ayudar más a quien

más lo necesita.

Y en estos objetivos, trabajo, mejora y ayuda para la ciudad de

Zamora y sus vecinos, nos encontraremos para hablar y discutir

lo que haga falta, pero para conseguirlo juntos.

En primer lugar, me gustaría agradecer el trabajo de la Corporación

saliente. De todos y cada uno de los concejales que entraron en junio

de 2015 y han cesado en el día de hoy con la toma de posesión de

los nuevos concejales. Estoy convencido que han hecho por su

ciudad lo que entendían mejor desde sus ideas, sus posibilidades

y su opción política.

Sirva también lo dicho anteriormente para reconocer el trabajo de

todos los concejales de las corporaciones democráticas con sus

respectivas alcaldías. Los que hoy estamos aquí y la situación de

esta ciudad es debida también al trabajo desarrollado en las

corporaciones democráticas.

Hace cuatro años, les decía las siguientes palabras: “Entré en el

Ayuntamiento de la mano de un partido minoritario, modesto y

trabajador, con la voluntad de construir una ciudad mejor para todos,

y con el apoyo de un grupo de gente desinteresada que siempre me

ha ayudado. Fuimos creciendo en apoyos, y aquí estamos hoy en el

gobierno municipal para dar al pueblo de Zamora todo lo mejor de

nosotros mismos”.

Esto decía en junio de 2015. Las mismas palabras que quiero repetir

hoy otra vez por tres razones: por su vigencia para mí, por

responder a lo que sigo pensando y porque sigo siendo el

mismo, con más años, con más canas, con el mismo compromiso.

Me ratifico en lo dicho: mi partido sigue siendo minoritario, modesto

y sobre todo trabajador; nuestra voluntad sigue siendo construir una

ciudad, Zamora, mejor para todos; y para ello cuanto con el apoyo de

un grupo de gente desinteresada que siempre me ha ayudado,

desde dentro y sobre todo desde fuera de esta Institución.

Un apoyo que ha crecido, vuestro apoyo ha crecido, el apoyo de

los zamoranos y zamoranas ha crecido, aunque mi partido siga

siendo pequeño y yo siga siendo el de siempre… con cuatro años

más de vida y trabajo a mis espaldas.

El Ayuntamiento que hoy tenemos es distinto del que encontramos

en 2015. No se trata de poner sobre la mesa los logros o los defectos

que hemos tenido, que para eso ya ha estado la campaña electoral,

sino de ver sucintamente los cambios desde el punto de vista

institucional y general.

DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL TRABAJO EN LA INSTITUCIÓN,

HOY PODEMOS CITAR LOS SIGUIENTES CAMBIOS:

- Decimos por ejemplo que La administración electrónica de

hoy poco tiene que ver con el pasado. Han cambiado los

métodos, las formas, las mesas de los funcionarios sin papeles,

los montones de expedientes y las firmas a boli; ahora todo el

rato pendiente del “gestiona” y del maldito teléfono todos los

concejales para firmar.

- Decimos que la transparencia se impone. Hemos conseguido

desde el Ayuntamiento de Zamora importantes escalones en

los ranking de transparencia. Que hay más información en la

web municipal que la que yo pedía, escrito tras escrito, durante

16 años, no sin dificultades permanentes. Y lo digo sin ánimo

de crítica, sino al contrario, solo con el ánimo de incidir que la

democracia funciona cada día mejor. Hoy casi todos los datos

son públicos y están disponibles con un clik desde el

ordenador.

- Decimos hoy que también lejos quedan los tiempos en que

por un lado se gastaba y por otro se ingresaba, sin

relacionar ambos hechos, y comprobando que al final la

balanza podía desequilibrarse de manera muy peligrosa. Hoy

las cuentas están equilibradas.

- Y hoy la prudencia financiera se impone por ley. Lo cual está

bien como concepto: la prudencia con el dinero es una virtud

legal, pero no puede imponerse la Ley de Hierro del Ahorro

Forzoso, que eso es hoy la Ley. Basta con poner el límite y

techo de gasto simplemente en lo que se recauda.

- Hoy también se ha impuesto mayor participación

ciudadana. Iniciamos el proceso de presupuestos

participativos en 2016 y entiendo que no tiene marcha atrás,

aunque sin duda habrá que perfeccionarlo.

- Las Fundaciones de León Felipe y Baltasar Lobo tienen ya

un recorrido propio y ahí espero también la ayuda de todos los

concejales para que sigan creciendo, y con ellas crezca la

admiración hacia esta ciudad de grandes artistas en todos los

ámbitos. Porque ellos también dan vida a esta ciudad.

PERO SI ALGO HEMOS AVANZADO, FALTA MUCHO MÁS POR

HACER. Y PARA ELLO OS NECESITAMOS A TODOS.

Necesitamos a todos los vecinos de Zamora, de manera individual

por supuesto, y en los cientos de asociaciones de todo tipo en las

que participáis de manera altruista para llegar mucho más lejos en la

mejora de la ciudad que el propio ayuntamiento, que se limita a

apoyaros en la medida de lo posible y que os agradece, os

agradecemos de corazón, vuestra actividad. El pueblo de Zamora

es el que hace la historia.

Necesitamos a todos los concejales, porque los concejales son

cargos indispensables en una democracia. Todos nosotros tenemos

una clara voluntad de hacer cosas por nuestros vecinos. Los que

formaremos el gobierno y los que quedarán en la oposición. Decía en

2015 que nadie debería hacer la política del “rodillo”.

Lo mantengo: En los últimos cuatro años se impuso el diálogo y

el acuerdo por imposición de las matemáticas electorales. A partir

de mañana se formará un gobierno monocolor con mayoría absoluta,

pero que no se comportará como un gobierno de “rodillo”.

Las instituciones funcionan con mayorías y minorías, con gobiernos

y oposición, y eso es lo que legitima el sistema. Mayorías y minorías

se conformarán en el Ayuntamiento de Zamora, pero es nuestra

voluntad consultar los temas importantes y globales de la

ciudad con los grupos de la oposición. Y así lo haremos.

Todos los concejales vamos a trabajar por la ciudad. Desde nuestras

ópticas políticas, desde nuestra visión de las cosas.

Espero que lo hagamos desde el respeto y desde el diálogo. Espero

que el trabajo del día a día nos permita también mirar en el horizonte

de lo que nos espera. Y COMO LA POLÍTICA ES EL ARTE DE LO

POSIBLE (y de lo imposible dicen algunos) os digo que en

concreto y en los próximos meses y a lo largo de 2020, veremos

concluidas las obras del Matadero, las del Banco de España, los

grandes derribos de la Muralla, el comienzo del Parque de Bomberos,

el comienzo de la obra del Mercado de Abastos, espero que también

el inicio de las obras del Conservatorio y del Centro Cívico. Todos los

concejales son participes de ello de una manera o de otra.

Quedan pendientes también otros proyectos de la ciudad mirando en

el horizonte de cuatro años. Y a ello nos pondremos a partir de

mañana.

Por último quiero agradecer a todos los zamoranos la confianza

prestada. Una confianza tan grande que hace que las expectativas lo

sean también. Las expectativas son muy altas, por eso la

responsabilidad también es muy alta. Pondremos todo el empeño en

no defraudaros.

Nuestro objetivo, el de todos, es hacer una Ciudad mejor, y que

la vida de nuestros conciudadanos aumente en calidad, muy

especialmente los que pasan más dificultades.

Esta situación tan extraña para nosotros de mayoría absoluta en el

Ayuntamiento no sería posible sin el trabajo de tantas personas que

nos apoyaron de alguna manera: de los militantes de nuestro partido

que no se rindieron nunca, de los zamoranos que nos han animado

a seguir adelante, de amigos, de familiares, de buenas gentes a las

que nos debemos, y a quienes agradecemos su confianza y su

apoyo.

Si me permitís una pequeña debilidad, voy a leeros un poema de un

poeta, de un rebelde, de un luchador porque estuvo siempre y sigue

estando con los que quieren una ciudad y un mundo mejor. Y de un

amigo. De Lorenzo Pedrero y porque queremos una ciudad más

feliz, el poema de “la felicidad”. De Lorenzo y sin su permiso, sólo el

final del poema.

Cuando después de buscar la escurridiza felicidad:

Un poco escépticos se tienden sobre el suelo y mueren.

Fuera, aún escucharán los mismos vientos,

los mismos pájaros que anuncian vida,

los árboles que crecen puntuales

en idénticos meses verdecidos.

y él sólo de pensarlo

se pudre más aprisa

o en un supremo esfuerzo

quiere brotar de nuevo,

porque allá afuera, otros como él,

hombres de sueños y de carne,

otros también, como él, esperanzados,

aseguran haber visto pasar

a la felicidad y por sus huellas.

relucientes… a pocos metros.

O sea, queremos que pase la felicidad a pocos metros, por Zamora.

Y respecto a mí. Como decía el gran Rosendo: “voy aprendiendo el

oficio, olvidando el porvenir, me quejo solo de vicio, maneras de

vivir”

Gracias a todos. Gracias pueblo de Zamora. Con vosotros saldremos

adelante. Estaré y estaremos a vuestro lado.