Castronuño es un bello municipio vallisoletano que se sitúa, estratégicamente, a orillas del río Duero. Invita a explorar su rica historia, también su patrimonio cultural y sus maravillas naturales ya que se encuentra en un entorno privilegiado, en la confluencia entre los ríos Duero y Hornija.
Su ubicación ha influido en todo lo que tiene que ver con su historia y desarrollo a lo largo de los siglos. De hecho, la localidad vallisoletana cuenta con una historia que se remonta a la época celtíbera y romana, lo que viene reflejada en los restos arqueológicos encontrados en la zona.
Además, el municipio, que en la actualidad y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con una población de 767 habitantes, ha tenido un papel relevante en lo que al comercio fluvial y la navegación se refiere.
El entorno natural que rodea a la localidad vallisoletana pasa por ser un verdadero regalo para los amantes de la naturaleza y, a pocos kilómetros del pueblo, se ubica el Parque Natural de las Riberas de Castronuño-Vega del Duero. Un ecosistema que pasa por ser diverso y que cuenta con una gran variedad, tanto de fauna como de flora.
Allí tiene su negocio Javier Gómez Fuentes. El Bar Triángulo que cuenta con una historia familiar de 45 años de historia. Charlamos con él para conocer todos los secretos del lugar.
Javier a la entrada del bar
La vida de Javier y un bar familiar con 45 años de historia
“Me defino como una persona alegre, muy sociable y con mucho humor”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Javier, amante de salir de paseo al campo con su hija y también de los toros.
Nuestro entrevistado recuerda su infancia de forma “alegre” y asegura que de pequeño “quería ser futbolista” pero que finalmente “se crio en el Bar Triángulo”, del que ahora es el dueño y que cuenta con una bonita historia familiar.
“El Bar Triángulo es un establecimiento hostelero familiar que cuenta con 45 años de historia. Lo abrieron mis padres por aquel entonces, continuó mi hermano y desde hace 24 años estoy yo con él”, asegura nuestro entrevistado.
Javier dejó los estudios para dedicarse en cuerpo y alma a un negocio muy bien valorado en la localidad vallisoletana.
Un lugar perfecto para disfrutar
Los padres de nuestro entrevistado abrieron el bar allá por 1980. Lo dejaron por jubilación y fue cuando cogió las riendas César, hermano de Javier, para, desde hace 24 años, tomar el testigo nuestro protagonista.
45 años de historia en la carretera Alaejos, 10 de Castronuño con César y Javier manteniendo el legado de sus padres. “A veces, nuestras mujeres nos echan una mano”, asegura Javier.
Una copa de helado en el Bar Triángulo
Son un total de 85 metros cuadrados y el lugar cuenta con una terraza cubierta amplia para ofrecer “un buen servicio” y “copas y café” de calidad. Un lugar perfecto para mantener una charla de quilates con familiares y amigos.
“Los vecinos nos dicen que están contentos con el trato y también con el servicio que ofrecemos. Eso nos llena de satisfacción”, asegura Javier a este periódico.
Jubilación al frente del bar
Nuestro protagonista habla en nombre de ambos hermanos para señalar que “querernos jubilarnos aquí” pero añade que “sacar adelante un negocio en el medio rural tiene sus cosillas” pero “hay que adaptarse”.
“Veo el futuro con esperanza, pero la despoblación es un factor a tener en cuenta. Queremos seguir con el negocio en nuestro querido Castronuño y seguir dando el mejor servicio al pueblo”, finaliza.
Javier en la terraza del Bar Triángulo de Castronuño
Seguro que los dos hermanos lo consiguen para que el bar sea, muchos años más, un referente en el lugar.