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Valladolid se prepara para una cita muy especial. El próximo 5 de septiembre y hasta el día 14 del mismo mes, el Teatro Calderón acogerá el icónico musical de El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber, inspirado en la novela de 1910 de Gaston Leroux.

Una producción de gran envergadura que ha triunfado en escenarios de todo el mundo, que afronta su primera gira por España y que, tras dos exitosas temporadas conquistando crítica y público en Madrid, ahora desembarca en la ciudad del Pisuerga con una versión renovada, pero manteniendo el espíritu del original.

También con una espectacular puesta en escena, una historia realmente conmovedora y un elenco de primer nivel capitaneado por el célebre cantante y actor Daniel Diges.

Este da vida al personaje de Erik, el atormentado fantasma, en un musical sacado de Broadway en el que, tal y como ha confesado el protagonista en declaraciones a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, los vallisoletanos "van a ver magia y grandiosidad" y que a nivel personal le ha permitido "volver a jugar en primera división".

"Yo he tenido la suerte de que casi todos los musicales que he hecho han sido de primera división, pero este es como un sueño porque cuando era jovencito y antes de dedicarme a esto, ya me gustaba El fantasma de la ópera". confiesa. "Además, hago un personaje que no tiene nada que ver conmigo y eso también es muy bonito".

Pero no solo eso. Para él interpretarlo en Valladolid es lo hace todavía más especial, teniendo en cuenta que "es una de las ciudades donde con más proyectos he ido" y también un destino en el que tiene muchos amigos e incluso a su hermana que, según ha comentado, "vive allí desde hace muchísimos años".

"Un niño diferente, con mucha caradura"

Daniel Diges se ha consagrado como uno de los actores más destacados en el mundo de los musicales, habiendo pasado por el de La bella y la bestia, Mamma Mía, Queen, Hoy no me puedo levantar, Miserables y Charly y la fábrica de chocolate, entre muchos otros.

Lo ha hecho tras muchos años de trabajo y una pasión por la interpretación que se remonta a su niñez. "Tenía claro que quería ser artista desde muy pequeño", confiesa.

Así, al ver que el colegio "no era lo que mejor se me daba", a los 15 años decidió entrar a la Escuela de Arte Dramático para formarse como actor. Unos estudios que se pagó trabajando de camarero y como modelo. "Siempre me he buscado la vida y he sido muy currante", afirma.

Fue entonces cuando Daniel descubrió su gran "pasión" por el teatro. Un mundo en el que fue "metiendo cabeza poco a poco" y en el que reconoce haber tenido "bastante suerte".

"Era un niño diferente, con mucha caradura y con muchas ganas de aprender y trabajar. Creo que eso lo transmitía y que por eso llamé la atención desde el principio y pude empezar a trabajar tan temprano", asegura.

Daniel Diges en una imagen de redes sociales @danieldiges Instagram

Fiel a sus principios y a su creencia de que "para ser artista tienes que ser tú mismo, auténtico, y un poquito caradura, visto desde el lado bueno", con el paso de los años ha ido creciendo hasta convertirse en lo que es hoy, "un showman" capaz de hacer "de todo", pese a que lidia con un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) que le diagnosticaron hace año y medio.

Si bien, esto no le supone ningún impedimento ni en su día a día ni a la hora de trabajar. Es más, no solo no lo considera un problema, sino que para él es más "una virtud" al permitirle ser "auténtico" y una persona que "hace las cosas de una manera diferente a los demás".

"Gracias a Dios a mí no me causa ningún problema, tengo muy poquito y, aunque sí estoy medicado, para trabajar me tomo mi pastilla y me meto en mi mundo, y eso me permite concentrarme mucho en el escenario", explica.

Tanto, que hoy puede presumir orgulloso de haber cumplido su "gran sueño": "Mi meta era prepararme para que la gente me dijera el gran actor, artista o cantante que soy. No era ser famoso, si no grande en lo que hiciera, y creo que poco a poco lo he ido consiguiendo", apunta.

"No repetiría"

Se dio a conocer interpretando a David 'Gato' en la serie juvenil Nada es para siempre en los 2000, un proyecto del que salió convencido de que "iba a hacer cosas muy grandes". "Nunca me planteé si iba a llegar a conseguirlo, pero siempre he sido tan apasionado con lo que hago y lo disfruto tanto, que lo único que tenía en la cabeza es que quería ser un gran actor". Y así ha sido.

Además, muchos le recuerdan por haber representado a España en el Festival de Eurovisión de 2010 con Algo pequeñito en una actuación empañada por el salto al escenario de un espontáneo que dilucidó la interpretación de Diges durante varios segundos.

Sin embargo, a él no le molesta en absoluto que le relacionen con este certamen, dado que fue con una canción "que me gustaba y que tiene que ver mucho conmigo y con mi trayectoria".

En este sentido, asegura que "si me hubieran ofrecido ir a Eurovisión con un reguetón no lo hubiese hecho porque no hubiera sido fiel ni a mí ni a mi energía, es un estilo que no me pega".

En cualquier caso y pese a que recuerda "partes muy buenas" de la experiencia, aunque también momentos "de mucha ansiedad", tiene claro que "no repetiría" al menos en este momento de su vida.

"Tendrían que juntarse muchos planetas para que yo volviera a Eurovisión. Se tendrían que poner todas las piezas en su sitio, tendría que ser con una gran canción que me encantara, que fuera la leche, y tendría que tener detrás un proyecto discográfico", asegura.

Porque, "curiosamente, fue de las épocas que menos conciertos tuve". "A mí lo que me salvó la vida es que yo ya venía de hacer musicales muy grandes" añade.

Con todo ello, el artista se muestra convencido de que, si ahora volviese a participar en Eurovisión, "con la edad y la experiencia que ya tengo, lo viviría más tranquilo y disfrutaría un poquito más, porque es todo muy grande. Yo fui con 27 años y tienes que saber muy bien cómo llevarlo todo y tener a tu lado un mánager que te diga por donde tirar y te sepa ayudar". "Yo en ese momento no lo encontré, no tuve esa suerte", apunta.

No obstante, es consciente de que quizás si se le hubiese presentado un camino brillante en la música, "igual no hubiera seguido en los musicales y no hubiera hecho los personajes que he hecho".

Daniel Diges en 'El fantasma de la ópera' @musicalelfantasmadelaopera Instagram

En esto también tiene mucho que ver el hecho de ser "una persona muy difícil para elegir canciones". "Estoy tan acostumbrado a cantar temas tan grandes en los musicales, que cuando me vienen compositores a ofrecer canciones me cuesta mucho elegir. Incluso me cuesta mucho componer para mí porque siento que mis canciones son para otro tipo de voz", afirma.

También por esta razón, Daniel decidió aparcar "el mundo del disco" y centrarse en lo que realmente le "llena del todo", pese a que en todo este tiempo sí ha seguido dando conciertos sinfónicos "con las orquestas más importantes de España", pues cantar para él sigue siendo un motivo de felicidad. "Creo que he sabido coger la ola para mantenerme en algo que vibra conmigo", reconoce.

Así, ahora su atención se centra en los musicales, aunque sin perder de vista la producción de sus propios shows, además del cine y la televisión, dos formatos a los que tampoco dice que no. "Todo lo que es interpretación, si el proyecto mola, yo estoy encantado".

En este sentido, confiesa estar en "una época muy bonita" de su vida en la que su carrera avanza "a paso firme". "Sigo trabajando, preparándome y luchando". Todo, con vistas a cumplir su gran reto en la vida: "Seguir creando proyectos bonitos y potentes".