Lucía Galán Bertrand, más conocida como 'Lucía mi pediatra', una de las voces más influyentes en España en materia de salud infantil y crianza, llega a Valladolid.
Médica pediatra, escritora y divulgadora, Lucía ha logrado acercar la medicina a miles de familias gracias a su estilo claro, empático y basado en la evidencia científica. Tiene aproximadamente 1,2 millones de seguidores en Instagram. Madre de dos hijos adolescentes, autora de 7 libros y 10 cuentos infantiles con la Editorial Planeta, con los que sumó más de 60 ediciones.
Su presencia en el centro comercial Vallsur, con motivo de la campaña 'Zona Cero Pantallas', busca concienciar sobre los efectos del uso excesivo de pantallas en niños y adolescentes, un tema que preocupa cada vez más a padres y educadores.
De hecho, diversos estudios estiman que en la provincia de Valladolid, más de 36.500 niños de entre 0 y 11 años podrían estar expuestos a un uso abusivo de dispositivos electrónicos, con consecuencias que van desde alteraciones en el sueño hasta dificultades emocionales y sociales.
Este sábado 15 de noviembre a las 18:00 horas, Lucía ofrecerá una charla gratuita en Vallsur, donde abordará con rigor y cercanía las principales dudas que surgen a las familias cuando se enfrentan al dilema entre niños, pantallas y desarrollo.
La sesión incluirá ejemplos reales, consejos aplicables en el día a día y un turno de preguntas para que las familias asistentes puedan resolver sus dudas directamente con la experta.
Lucía Galán.
Además, participará en una mesa redonda que se hará a continuación, en la que se abrirá un turno de preguntas para que las familias asistentes puedan resolver sus dudas directamente con la experta, acompañada por Laura Morchón Álvarez, Enfermera Especialista en Salud Mental con trayectoria en Psiquiatría Infantil y Juvenil, Beatriz Mongil López, licenciada especialista en Psiquiatría Infantojuvenil, Noelia Muelas, de la Asociación Adolescencia Libre de Móviles, y Carolina Tresierra, maestra en Educación Infantil del colegio Apostolado Valladolid y especialista en audición y lenguaje.
La cita se completará con una firma de libros de Lucía mi Pediatra, que tendrá lugar a partir de las 20:00 horas, ofreciendo a las familias la oportunidad de conocer a la autora y llevarse sus obras dedicadas.
Antes de su encuentro con el público vallisoletano, Lucía mi pediatra responde en exclusiva a las preguntas de EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, resolviendo las inquietudes más comunes de los padres en esta era digital.
¿Es bueno poner la Tablet mientras comen? ¿Pantalla en el colegio? ¿Qué puedo hacer si no quiere dejar de ver la pantalla? Estas preguntas y muchas más, responderá Lucía en Vallsur y antes para los lectores de este medio.
Pregunta. ¿Qué está ocurriendo con las pantallas sobre niños y adolescentes? ¿Por qué es necesaria una charla así?
Respuesta. El uso excesivo de redes sociales y pantallas se ha convertido en uno de los grandes temas de salud pública del siglo XXI. Los niños y adolescentes están creciendo en un entorno digital que avanza mucho más rápido que su madurez emocional, y eso tiene consecuencias que estamos viendo cada día en las consultas pediátricas y de salud mental.
Necesitamos espacios como este para hablar, reflexionar y poner orden. No se trata de demonizar la tecnología, sino de entender cómo nos afecta, qué riesgos conlleva y qué podemos hacer, como familias y como sociedad, para acompañar mejor a nuestros hijos.
P-. ¿Cuáles son los principales efectos físicos y emocionales que observa en su consulta por un uso excesivo de dispositivos electrónicos?
R-. A nivel físico, lo más frecuente son alteraciones del sueño con un incremento importante de déficit crónico de sueño en los jóvenes, dolores de cabeza, aumento de miopía, malas posturas y sedentarismo, con el consiguiente aumento de peso.
Pero donde más impacto vemos es en lo emocional: ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, dificultades de concentración, impulsividad, trastornos de conducta alimentaria, adicción al refuerzo inmediato y problemas en las relaciones familiares y sociales. En los más pequeños, incluso retrasos en el lenguaje y dificultades para la regulación emocional.
El dato del estudio presentado por UNICEF junto al Ministerio para la Transformación Digital es muy claro: casi un 6% de los menores presenta un uso problemático de las pantallas vinculado a ansiedad, depresión y riesgo suicida. Eso debería preocuparnos a todos.
"El reto no es que crezcan sin pantallas, sino que aprendan a mirarlas con criterio, con límites y con equilibrio"
P-. En una época donde la tecnología forma parte del día a día, ¿cree que es posible un equilibrio real entre el mundo digital y el bienestar infantil?
R-. Sí, es posible y es urgente. La tecnología forma parte de su vida, de su aprendizaje y de su socialización. No se trata de eliminarla, sino de educar en un uso consciente, emocionalmente saludable y sostenible. Lo que muestran los estudios más recientes es que no todo tiempo en pantalla es igual.
No es lo mismo que un adulto joven use las redes sociales para crear o interactuar que un niño lo haga de forma pasiva, consumiendo sin participar. Tampoco es igual usarlas para conectarse que para compararse.
El equilibrio pasa por enseñar a la población que sepa distinguir entre el uso que les aporta, el que les vacía y el que es claramente peligroso. Por eso, debemos acompañar, enseñar y regular con criterio.
P-. ¿A qué edad considera recomendable introducir a los niños en el uso de pantallas, y bajo qué condiciones?
R-. Antes de los 6 años, la Asociación Española de Pediatría recomienda no exponer a pantallas. A partir de los 6, podemos introducir progresivamente la tecnología, pero con tiempos limitados, contenido de calidad, acompañados y con normas claras. Y en cuanto a móviles personales o redes sociales, debemos ser contundentes: cuanto más tarde mejor. Si es a los 15 mejor que a los 12.
El informe de UNICEF revela que 8 de cada 10 alumnos de Primaria ya tienen perfil en redes sociales, lo cual es muy preocupante. Su cerebro y su madurez emocional aún no están preparados para gestionar esa exposición ni los riesgos que conlleva.
P-. Muchos padres confiesan sentirse culpables o desbordados por no poder controlar el tiempo frente a las pantallas. ¿Qué les diría para ayudarlos a gestionar esa situación?
R-. Les diría que no están solos y que no tienen la culpa. La autorregulación no está funcionando, y no podemos cargar todo el peso sobre las familias mientras las grandes plataformas e industria tecnológica diseñan algoritmos perversos que se aprovechan de la atención de nuestros hijos.
No todo es responsabilidad de las familias, por supuesto que no. Por eso, además de educar en casa, necesitamos regulación y políticas públicas que protejan a los menores. Pero en el día a día, los padres pueden empezar por pasos pequeños: eliminar las pantallas de la primera infancia, regular tiempos sin pantallas, establecer rutinas estables, hacer un acompañamiento real y, sobre todo, dar ejemplo.
"La autorregulación no está funcionando: no todo es responsabilidad de las familias, también necesitamos regulación y políticas públicas"
P-. En su charla hablará también de estrategias prácticas. ¿Podría adelantarnos alguna que funcione especialmente bien en las familias?
R-. Sí. Una que recomiendo mucho es instaurar “zonas y momentos libres de pantallas”, como el momento en que comemos o cenamos, el tiempo de estudio en el que el móvil debe estar en otro lugar o la hora de dormir. También es muy útil elaborar un contrato digital familiar, donde se establecen normas y consecuencias consensuadas. Y una herramienta que nunca falla: hablar y escuchar. Preguntarles qué ven, qué les gusta, qué opinan.
No desde la crítica, sino desde el interés genuino. Educar digitalmente no es solo poner límites, sino enseñarles a pensar, a dudar, a contrastar, a compartir perfiles de personas interesantes, de divulgadores por ejemplo, y por qué no a aprender también de ellos, de nuestros jóvenes, que no todo lo que consume un adolescente en redes es contenido vacío.
P-. Otro dilema es el de las pantallas en el colegio. ¿A favor o en contra?
R-. Depende del uso. Pueden ser una herramienta educativa fantástica si se usan con criterio, para fomentar la creatividad o la investigación. Pero no pueden sustituir el juego, la lectoescritura, la atención ni la relación humana.
En las etapas más tempranas, creo que debemos apostar por una educación libre de pantallas, centrada en el movimiento, la curiosidad y la experimentación. En la adolescencia, enseñarles a utilizarlas con propósito.
P-. Pantallas a la hora de comer, ¿a favor o en contra?
R-. En contra. La comida es un espacio de encuentro, de vínculo y de conversación. Si introducimos pantallas, desaparece el diálogo y perdemos esa oportunidad de conexión familiar. Además, hay evidencia de que comer con pantallas aumenta el riesgo de sobrepeso infantil.
P-. Incluso durante una comida en un restaurante. ¿Bien o mal?
R-. Regular. Cuando vamos a un restaurante los niños también aprenden a leer una carta, a pedir, a esperar su turno, a participar de la conversación, a probar platos de su familia, a dar las gracias al camarero… Siempre hay alternativas para los momentos en los que los niños terminan: lápices, juegos, juguetes, cuentos o, simplemente, aprender a esperar. La tolerancia a la frustración también se entrena.
"“Casi un 6% de los menores presenta un uso problemático de las pantallas vinculado a ansiedad, depresión y riesgo suicida"
P-. Además del impacto de la tecnología, hoy preocupa mucho el acoso escolar y el ciberacoso. ¿Qué señales pueden alertar a los padres de que su hijo está sufriendo o ejerciendo acoso? ¿Hay relación entre ambas cuestiones?
R-. Sí, están profundamente relacionadas. El entorno digital amplifica los riesgos del acoso porque elimina las fronteras del tiempo y del espacio: el daño puede llegar las 24 horas del día.
Las señales de alerta son: cambios de humor, ganas de llorar, aislamiento, miedo a ir al colegio, alteraciones del sueño, insomnio, pesadillas… alteraciones del apetito, atracones, dietas restrictivas, cambios en su peso corporal, caída del rendimiento escolar, o nerviosismo al usar el móvil. También si observamos que borran mensajes o cambian sus hábitos en redes. El primer paso es escuchar sin juzgar y actuar desde la calma. Y, por supuesto, pedir ayuda profesional y comunicarlo al colegio.
P-. Desde su experiencia, ¿qué valores o hábitos familiares ayudan a fortalecer la autoestima y la resiliencia de los niños ante las presiones del entorno digital?
R-. El amor incondicional, la presencia, la comunicación sincera, los límites coherentes y el ejemplo. Un niño que se siente escuchado y comprendido en casa tiene una base sólida para enfrentarse al mundo, también al digital. Y, muy importante, enseñarles a buscar conexión y no validación, a diferenciar entre lo real y lo filtrado. No es lo mismo conectarse para compartir una idea y crear una comunidad que hacerlo para compararse con los demás o para atacar.
Ese es el gran aprendizaje emocional que debemos transmitir.
P-. ¿Qué espera que las familias se lleven de esta charla en Vallsur?
R-. Que salgan con una mirada más serena, más informada y más empoderada. Que comprendan que el reto no está en prohibir, sino en educar y acompañar. Que aprendan a convivir con la tecnología desde el equilibrio y la conexión emocional.
Y también que vean que este no es solo un problema de padres y madres, sino una responsabilidad compartida entre familias, escuelas, profesionales, instituciones y las propias plataformas digitales.
P-. Vallsur realizará un completo programa de actividades gratuitas para concienciar sobre un uso saludable de la tecnología en la infancia. Es muy importante que lugares así se involucren, ¿verdad?
R-. Totalmente. Que un espacio como Vallsur, donde los adolescentes y las familias conviven, se comprometa con esta causa me parece ejemplar. Los centros comerciales pueden ser agentes de cambio, espacios para educar y sensibilizar. Porque detrás de las cifras hay niños reales, y necesitamos toda la sociedad implicada en su bienestar digital.
"El uso excesivo de pantallas se ha convertido en uno de los grandes temas de salud pública del siglo XXI"
P-. Su charla será junto a una enfermera especialista en salud mental infantil, la Asociación Adolescencia Libre de Móviles y una maestra de educación infantil. ¿Todos hay que hacer frente común?
R-. Sin duda. Este es un reto que no se soluciona desde una sola disciplina. Necesitamos sumar fuerzas entre pediatría, salud mental, educación, instituciones y familias. Solo así lograremos avanzar hacia un modelo más humano, más consciente y más protector del bienestar infantil y adolescente.
P-. Y por último, si tuviera que resumir en una frase su mensaje a los padres, ¿cuál sería?
R-. El reto no es que crezcan sin pantallas, sino que aprendan a mirarlas con criterio, con límites, con equilibrio y con educación; de ahí el tan necesario lema EL EJEMPLO EDUCA.
