La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a un hombre a 13 años y seis meses de prisión por un delito continuado de agresión sexual con acceso carnal cometido contra su expareja en agosto de 2023.
Además, deberá cumplir nueve meses de cárcel por amenazas y otros nueve meses por coacciones, junto con una multa de cuatro meses por injurias leves.
Según la sentencia, dictada por la Sección Cuarta de la Audiencia y declarada firme tras el reconocimiento de los hechos por parte del acusado, los magistrados consideran probado que el condenado, de 44 años y natural de República Dominicana, agredió sexualmente a su expareja en un motel de la capital tras amenazarla y emplear la fuerza física.
El procesado, tras terminar la relación, con ánimo de fallarle el respeto, así como de forzarla a que hiciese lo que él le pedía en cada momento, le decía de modo constante que era "una puta, una prostituta", y que si no accedía a lo que él le pedía enviaría vídeos suyos de contenido sexual a sus familiares, amigos y contactos
Los hechos ocurrieron el 4 de agosto de 2023, cuando el acusado se hospedó con la víctima en un establecimiento de Valladolid.
Al negarse ella a mantener relaciones sexuales, el hombre la insultó y posteriormente la sometió por la fuerza, asfixiándola parcialmente con un bolso y penetrándola en contra de su voluntad.
Horas después, volvió a agredirla sexualmente antes de abandonar el lugar.
La víctima sufrió diversas lesiones y tardó 45 días en recuperarse, quedándole una pequeña secuela en el cuello.
Al día siguiente, el agresor la acosó con más de treinta llamadas y mensajes amenazantes, en los que le advirtió de que “iba a pagar con sangre” y que la atacaría si no accedía a verle.
El tribunal le impone además una prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante 17 años, así como libertad vigilada durante ocho años tras cumplir la pena de prisión. También se le prohíbe ejercer cualquier profesión que implique contacto con menores durante 20 años.
En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la víctima con 3.040 euros por lesiones y secuelas. La sentencia, dictada con conformidad entre las partes, es firme y no admite recurso.
