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Finalmente se cumplieron los pronósticos e Iván Rojo ha sido el primer expulsado de Operación Triunfo tras convertirse en el aspirante más polémico de esta edición del concurso que se emite por Amazon Prime.

La expulsión fue rotunda. El 84% de los votos fueron a parar a su rival y amiga Claudia, mientras que el vallisoletano solo recibió el apoyo del 16% de los votantes para convertirse en el primer aspirante que deja la Academia.

En la tarde de este martes, 30 de septiembre, tras su expulsión, Iván ha mantenido una conversación con los medios de comunicación, incluido EL ESPAÑOL de Castilla y León, en la que ha explicado su paso por la Academia y aclarado todas las polémicas.

Polémicas

El paso de Iván ha estado marcado por la polémica, primero por unas declaraciones que no tardaron en hacerse virales y que sirvieron para que los espectadores calificaran al vallisoletano de “poco natural”.

“Tengo clarísimo, porque conozco mi ciudad, que tiene que estar Valladolid revuelta. Yo voy a llegar y va a ser eso súper guay, lo tengo clarísimo porque antes de entrar aquí hice entrevistas con todos los periódicos que se volcaron un montón”, señaló.

En el encuentro con los medios de comunicación ha señalado que “aún no ha entrado en redes y que no está al tanto de polémicas” señalando que “he sido yo” durante el concurso”.

“Todos nos equivocamos y podemos reconducirnos. Cuando hablaba de Valladolid lo hacía de mi tierra, de mis amigos, de la gente que me ha apoyado en los castings desde el día 1. A ellos”, ha apuntado.

Después también fueron polémicas sus palabras sobre las lenguas cooficiales en una conversación con el catalán Max Navarro y el gallego Martín Tinho, asegurado que se debería priorizar el castellano.

De hecho, Rojo defendió que si viaja a Mallorca deberían de hablarle en castellano por el mallorquín “no es una lengua oficial”. Sus compañeros le rebatieron asegurando que “tiene su derecho a mantener el mallorquín porque está en su región”.

Sobre ello le hemos preguntado también al vallisoletano en ese encuentro con los medios e Iván ha sido claro.

“Las lenguas cooficiales conforman un debate porque nos definen. Ha de ser respetuoso y promover la opinión desde el respeto. No sé la repercusión que ha tenido fuera, pero creo que Max, Martín y yo nos acabamos entendiendo tras hablar de ello”, ha asegurado el vallisoletano.

“Como una hermandad”

“Me he sentido como en una hermandad en mi paso por Operación Triunfo 2025. Hemos sido nosotros mismos. Ha sido una experiencia corta, pero en la que todo el rato pasan cosas”, ha añadido.

Pese a ser expulsado en la Gala 2, Iván ha destacado el “aprendizaje” en la Academia señalando que ahora lo que quiere es “estudiar mucho y aprender” y calificando la experiencia de “única”.

“Ha sido el trabajo y el ser persuasivo, además de reconducir varios aspectos de mi vida los que me han hecho participar en el concurso y llegar a la Gala 2. He vivido la experiencia con mis compañeros y he conectado con ellos. Esa ha sido mi gran suerte”, ha añadido.

Ser el primer expulsado

Salir el primero de la Academia de Operación Triunfo no tiene que ser malo. Si no que se lo digan a Lola Índigo, que fue la primera en el año 2017 y que ahora sigue escribiendo una historia musical cargada de éxitos.

Lola Índigo es un referente para mí. Un mito. Lo que le define es el trabajo. Ojalá los 16 podamos tener un hueco en el panorama musical”, ha asegurado Rojo.

El vallisoletano ha apuntado que la primera semana “fue dura” porque “tocaba aclimatarse y adaptarse también a las cámaras” pero ha añadido que en esta segunda “ha disfrutado mucho”.

Sobre todo, de la actuación del lunes, de ese It’s my life de Bon Jovi que, sin embargo, no le valió para salvarse de la expulsión.

Iván se va de Operación Triunfo como primer expulsado pero deja una gran huella en el concurso.