Desde hace nueve años, Miguel Yáñez acude con sus almendras garrapiñadas y otros dulces típicos a la ineludible cita del mercado navideño de la Plaza Mayor de Valladolid. Una de las citas estrella de estas fechas y que está cerca de cumplir una década de existencia, convirtiéndose en el escenario perfecto para comprar regalos y detalles para nuestros seres más allegados.
Nacido en Valladolid, residente en Santovenia de Pisuerga y propietario de un pequeño obrador en Arrabal de Portillo, Yáñez es un artesano del dulce que dedica entre el 98 y el 99% de su producción a diferentes mercados temáticos, de fines de semana, medievales y ferias.
Y este de la Plaza Mayor es el más importante para él. "No te voy a engañar, el 75% de la facturación anual está aquí", reconoce desde detrás del mostrador de su puesto, en uno de los laterales del mercado navideño, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Ya desde el inicio, la edición de este año arrancó "muy bien" para Miguel, quien se muestra sorprendido por la cantidad de turistas extranjeros que está recibiendo este año, especialmente de Rusia y Norteamérica. "Hay mucha gente de fuera, que eso a mí me gusta mucho", precisa.
Aunque "lo normal" es encontrar más un perfil nacional, sobre todo de Valencia, Málaga o Murcia y los fines de semana, Miguel no oculta estar "contento" de poder vender los productos típicos a este público más atípico para que los disfruten en sus países de origen, extendiendo así la marca Valladolid más allá de nuestras fronteras.
Almendras garrapiñadas y valadar
Si hay un producto estrella para Miguel en estas fechas, esas son las almendras garrapiñadas. Entre bromas de que prefiere evitar que "la competencia que lo lea (la entrevista) se tire de los pelos", elude responder la cantidad de kilogramos que vende en este mercado navideño cada año, pero recalca que son "muchísimos".
"Es mi producto estrella y el del público. Como marca la tenemos consolidada, nuestra almendra es la preferida por mucha gente", presume con orgullo el vallisoletano.
Pero también destaca otro, menos conocido, como es el valadar. Un dulce típico de la provincia de Valladolid que es una tartaleta azucarada rellena de crema de almendra con compota de manzana y un crujiente de selección de frutos secos.
"Al público internacional le vendemos el valadar porque si te piden un producto típico de la provincia de Valladolid, ya tenemos uno y es ese", incide con rotundidad.
Miguel se muestra muy orgulloso de este postre del cual ensalza que la Asociación de Confiteros de Valladolid está "haciendo un trabajo muy bueno en promocionar" a través de las redes sociales y en los buscadores de internet.
"Cada vez se vende más. Habíamos hecho una previsión para hacerlo dos veces por semana, nos gusta siempre tenerlo recientito, pero ha sido un éxito y lo hemos tenido que hacer ayer, hoy y mañana también para llegar al fin de semana", celebra.
70 puestos
El mercado navideño de la Plaza Mayor de Valladolid abrió sus puertas el pasado 27 de noviembre, coincidiendo con el encendido del alumbrado instalado por toda la ciudad, en especial en la zona centro, escenario principal de estas fechas.
Además del árbol de los deseos y el icónico tiovivo, que durante tantos años lleva trayendo la diversión para los más pequeños, junto al Belén en tamaño real instalado a los pies de la estatua del Conde Ansúrez, la Plaza Mayor de Valladolid acoge un total de 70 puestos artesanos con productos de todo tipo.
A la parte gastronómica, donde se encuentra Miguel en uno de los laterales de la Plaza Mayor, junto a otros puestos, se le suman casetas donde podremos encontrar joyería y bisutería de autor, sellos, cerámica, bolsos, ropa para los más pequeños, cuero y un enorme etcétera.
Vidrio, madera, juguetes, marionetas, cosmética natural, cerería, marroquinería, diseño textil y otras muchas más cosas se podrán encontrar también en este mercado perfecto para ultimar los últimos regalos navideños.
Un total de 62 participantes divididos en 70 casetas, lo que dota a este mercado navideño de una mayor variedad con respecto a años anteriores. Estará abierto hasta el próximo 5 de enero de 2026 y se presenta como una apuesta por la compra local, el producto hecho a mano y el empleo de materias primas y procesos respetuosos con el medio ambiente.
Aunque muchos de los artesanos hoy instalados en el corazón de Valladolid son autóctonos, también les hay llegados desde otros puntos de la Comunidad y la geografía nacional, dado el atractivo de este mercado.
El horario de apertura es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas. Ahora bien, los días 25 de diciembre y 1 de enero permanecerá cerrado, mientras que el 24 y 31 de este mes abrirá únicamente en horario de mañana.
