Agentes de la Policía Nacional en Valladolid han identificado a ocho personas presuntamente implicadas en una red de ciberestafas, tras una investigación iniciada el pasado mes de abril a raíz de la denuncia de un ciudadano víctima de un engaño a través de redes sociales.
El afectado relató que había sido captado mediante un anuncio en una red social que prometía ingresos rápidos por dar 'me gusta' a vídeos de TikTok. En un primer momento, la víctima recibió pequeños pagos. en total 193 euros, lo que generó confianza en el sistema propuesto por los delincuentes.
Posteriormente, los estafadores le ofrecieron la posibilidad de obtener mayores beneficios a través de una supuesta página de inversiones en criptomonedas.
Una vez suscrito, un “mentor” de la organización comenzó a indicarle qué operaciones debía realizar, operaciones que el perjudicado efectuaba desde su propia cuenta bancaria.
Las supuestas inversiones parecían generar ganancias reflejadas en la web fraudulenta, pero el dinero era transferido realmente a cuentas controladas por la organización criminal.
Cuando la víctima intentó retirar sus beneficios, los delincuentes le comunicaron que existía un 'error' que debía solventar con un ingreso adicional de 8.000 euros. Ante su negativa por falta de fondos, el supuesto mentor le propuso un falso crédito de 2.500 euros, que el denunciante completó con el resto.
Tras esta operación, se le exigió un nuevo pago de 15.000 euros para desbloquear las ganancias, momento en el que el afectado se dio cuenta de la estafa.
En total, el hombre perdió 9.780 euros. Al contactar con su entidad bancaria, se le informó de que los datos solicitados por la organización no existían, confirmándose así el engaño.
Las investigaciones desarrolladas por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valladolid permitieron rastrear las transferencias realizadas por la víctima. El número de teléfono vinculado a las redes sociales de los estafadores procedía de Indonesia.
Los agentes lograron identificar a ocho personas titulares de las cuentas receptoras de los fondos, quienes posteriormente transferían el dinero a la organización principal quedándose con una comisión.
Estas personas actuaban como “mulas” financieras, una figura habitual en este tipo de entramados delictivos, encargadas de mover el dinero entre distintas cuentas para dificultar el rastreo policial.
La Policía Nacional ha remitido las diligencias y toda la información obtenida a la autoridad judicial, dando por concluida la investigación.
El caso queda ahora a disposición del juez, que determinará la responsabilidad penal de los ocho investigados.
