María de la Concha tiene 85 años. Está comprometida con reforzar los derechos fundamentales de los trabajadores e impulsar el desarrollo, también, como presidenta de la Asociación Vecinal Rondilla, su barrio.
Nació en Zamora, pero se mudó a Valladolid para trabajar como maestra primero y después como cuidadora del Servicio de Ayuda a Domicilio. Suma 48 años cotizados. “Cobro una jubilación injusta”, apunta.
Nuestra protagonista hace un llamamiento a la sociedad para “luchar y reforzar los derechos de los trabajadores, esté quien esté en el Gobierno y sea del color que sea”.
Es un ejemplo de lucha. De hecho, reivindica el logro de haber conseguido, en el año 1998, el primer convenio colectivo para los trabajadores de la Ayuda a Domicilio, en algo histórico para los empleados del sector.
Sus inicios
María de la Concha Morán Vaquero es una persona que está muy involucrada con la sociedad. Pertenece a la Casa Zamora, también forma parte del Coro de Jotas Pilarica y es presidenta de la Asociación Vecinal Rondilla.
De pequeña quería ser maestra y seguir los pasos de sus abuelos que también lo fueron. Por lo que cuando llegó a la mayoría de edad se trasladó a la ciudad del Pisuerga para estudiar.
Después de completar sus estudios comenzó a trabajar como maestra.
Maestra y cuidadora
“He trabajado un total de 22 años como profesora. Era mi vocación la de implicarme a nivel pedagógico con mis alumnos y poder transmitirles mis conocimientos”, asegura nuestra protagonista.
Todo ese tiempo como profesora le proporcionó “una gran satisfacción”. Después comenzó a trabajar en el sector de la Ayuda a Domicilio, también en Valladolid y durante 26 años.
Imagen de María de la Concha durante la entrevista
Atendía a los usuarios que le eran adjudicados algo que para ella era una “labor muy desconocida y dura” ya que, como añade, estaba “muy controlada por el propio usuario, además de por la familia, la trabajadora social y la empresa”.
“Hasta el año 1998 no conseguimos que apareciera el primer convenio de este sector en Valladolid. Nos dieron el Premio 8 de marzo por lograrlo”, asegura una persona que está muy comprometida con UGT. Colabora activamente, varios días a la semana, y se preocupa mucho por “la formación de los afiliados”.
“Cobro una jubilación injusta”
Nuestra protagonista, después de completar sus 48 años de vida laboral y jubilarse hace 17 años, está volcada con ese compromiso social que tiene como fin que “todos los trabajadores tengan unas condiciones dignas”.
“Me quedo con el trabajo de maestra. Pienso que estaba más valorada, aunque es una profesión muy dura también, pero no tanto como la del cuidado a domicilio que está muy mal pagado”, añade María de la Concha.
Imagen de María de la Concha en la entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla y León
“Cobro una jubilación injusta”, añade nuestra entrevistada insistiendo en que “hay que involucrarse de lleno en los diferentes sectores laborales para darles lo que se merecen porque todos los trabajos son dignos”.
Nuestra protagonista es la presidenta de la Asociación Vecinal Rondilla. Tiene cuerda para rato, con el fin de ayudar a que el barrio vaya mejor con el impulso de diferentes mejoras y reivindicaciones vecinales.
“Pienso que los ciudadanos no debemos perder el derecho a la reivindicación, esté el Gobierno que esté. Somos el pueblo y tenemos que conseguir reforzar todos nuestros derechos. Seguiremos en la lucha hasta donde podamos”, finaliza.
