Valladolid se prepara para vivir una Feria de Día muy especial. Este 2025 se cumplen 25 años desde que naciera uno de los eventos más populares de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, y lo hace con récord de casetas, imagen renovada y un guiño a la accesibilidad y la sostenibilidad.
Es cierto que cada vez es más criticada por los vallisoletanos que solicitan cambios, se quejan del precio y piden un aumento de la calidad de los pinchos, pero sea como sea, esta iniciativa cumple un cuarto de siglo y lo hace en plena forma.
Para conocer el presente hay que mirar al pasado. La Feria de Día llegó a Valladolid en el año 2000, inspirada en la experiencia de Málaga. El entonces alcalde, Javier León de la Riva, recordó en una columna de EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León cómo gestó la idea.
“Le pedí a Fernando Pérez, presidente de los hosteleros, que buscara alternativas. Al enterarnos del éxito en Málaga, enviamos una ‘embajada espía’ formada por Alberto Gutiérrez, concejal de Cultura, y el propio Pérez. De inmediato, pusimos en marcha la Feria entre las dos instituciones, sacando la hostelería a la calle, sin tasas, pero con exigencia de calidad”.
Feria de Día del pasado año
El resultado fue un éxito inmediato que transformó las fiestas. Así, decidieron adaptar el formato a Valladolid y así los bares y restaurantes empezaron a instalar casetas en distintas zonas para sacar la fiesta y la gastronomía a la vía pública, promoviendo la actividad hostelera y revitalizando la vida durante las fiestas.
Hasta entonces, la mayoría de los vallisoletanos salían solo los fines de semana, y las celebraciones se reducían a corridas de toros, teatro, revistas y carruseles. La llegada de las casetas cambió la dinámica: la ciudad empezó a vivir sus fiestas en la calle, de día y de forma masiva.
Es cierto que estuvo a punto de morir de éxito, ya que fueron muchos los establecimientos no cualificados que salieron a la calle con su caseta lo que hizo perder calidad. Años después ese asunto se ha reconducido.
Inauguración oficial de la Feria de Día. En la imagen, el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva (C), junto al presidente de la Asociación de Hostelería, Fernando Pérez (I)
La Feria de Día se instauró en el año 2000, coincidiendo con el primer año en que las fiestas principales se dedicaban a la Virgen de San Lorenzo, y desde entonces ha crecido en número de casetas y popularidad, integrándose como seña cultural y social de Valladolid.
Con el montaje de las casetas fijado entre el 16 de agosto y el 2 de septiembre, y la inscripción para el Tapeo Interior abierta hasta el 12 de agosto, la maquinaria festiva ya está en marcha.
La 25ª Feria de Día no es solo una cifra redonda: es la confirmación de que este evento se ha convertido en parte esencial del ADN festivo de Valladolid, un escaparate gastronómico, social y cultural que cada año crece y se reinventa para seguir siendo el corazón de las fiestas.
Una edición con más casetas
Volvemos al presente. Este 2025, del 5 al 14 de septiembre, vecinos y visitantes podrán recorrer un auténtico mapa del tapeo urbano con 86 casetas distribuidas en ocho zonas, catorce más que el año pasado. Entre ellas, 20 nuevas incorporaciones que prometen sorprender a los paladares más curiosos.
Uno de los grandes regresos será la Plaza de Santa Cruz, que vuelve a formar parte del recorrido tras varios años de ausencia y donde por ejemplo, estará uno de los bares más conocidos del barrio de Las Delicias.
Un nuevo diseño y compromiso ambiental
La feria estrena también un diseño común para todas las casetas: un skyline de Valladolid sobre fondo Pantone 221 que aportará uniformidad y visibilidad al evento.
Además, cada caseta contará con mostradores adaptados para personas con movilidad reducida, y todas deberán usar vajilla y cubertería reutilizable, en línea con el compromiso medioambiental de la organización.
Una caseta por dentro de la feria de Día
El precio de las tapas se mantiene en 3,50 euros, lo que permite disfrutar del ambiente gastronómico sin sustos para el bolsillo.
Accesibilidad, un paso adelante
El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid (APEHVA), Jaime Fernández Lafuente, destaca las principales novedades:
“Estamos muy contentos porque contamos con 14 casetas más que el año pasado y con la ilusión de siempre. Habrá barras adaptadas para personas con discapacidad y, en los casos donde no puedan instalarse, se habilitará una mesa para facilitar el acceso”.
También se unifica la estética de las casetas, aunque se dará un periodo de adaptación a las que son de propiedad privada.
Sobre las críticas de algunos sindicatos, como CC.OO., que denuncian condiciones extremas de calor para los trabajadores dentro de las casetas, Fernández Lafuente es tajante:
“La polémica no tiene sentido. Son las mismas casetas que se vienen montando desde hace cinco años. Lo que hacemos es mejorarlas por dentro para que empresarios y trabajadores estén más cómodos”.
