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"Si suspendía tenía claro que lo iba a volver a intentar". Quizás esta contundencia es uno de los ingredientes que han ayudado a Alberto Arranz Herrero (14-7-1998, Valladolid) a lograr sacarse las oposiciones de técnico de Hacienda, el segundo rango (A2) de los tres con los que cuenta el área. Comenzó hace tres años, en 2022, y en torno a 5.750 horas de estudio después ya puede decir que es funcionario.

Graduado en Derecho y Administración de Empresas (DADE) por la Universidad de Valladolid (UVa), el joven opositor pertenece al Cuerpo Técnico de Hacienda desde el pasado 25 de noviembre, día que recibió la nota. "No desayuné, pero no por los nervios. Estaba en la cama e intenté levantarme más tarde para no pensarlo, pero lo he llevado bien", apunta en declaraciones a este periódico.

La vocación de Alberto siempre ha estado en los números, lo que le llevó durante el bachillerato a tirar por la rama de ciencias "para abarcar todo", ya que en esos momentos no tenía "muy claro" qué es lo que quería estudiar en el futuro. Fue más tarde, durante una charla con su primo, lo que terminaría de decantarle por la carrera de DADE.

"Él había empezado hace poco en Valladolid. Como abarcaba dos mundos complementarios pero también distintos y de algo que sí que me gustaba, decidí ir a por ello. Así, si no me gustaba me podía ir al otro", recuerda todavía.

Aunque decidió estudiar esta carrera más motivado por la rama de ADE, el Derecho le acabó llamando "más la atención". "No sé si porque tienes que echarle más horas y tienes más conocimientos, pero ves que en el día a día te ayuda mucho más y vas entendiendo lo que pasa en España y en el mundo", relata.

La decisión de opositar llegó con el tiempo. Tras una experiencia Sicue, en plena pandemia, vivió un periodo de reflexión en el que tenía que debatir sobre qué camino ir escogiendo para su futuro laboral. El impacto del covid le generó dudas en el sector privado y encontró en lo público "una buena oportunidad para opositar".

"Estaba habiendo cada vez más plazas. Tenía en cuenta que opositar era muy duro, pero siempre me ha gustado estudiar. Y si lo hacía era nada más acabar la carrera para no perder el ritmo de estudio", incide rotundamente.

Lo de decantarse por técnico de Hacienda vino con el razonamiento de que dos de los exámenes son de derecho y un tercero de contabilidad. "En la carrera ya había abarcado todo eso. Es muchísimo más, pero no empezaba de 0", reconoce.

También barajó otras opciones como la auditoría o la de inspector de policía, pero encontró en Hacienda un futuro "más tranquilo". Este 2025 no ha sido el primer intento de Alberto, ya que ya acudió a la anterior convocatoria, donde no logró la plaza. Pero es precisamente esa constancia una de sus claves.

Han sido tres años "duros" para Alberto, pero que los ha afrontado sabiendo "lo que hay por delante", con "subidas y bajadas" a nivel mental. También ha tenido que renunciar a muchos planes con sus amigos y familia y es este uno de los puntos que más le ha costado, ya que era algo que "desde el principio tienes que sujetarte un poco para coger la rutina".

Superar este año el examen le ha supuesto una gran liberación, ya que, aunque tenía claro que volvería a presentarse de no haberlo sacado, el golpe anímico era "muy duro" porque a la siguiente convocatoria no hubiera llegado, pues para esta ocasión contaba dos exámenes aprobados del primer intento y repetirlo le hacía volver a empezar el proceso desde 0.

"Era la mayor presión y miedo de mis últimos meses", reconoce el joven. Su día a día ha estado marcado por la biblioteca, donde aprovechaba para ir a estudiar para "no estar todo el día encerrado en casa". "Me pilla a unos 20 minutos y así me daba un paseo", explica.

Mañana y tarde, de 08:30 a 14:00 y de 16:30 a cierre. Pero aclara que no ha sido un opositor "con un horario fijo". Para él, lo más importante de todo este proceso es "tenerlo claro", sin contemplar la posibilidad de "rendirte a la primera". "Aunque suspendas seguir adelante", destaca.

Le ha servido mucho practicar deporte y, en concreto, el fútbol. Lleva toda su vida practicándolo y ha sido una de las cosas a las que no ha renunciado durante la preparación de las oposiciones. "Si tienes la motivación de que vas a entrenar, a lo mejor estudias más, haces el descanso más corto", reconoce.

A Alberto se le abre ahora una etapa en su vida de "poder disfrutar un poco", después de que a sus 27 años ha ido viendo como sus amigos que han ido entrando en el mundo laboral privado tenían sus ingresos, lo que les permitía llevar otro ritmo de gastos y ahorrar, algo que él no ha podido.

"Ha sido un tema muy duro. Me veía con cierta edad que no tenía nada ahorrado. Pero ahora toca disfrutar", celebra por lo que ha conseguido. Próximamente tendrá que realizar un curso de formación de varios meses en Madrid o Barcelona, a expensas de elegir junto a otros dos compañeros de clase donde ir.

Después, llegará el momento de elegir el destino final. "Yo soy de los que no mira nada. Para mí lo primero era sacar la oposición. Si hago un curso bueno creo que puedo optar a estar cerca de casa, no te digo Valladolid porque es imposible, pero por Castilla y León ", desea.

A los futuros opositores les invita a "no dejar de hacer vida", a que si hacen algún deporte no lo abandonen, que queden con sus amigos y que cuando no estudien "no hablar de la oposición".

"Una vez que sales de casa tienes que desconectar. Y no dejarlo, hay días buenos y días malos, pero si pasa lo segundo pues ya llegará otro mejor. Es muy difícil sacarlo a la primera. Confiar en ti que luego la recompensa merece la pena", zanja el joven opositor.