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Salvador Moreno Anzules es un vallisoletano de 50 años que siempre ha llevado la bandera de su tierra por donde ha ido. Ha pasado gran parte de su carrera profesional fuera de España. Está casado también con una vallisoletana y su hija también es pucelana. Son, sin duda, los pilares “más importantes” de su vida en lo personal y en lo profesional.

Hace ya, nada más y nada menos que quince años desde que emprendieron juntos el viaje que les llevó a desarrollar proyectos en América Latina. Todo, en una experiencia que transformó por completo su manera de entender, tanto los negocios como la vida.

Mi esposa es una mujer emprendedora. Con una visión muy clara del valor del talento y la artesanía mexicana. En la actualidad dirige su propio negocio de exportación de complementos de moda y artículos de hogar con presencia en varios países, entre ellos España”, explica, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, el empresario pucelano que atesora 25 años de experiencia en el mundo de los negocios.

Por su parte, su hija cursa el segundo año de Medicina en México. En una universidad que cuenta con fuertes lazos académicos con España y Estados Unidos, lo que refleja muy bien “la dimensión internacional que siempre ha procurado mantener” la familia.

El vallisoletano ha creado, hace apenas un año, su propia consultora y es optimista mirando al futuro.

Un vallisoletano en México

“Soy una persona que combina la disciplina y el enfoque estratégico europeo con la creatividad, empatía y la adaptabilidad mexicana. Mi trayectoria en México refleja una gran capacidad para entender y conectar con diferentes culturas, algo que creo esencial para emprender en un país tan diverso y competitivo”, asegura Salvador Moreno Anzules.

Una persona “perseverante, honesta y profundamente comprometida” con sus proyectos, y también con sus clientes y equipo de trabajo para “generar valor más allá del beneficio económico”. Le apasiona crear esos puentes entre España y México con el impulso de negocios que integren “innovación, sostenibilidad y desarrollo humano”.

Para mí México no solo ha sido un país donde hacer negocios. También un espacio de crecimiento personal y profesional. Aquí he aprendido que la confianza, la empatía y la colaboración son tan importantes como la estrategia y la planificación”, apunta.

Lleva ya 13 años viviendo en México. 15 trabajando. Nació en Valladolid donde proviene de una familia trabajadora que siempre le inculcó los “valores fundamentales como el esfuerzo, el compromiso y la honestidad, tanto en el trabajo como en la vida familiar”. Principios que han sido claves a lo largo de toda su vida.

De pequeño siempre tuvo curiosidad por “entender cómo funcionaban las cosas y por crear algo propio”. Pasó por muchas ideas, como casi todos los niños, desde abogado a ingeniero o inventor. Con el tiempo descubrió que lo que realmente le apasionaba era emprender, construir proyectos y ver cómo una idea podía transformarse en algo tangible que genera valor para otros.

“Más que a un oficio concreto, lo que siempre quise fue tener la libertad de decidir mi propio camino. Asumir retos y dejar una huella positiva en lo que hiciera. Con los años entendí que esa inquietud era, en realidad, el espíritu emprendedor que me había acompañado toda la vida”, afirma.

El empresario vallisoletano, Salvador Moreno Anzules Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Su propia consultora en Ciudad de México

Salvador no dio un paso sin antes estudiarlo. Todo comenzó con una fase de prospección y exploración. Durante un par de años estuvo viajando constantemente entre Valladolid, México, Colombia, Perú y Chile, para “analizar oportunidades y consolidar alianzas”.

“Finalmente, fue en 2012 cuando tomé la decisión de establecerme, de forma más permanente, en América Latina. En concreto en México. Fue el país que nos abrió las puertas más rápido y donde los negocios comenzaron a consolidarse antes que en otros mercados”, apunta. Una decisión complicada, pero México se convertía así en centro de operaciones de la familia.

La decisión de dedicarse al mundo de la consultora nació “de manera natural” después de completar sus estudios. Tras sus primeros años de experiencia profesional se dio cuenta de que lo que “más le motivaba” era “ayudar a otros negocios a desarrollarse, mejorar y adaptarse a los cambios”.

Desde el año 2008 y hasta el 2024 formó parte de una consultora especializada en tecnología y servicios vinculados al Compliance Empresarial, donde tuvo la oportunidad de trabajar con grandes corporaciones y proyectos internacionales.

En 2024 abrí mi propia consultora. Aunque mi experiencia profesional en México se acerca a los 15 años, este nuevo proyecto, que lleva el nombre de Yoltia, tiene apenas uno de vida. Es un proyecto joven, pero con una base sólida construida sobre años de trabajo, alianzas estratégicas y una visión muy clara de hacia dónde queremos avanzar”, explica el empresario.

Satisfacción

En este año, desde que comenzó su nuevo proyecto, el vallisoletano cuenta que han “superado los objetivos planteados” y que está siendo un curso “intenso” lleno de “retos personales y profesionales”.

Por primera vez vuelo solo, sin otros socios de capital. Eso genera una mezcla de respeto, responsabilidad y emoción al ver las cifras actuales. Cada logro se siente como propio, pero también conlleva una mayor exigencia”, añade.

Su consultora está ubicada en Ciudad de México y en Estados Unidos, de forma reciente. Cuenta con un equipo de entre 30 y 35 profesionales y estima que de seguir este ritmo de crecimiento podrían llegar a los entre 50 y 75 trabajadores.

“Nos dedicamos a mejorar procesos de compañías. Convertimos la complejidad en eficiencia. Por ejemplo, a la hora de acatar procesos ineficientes o la carga de datos fiscales y falta de control financiero que frena el crecimiento de las compañías. En Yoltia, combinamos tecnología y experiencia para optimizar cada área del negocio y liberar el máximo potencial”, explica.

Cuentan con diferentes líneas de servicio. Entre ellas el del tratamiento de la ineficiencia operativa, el de la estrategia fiscal y el cumplimiento internacional, el de la gestión financiera optimizada y el de la integración tecnológica avanzada.

Se gana más y menos impuestos

“Al principio cuesta adaptarse. Los ritmos en México son distintos. Las decisiones se toman de otra forma y hay que aprender a escuchar, observar y ser paciente”, apunta Salvador sobre trabajar en el país mexicano, para añadir que “cuando te integras en la dinámica local, descubres un lugar extraordinariamente creativo” y con un “gran talento humano”.

Él consiguió adaptarse para sumarse a ese reto de montar su consultora con el fin de ayudar a las diferentes compañías a estructurarse, a definir estrategias sólidas, y a crecer de forma sostenible.

Aquí se gana más y pagamos menos impuestos que en España. Especialmente si hablamos de determinados sectores y perfiles profesionales. México ofrece mayores márgenes de rentabilidad y oportunidades de crecimiento para quienes cuentan con experiencia internacional y una visión estratégica del negocio”, señala el empresario.

Una imagen de Salvador Moreno Anzules Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Salvador también apunta que es un “país donde se trabaja muchas horas y los retos se alcanzan con esfuerzo y dedicación”. Señala que el México de hoy “ya no es el de diez o quince años” afirmando que “se ha encarecido mucho, sobre todo en las grandes ciudades”.

“En términos generales la presión fiscal en México es menor que en España, tanto para las empresas como para los trabajadores. En el caso empresarial existe una brecha aproximada del 15%. Una compañía española soporta una carga fiscal cercana al 50% mientras que en México ronda el 35%”, confiesa nuestro entrevistado.

Añade que poniéndonos en la piel de un trabajador “la diferencia es también significativa” ya que en España “la media de impuestos y cotizaciones puede oscilar entre un 35 y un 45% del salario bruto, frente al 18-25% que suele aplicarse a un empleado mexicano”.

“Esta diferencia debe entenderse en su contexto. España ofrece una mayor cobertura sanitaria, pensiones, y prestaciones sociales. Aspectos que también deben tenerse en cuenta al comparar ambos sistemas. En México la carga fiscal es más ligera pero las ayudas sociales y garantías públicas son más limitadas”, añade.

Su vida en México y el futuro

Para el empresario vallisoletano la vida en Ciudad de México es “una mezcla de contrastes muy marcados” porque es un país “fascinante y lleno de oportunidades” pero también “complejo y exigente”. Sin embargo, nuestro protagonista, junto a su familia, viven felices en el lugar.

“Con el tiempo México dejó de ser simplemente un destino laboral para convertirse en nuestro hogar. Hemos formado una red de amistades, colaboraciones y afectos que nos hacen sentir parte del país. Hoy puedo decir que México nos adoptó y nosotros también lo adoptamos”, afirma.

El futuro lo ve “con cierto optimismo” y confía en que el nuevo proyecto empresarial le “dé la satisfacción del trabajo bien hecho” y que con el tiempo “logren consolidarlo de forma duradera”.

“Queremos que la consultora sea vista, no solo como un servicio, sino como un acompañamiento estratégico que ayuda a las empresas a crecer con solidez, ética y visión internacional”, apunta Salvador.

Su deseo, el de “seguir fortaleciendo los lazos entre España y México” a través “del impulso de proyectos que unan talento, innovación y oportunidades entre ambos países”.