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El restaurante MQ Martín Quiroga de Valladolid es un ejemplo de éxito. Está dirigido por los hermanos Nicanor y Marcos Martín Quiroga y se ubica en la Calle San Ignacio, al lado de la Plaza del Viejo Coso.

La comida, el establecimiento, el precio, todo va en sintonía, pero es casi una misión imposible poder degustar algunos de sus manjares. Tiene cuatro mesas y un pequeño espacio en la barra, lo que complica aún más que los vallisoletanos puedan ir algún día.

Cada año es habitual observar largas colas en la puerta el día que abren las reservas. Ni por web ni por aplicación se puede conseguir un sitio. Tiene que ser acudiendo al propio establecimiento y apuntándote en su inmensa lista que ya tiene ocupado todo el año o -tentando mucho a la suerte- por teléfono, aunque no suele ser nada fácil.

La madrugada del 4 de noviembre ha sido una locura en el establecimiento. Es el primer martes de este mes cuando abren las reservas del año siguiente y nadie se quiere quedar sin su codiciada mesa.

Una vez más, las largas colas han sido las protagonistas de este lugar. De hecho, hay quienes han esperado más de 10 horas para poder tener un hueco y algunos han estado durante la noche en la calle sentados para ser los primeros según abrieran las puertas.

La alta demanda que tienen hace que, en unas pocas horas, cuelguen el cartel de 'completo'. Algunos aprovechan para reservar más de una fecha, guardando así los momentos importantes y asegurándose de que tendrán una buena comida en este afamado restaurante.

El frío no ha sido motivo para que los vallisoletanos no acudan una vez más al establecimiento. La carta se canta a viva voz y el comensal escoge cada plato del día que prefiere.

Su propuesta culinaria está marcada por una cocina tradicional, combinada con novedades elaboradas con productos de temporada. Destacan especialmente sus carnes y pescados.

Asimismo, algunas de sus joyas son el carpaccio de atún con almendras o el carpaccio de gamba blanca, la palometa escabechada, el rabo de toro, los chipirones con pesto, los gambones con arroz, ensaladilla rusa con salsa picante o la chuleta de ternera.

Puede parecer que es un lugar con precios elevados, pero no es así. Casi todos los platos están por debajo de los 20 euros. De hecho, son muchos los clientes que destacan sus "precios asequibles" y la buena calidad- precio que hay.

Estas largas colas no han pasado desapercibidas entre los vallisoletanos. Los internautas han criticado que muchos "cogen seis fechas por persona, que es lo que te dejan" y que así se agotan enseguida.

"Por muy bien que se coma, no lo entiendo" o "A la gente le sobra mucho el tiempo y el dinero porque sino yo no me lo explico" y otros aseguran que nunca "harían cola por la noche". Otros, sin embargo, han entendido el fervor porque afirman que es "el mejor sitio de Valladolid".

Las reseñas también son extremadamente positivas: "Una experiencia gastronómica maravillosa" o "sencillamente sublime", son algunas de las más destacadas.

Un restaurante que está en "otro nivel" y que "no se puede valorar con estrellas" y que es "simplemente espectacular".

Un lugar que cada año congrega a decenas de personas a sus puertas. Los que se han quedado sin mesa, tendrán que esperar otro año más para entrar en la codiciada lista donde todo el mundo quiere ver su nombre escrito.