La vida de Eusebio Sacristán (La Seca, Valladolid, 1964) cambió para siempre el pasado 30 de diciembre de 2020. Todo, tras un accidente que le provocó un coágulo cerebral y le tuvo más de una semana en coma inducido.
A causa de la fatídica caída, el vallisoletano perdía el habla, las capacidades motrices y cognitivas durante un tiempo, pero a base de esfuerzo, lucha y tras una larga recuperación, el de La Seca ha conseguido salir adelante y vive la vida al máximo.
EL ESPAÑOL de Castilla y León se cita con él en la ciudad del Pisuerga para hablar de todo un poco. De ese fatídico suceso, de su trayectoria, de una fundación que no deja de trabajar y del futuro, con sorpresa según sus ideas para el corto y medio plazo con los banquillos en mente.
“Estoy recuperado. Ahora puedo tener un contacto normal con los demás. He conseguido recuperar la alegría y quiero volver a entrenar. Volver al mundo del fútbol”, asegura Eusebio en declaraciones a este periódico.
También hablamos de esa XLIV Gala Nacional del Deporte 2025 que se va a celebrar el próximo 17 de marzo en el Teatro Calderón de la capital del Pisuerga y que rendirá un especial homenaje al exfutbolista.
Mentalidad y determinación
“Mi lema de vida es mentalidad y determinación. Son dos conceptos que he puesto a punto estos años durante mi vida. Tuve que detener la carrera y ahora, que vuelvo a estar bien, quiero volver a ponerlo en marcha después de los momentos duros y difíciles que he vivido”, asegura Eusebio Sacristán Mena.
A sus 60 años, el mítico jugador de La Seca, que está a caballo entre Valladolid y Sitges, donde tiene a sus dos nietos, está mucho mejor después de un accidente que cambió su vida.
Eusebio Sacristán durante la entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla y León
Desde bien pequeño y en la localidad vallisoletana, comenzó a jugar al fútbol. Lo hizo en la calle. Así empiezan los buenos. Vivía al lado de la iglesia y contra la pared de la misma comenzó a dar sus primeras patadas al balón.
“Empecé jugando con más niños allí. Estaba entretenido. El fútbol es lo que más me llenaba desde pequeño. Tomé la decisión de dedicarme a ello en mi vida y así comencé. Quería ser futbolista y ganar títulos”, explica nuestro entrevistado.
Y vaya si lo ha logrado…
Una gran carrera futbolística y como entrenador
“Con 15 años fui a hacer las pruebas para entrar en el Real Valladolid. Me ficharon par el Juvenil. En mi primer año no jugué ningún partido, pero a los 19 años subí al primer equipo y debuté en el año 1984 contra el Real Betis de Cardeñosa en Primera División. Es un día que nunca olvidaré”, asegura emocionado Eusebio.
Otro momento que siempre recordará será ese 30 de junio de 1984 con la consecución de la Copa de la Liga que consiguió con el equipo blanquivioleta. Después pasó por el Atlético de Madrid antes de que Johan Cruyff se fijara en él para fichar por el Fútbol Club Barcelona.
“El rombo me beneficiaba en el conjunto blaugrana. En 1992 conseguimos la Copa de Europa en esa final ante la Sampdoria y con ese gol de Koeman de falta en el minuto 112. Había conseguido mi sueño de conseguir una Champions”, añade.
Después pasó por el Real Club Celta de Vigo para volver al Real Valladolid, allá por la temporada 1997 y retirarse en su club, en su tierra, después de cinco temporadas y 19 en total como jugador en el club de su vida con 38 años.
Como no quería desligarse del mundo del fútbol, se sacó el título de entrenador y en el año 2003 fue ayudante de Frank Rijkaard y volvió a proclamarse campeón de Europa, esta vez desde el banquillo. Como míster también ha pasado por el Celta, Barça B, Real Sociedad y Girona, antes del fatídico accidente.
Un fatídico accidente
“No me acuerdo mucho del momento. De cómo pasó. Me resbalé por las escaleras y me di un golpe en la cabeza ese 30 de diciembre de 2020. Sufrí un traumatismo craneoencefálico y me tuvieron que operar. Tras la operación me desperté y estaba bastante tocado”, asegura Eusebio.
Eusebio Sacristán durante la entrevista
Pasó 21 días ingresado en el Hospital Clínico. Su hermana, Tere, le ofreció la posibilidad de afrontar su recuperación en Barcelona y así lo hizo. Al principio fue duro ya que “no se veía bien”, pero poco a poco, con trabajo y ayuda profesional, el de La Seca vuelve a ser el de antes.
“Estuve muy hundido. Sufriendo por no poder tener un buen contacto con los demás. Me veía tan tocado que me quedaba luchar, con la mentalidad y el objetivo de recuperar mi vida y pensar después en retomar mi carrera. Buscaba luchar y llegar a recuperarme hasta sentirme mejor”, confiesa.
Ahora ya lo está y persigue nuevas metas.
Quiere volver a entrenar
Después de lo vivido y de muchos meses, incluso años de vida, Eusebio Sacristán quiere “transmitir como fue su vida antes del accidente” y también “como consiguió recuperarse” tras el suceso.
“Ahora estoy mucho mejor. Puedo tener un contacto normal con los demás. Lo he conseguido y me da mucha alegría. Estoy recuperado y quiero volver a entrenar, al mundo del fútbol”, asegura el vallisoletano.
Sobre entrenar al Real Valladolid asegura que “es la opción que más le motiva en el futuro”, aunque guarda un respeto tremendo a Álvaro Rubio, un amigo que vuelve al banquillo blanquivioleta tras la destitución de Cocca.
“Me gusta que Álvaro Rubio vuelva a ser el entrenador del Pucela. Tiene un gran nivel y me cae muy bien. Creo que va a generar situaciones positivas que van a ilusionar a la afición”, añade.
Eusebio apostó por jugadores como Oyarzabal en la Real Sociedad, o también por Iago Aspas, Grimaldo o Joselu. Ni más ni menos. Esperemos que pronto vuelva a estar en los banquillos.
Imagen de Eusebio Sacristán
La fundación y un merecido homenaje
Fue en el año 2003, tras retirarse como jugador, cuando nuestro entrevistado decide crear la Fundación Eusebio Sacristán “con el objetivo de montar escuelas en pueblos de Valladolid” que “no contaran con equipo” para que “los niños pudieran jugar al fútbol”.
“Pedro Pablo Crespo está al mando y estoy muy ilusionado con que haya niños que puedan jugar al fútbol y con apostar por el deporte inclusivo. También para los mayores de 65. En la actualidad, 1.200 pequeños juegan a este deporte gracias a la fundación”, añade nuestro protagonista.
Eusebio será homenajeado en la XLIV Gala Nacional del Deportes 2025 que se celebrará en el Teatro Calderón de Valladolid el próximo 17 de marzo en algo que “le impresiona” y que “agradece notablemente”.
“Mi objetivo y deseo futuro pasa por conseguir que algún equipo decida contar conmigo y volver a entrenar”, finaliza.