Raúl Prieto Román es un hombre de 47 años que nació en Madrid, pero que siempre ha estado muy ligado al municipio vallisoletano de Trigueros del Valle. Una localidad a escasos 20 kilómetros de la capital provincial que brilla con su Castillo Encantado o sus Casas Cueva.
Un pueblo que tiene apenas 300 habitantes (314 según el INE). Allí nació el padre de nuestro entrevistado y allí vive, en la actualidad, su madre, aunque ella es salmantina, en concreto de San Felices de los Gallegos.
“Mi padre era de Trigueros del Valle. Ahora vive allí mi madre. Yo siempre he estado muy ligado al pueblo”, asegura nuestro entrevistado.
Raúl es amante de la cocina. Un ingeniero que, hace 12 años, decidió marcharse hasta la República Dominicana para comenzar una nueva vida. Se dedica a la construcción y trabaja en una empresa constructora que realiza piscinas, spas o parques acuáticos.
La vida de Raúl y Trigueros del Valle
“Me defino como un padre de familia, que tiene dos niñas con su mujer dominicana, que es sociable, trabajador y buen amigo de sus amigos”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Raúl Prieto Román.
Nace en la capital de España después de que su padre, de Trigueros (Valladolid) y su madre, de San Felices de los Gallegos (Salamanca) emigraran en busca de trabajo. Sin embargo, todos los veranos los pasaba en la localidad pucelana.
“Cuando estaba en el instituto y en la universidad, buscaba aprobar todo a la primera para tener meses en los que ir al pueblo. Allí comencé como peón de construcción”, nos explica nuestro protagonista.
Cuando vivía en España, todos los fines de semana se deleitaba con sabrosas barbacoas con los amigos. De Madrid a Trigueros era mucho más fácil. Ahora, desde la República Dominicana, va cuando puede a visitar a su madre Trinidad, después del fallecimiento de su padre.
De Madrid a Punta Cana
“Completé todos mis estudios en Madrid. Como ingeniero y también me adentro en el mundo de la enología. Acabé entrando en una empresa de servicios agrícolas en Trigueros del Valle, con 24 años, aproximadamente. Viví más de un año y luego estuve en Aranda de Duero otro año hasta que vuelvo a Madrid, también para trabajar en el mundo de la construcción”, añade nuestro entrevistado.
Raúl y su familia al completo
En la capital de España, allá por 2012, conoció a una mujer dominicana que, a día de hoy es su esposa. Fue en el año 2013 cuando, después de que ella no encontrara trabajo en España, tomaron la decisión de marcharse a Punta Cana, en la República Dominicana.
“Mi mujer no encontraba empleo y nos vinimos para aquí. Siempre me he considerado una persona muy trabajadora, tanto cuando estaba en Trigueros, en Aranda, Madrid y ahora aquí. Me he movido por varias empresas desde mi llegada”, apunta.
Desde el mes de julio está en una nueva. Se dedica a la construcción de elementos como piscinas o spas, entre otros. Él es el encargado de los trabajos de campo. El jefe de grupo que se encarga del control de materiales, de trabajos y de que todo se ejecute correctamente. También de que no le falte nada al jefe de obra.
Su amor por Trigueros y una ansiada vuelta
“No se vive mal aquí, pero estaría mejor en Trigueros del Valle. Lo echo de menos todos los días. Si estas cualificado, en República Dominicana, puedes llegar a tener un sueldo más alto que en España”, asegura nuestro protagonista.
Raúl con sus dos hijas
Raúl nos explica que en Punta Cana “algunos impuestos son menores que en España” como puede ser el IVA que “en España está en el 21% y en Punta Cana se establece en el 18%”.
“En cuanto pueda, me vuelvo al pueblo, a Trigueros del Valle. Se vive bien en República Dominicana, pero echo de menos mi municipio, mis raíces. Allí donde he sido muy feliz”, remata nuestro entrevistado.
Raúl Prieto Román, un hombre que quiere volver al pueblo de sus amores.
