A orillas del río Duero se encuentra uno de los lugares con más historia de la provincia de Valladolid como es la villa de Simancas, que alberga uno de los archivos más importantes de Europa.
De hecho, el Archivo General de Simancas pasa por ser uno de elementos claves en la historia de Valladolid. Se ubica en la famosa fortaleza de la localidad construida por la familia Enríquez que terminó en manos de los Reyes Católicos.
El puente de piedra o la Iglesia del Salvador, además de su casco histórico, son solo alguna de las joyas que merece la pena visitar en un lugar que cuenta, en la actualidad, con una población de 5.538 habitantes.
Pero allí no solo reina la cultura y su impresionante patrimonio. La gastronomía es también uno de sus puntos fuertes lo que ha hecho a la Guía Repsol fijarse en un establecimiento hostelero del lugar para otorgarle un prestigioso Solete Repsol.
Se trata de La Excusa. Al frente del establecimiento hostelero se encuentra Iván Calvo, de 52 años, que nació en San Sebastián y que ahora vive en la Urbanización Entrepinos de la localidad pucelana.
Lleva trabajando en el mundo de la hostelería desde que cumplió los 18 y nos cuenta cómo ha recibido este gran premio y también la historia del lugar que abrió sus puertas en el año 2018.
El interior de La Excusa de Simancas
Iván, un auténtico trotamundos
“Soy una persona emprendedora, luchadora y muy trabajadora. Amigo de mis amigos y que lo doy todo por mis negocios”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León este amante del rugby y de pasar tiempo con su familia.
Nació en San Sebastián y allí estuvo hasta los 4 años. Recuerda su infancia de manera feliz con sus amigos y sus hermanos. Quería ser médico, pero no sacó la nota suficiente para ello en la Selectividad, por lo que tocó buscar nuevos horizontes.
“Con 18 años me fui a Cádiz para montar un negocio hostelero. Estuve en Conil de la Frontera donde abrí un chiringuito en la Playa de los Bateles y después en Tarifa para abrir un bar de copas que se llamaba Jerónimo y estaba en la calle Carnicería”, asegura Iván.
Fue en el año 2008 cuando aterriza en Valladolid para ponerse en frente de otra conocida sala de la ciudad del Pisuerga como es El Desierto Rojo. Primero con un socio y, desde el 2012, en solitario.
Después llegaría la apertura de La Excusa en Simancas, local con el que ha conseguido el tan preciado Solete Repsol.
La Excusa, famoso por sus brasas
“En el año 2018 monto La Excusa con otro par de amigos. Antes era una terraza de verano, pero hicimos obra y llevamos a cabo la apertura nosotros mismos. Ahora lo llevo yo solo después de la salida de mis otros dos socios”, nos explica.
Un establecimiento hostelero que se ubica en el Camino del Rabil número 2 de la localidad y que ya suma siete años de historia. En la actualidad cuenta con diez trabajadores que buscan dar el mejor servicio a sus clientes.
Un lugar que cuenta con una parte interior de 100 metros y con una terraza de 500 metros, dividida en dos, la exterior y la interior en la que, a veces, se celebran eventos.
“Estamos enfocados a ser un restaurante con jardín. Somos famosos por nuestras brasas, por las croquetas, que han ganado premios, y también por la Pizza Excusa. También tenemos ensaladas o raciones de rabas y demás”, explica nuestro protagonista.
Añade que en febrero de 2024 se incorporó al restaurante el jefe de cocina, Marcos del Valle y que “gracias a él han dado ese salto de calidad” y agradece a su hermana “toda la dedicación, trabajo y esfuerzo realizado estos últimos años en La Excusa”.
Alguna de las delicias de La Excusa de Simancas
Los clientes “están muy contentos” y muchos les han felicitado tras la consecución de ese Solete Repsol.
La Excusa brilla más
“Nos dan la noticia el miércoles, 18 de junio, pero nos pidieron confidencialidad hasta que la Guía Repsol anunció el pasado viernes 26 los restaurantes que ganaban este Solete Repsol. Es un reconocimiento al trabajo bien hecho. Nunca habíamos tenido premios ni reconocimientos”, afirma el dueño del local.
Iván quiere ensalzar la labor de todo su equipo. Ese trabajar diario de ellos que ha tenido recompensa ahora en forma de Solete Repsol. “Es un reconocimiento a la constancia y al sacrificio y nos hace una enorme ilusión”, añade.
Está a la espera de que les envíen la placa para lucir el premio en la puerta del establecimiento hostelero “con orgullo”.
“El futuro no lo veo mal. Este galardón nos da un impulso para seguir adelante. Lo más difícil es subir, pero bajar es sumamente sencillo. Tenemos que seguir apostando por la calidad del producto y por nuestras elaboraciones”, finaliza nuestro entrevistado.
Todo para dar el mejor servicio a los vecinos de Simancas y también a los forasteros que se acerquen para disfrutar de La Excusa que, ahora, brilla un poco más gracias a su Solete Repsol.