Gran susto el vivido en la tarde de este lunes en un bar de la localidad vallisoletana de Laguna de Duero a causa del atragantamiento de una mujer de 69 años.
En ese mismo momento, dos agentes de la Guardia Civil que se econtraban regresando al cuartel tras haber tomado un café en un establecimiento cercano, empezaron a escuchar cómo eran requeridos, a gritos, debido al estado de la clienta en cuestión.
Entonces, se acercaron rápidamente y, al llegar, observaron a una mujer que no podía respirar tras haberse atragantado con un trozo de la tostada que estaba comiendo.
Por ello, una agente procedió a ralizarle la maniobra de Heimlich y, tras realizar varias compresiones, consiguió que la mujer expulsara parte de lo que le estaba obstruyendo las vías respiratorias.
Tras ello, la clienta perdió el conocimiento, por lo que el otro agente continuó con la maniobra desde suelo, logrando que esta expulsara el resto de la comida.
En este mismo momento, los agentes comprobaron que empezaba a respirar y al momento recuperó la consciencia, manifestando que, afortunadamente, ya se encontraba bien.
Si bien, la Guardia Civil alertó a los servicios sanitarios, quienes, a su llegada, se encargaron de estabilizarla y trasladarla a un centro hospitalario para una valoración médica.
Según infoman desde la Guardia Civil, personal facultativo indicó a los agentes que su rápida actuación y buen desempeño en las técnicas de reanimación les permitió sacar a la mujer del atragantamiento.